El comercio electrónico, contra Google
FairSearch acusa al buscador de abusar de su posición dominante
Google es una amenaza para el futuro de Internet. Así lo cree FairSearch, una organización de 17 empresas dedicadas principalmente al comercio electrónico, que denuncia prácticas abusivas del buscador.
“La verdad sobre Google”. El miércoles, media página de publicidad en EL PAÍS del sitio FairSearch (Búsqueda justa) anunciaba: “Existe un enorme conflicto de intereses en la base del modelo de negocio de Google, un conflicto que Google ha explotado desde sus inicios”.
Detrás del anunciante no se esconde que están Microsoft, Expedia, Tripadvisor, Kayak y una decena más de empresas de comercio electrónico. Su iniciativa coincide con la investigación de la Comisión Europea sobre posibles prácticas de abuso de su posición dominante por parte del popular buscador.
“Google está usando su enorme poder en búsqueda y publicidad asociada a las búsquedas para mantener y ampliar su dominio a expensas de la competencia y de los consumidores”, explica en la página web FairSearch.
Las autoridades mundiales deben asegurarse de que Google se rija por las leyes antimonopolio vigentes con el fin de proteger la innovación, el desarrollo económico y a los consumidores.
Recientemente, Joaquín Almunia, comisario europeo para la Competencia, dio unas semanas a Google para que rectificara cuatro prácticas que chocan con la libre competencia. Las cuatro coinciden con las quejas de FairSearch: abuso en las búsquedas verticales, la copia de material de sus competidores sin su permiso, las relaciones con sus socios para frenar a terceros y las restricciones para que las empresas que se anuncian en Adwords (de Google) se puedan incorporar en otras plataformas.
Según un portavoz de Google, las condiciones no son difíciles de cumplir y los abogados de la empresa están colaborando con la Comisión Europea.
El conflicto no es baladí. Los 475 millones de internautas europeos generan 159.000 millones de euros en el comercio electrónico. Ese comercio aparece en las búsquedas realizadas en Internet, pero el 88% de los clics van a los tres primeros resultados (ninguno a partir de la tercera página), por lo que cualquier variación en las listas de búsqueda provoca perjuicios o beneficios a las empresas dedicadas al comercio electrónico.
A FairSearch le preocupa especialmente la entrada de Google, en principio un buscador generalista (horizontal), en el negocio de los buscadores especializados (verticales), como los que se dedican al rastreo de vuelos o de hoteles (Expedia o Kayak).
El buscador posee el 94% del mercado en Europa, el 91% del mundo y el 98%, gracias al gratuito sistema Android, desde el móvil, que en dos años generará más conexiones a Internet que el ordenador. Con ese dominio, Google puede poner los precios que quiera en los anuncios por palabras. No tiene competencia (Apple está fracasando con su sistema para móviles). El pasado año, Google ingresó por este concepto 27.500 millones de euros.
Aparte de prácticas legítimas como la compra de empresas de la competencia, FairSearch acusa a Google de impedir que un cliente de su sistema publicitario Adwords pueda enviar sus datos a otras plataformas publicitarias y también de poner límites a los anunciantes para conseguir su exclusividad.
“Es necesaria una supervisión continua”, resume FairSearch en la denuncia, tras realizar una cronología de las diversas investigaciones abiertas contra el buscador, de Corea del Sur a Europa pasando por Estados Unidos. “Las autoridades mundiales deben asegurarse de que Google se rija por las leyes antimonopolio vigentes con el fin de proteger la innovación, el desarrollo económico y a los consumidores”.
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