Un conocido puede influir mucho más que un amigo o un familiar en su próxima oportunidad laboral
Un estudio corrobora la importancia de los “contactos de contactos” en la búsqueda de empleo, tras rastrear 20 millones de usuarios de LinkedIn durante cinco años
Conectarse en LinkedIn a un amigo de un amigo o un conocido puede resultar más útil para ayudar a encontrar un nuevo empleo que hacerlo a un contacto cercano, como familiares o parejas. Es lo que revela un estudio publicado hoy en la revista Science. La magia está en que las personas fuera del entorno más habitual son la ventana al mundo: ...
Conectarse en LinkedIn a un amigo de un amigo o un conocido puede resultar más útil para ayudar a encontrar un nuevo empleo que hacerlo a un contacto cercano, como familiares o parejas. Es lo que revela un estudio publicado hoy en la revista Science. La magia está en que las personas fuera del entorno más habitual son la ventana al mundo: presentan contenido novedoso con mayor frecuencia y antes que el resto.
Al utilizar información interna de la red social profesional LinkedIn, el grupo de expertos formado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de la Universidad de Stanford, de la de Harvard y dos miembros de la propia compañía, ejecutaron el primer experimento a gran escala que comprueba la importancia de ir más allá de nuestros contactos más inmediatos cuando se quiere progresar laboralmente. Para ello, el equipo rastreó 20 millones de usuarios entre 2015 y 2019, de los cuales se registraron 2.000 millones de nuevas conexiones y 600.000 nuevos puestos de trabajo.
El científico de datos de LinkedIn Karthik Rajkumar, uno de los autores del estudio, explica que el rastreo no modificó el perfil de cada persona, sino que empleó el algoritmo de la ventana personas que podrías conocer, que recomienda nuevas conexiones. Los usuarios participantes fueron divididos en dos grupos: de manera aleatoria, uno recibía más recomendaciones del tipo débil (usuarios con pocos amigos en común), mientras que el otro recibía más del tipo fuerte (con muchos amigos en común o que trabajaban en la misma empresa, por ejemplo). Y para verificar que la transición laboral había sido realmente fruto de las conexiones, los expertos establecieron que un determinado usuario X debería pasar a trabajar en la empresa de un usuario Y al menos un año después de que hubieran conectado por LinkedIn.
Los resultados muestran que, en esta red social, los contactos más valiosos para encontrar un trabajo mejor no son los amigos más cercanos, sino los llamados “vínculos débiles”, como puedan ser dos personas que tal vez no se conozcan, pero que tengan algo en común. La explicación que dan los autores a este fenómeno es que, en un nivel de proximidad pequeño, los usuarios comparten algunos contactos que pueden motivarles a ayudar a otros y son, al mismo tiempo, lo suficientemente distantes como para que no tengan recelo en exponer información laboral nueva y útil.
Y no se trata de enviar y aceptar miles de invitaciones. La efectividad se encuentra en un punto intermedio y no es linear. Mientras que una conexión que posee solamente un contacto en común puede ser poco eficaz en la transición laboral, la que sobrepasa los 30 tiene una probabilidad aún menor. Según los datos, el equilibrio ideal está alrededor de los 10 amigos compartidos.
Además, este fenómeno no se comporta de igual manera en todos los usuarios. Es, sobre todo, efectivo entre los integrantes de las industrias de alta tecnología, que permite el trabajo remoto, por ejemplo. Para los trabajadores de los sectores analógicos o poco afectados por la digitalización, sus conocidos, amigos y personas que comparten del mismo entorno son más útiles para su transición laboral.
Sinan Aral, coautor del estudio y actual director de la Iniciativa del MIT sobre la Economía Digital, asume que todavía no es posible afirmar con “un 100% de seguridad” el porqué de esta diferencia entre sectores. Pero al comparar la manera en que un constructor y un programador, por ejemplo, buscan empleo, se pueden identificar los matices. “Un constructor está vinculado a un espacio físico y a una red menor, sus compañeros laborales suelen ser del mismo entorno. Un programador, que participa en conferencias y puede trabajar remotamente, es más susceptible de conocer a más personas y de diferentes círculos. De esta manera, tiene más probabilidades de lograr una nueva posición a través de estas nuevas conexiones”, matiza Aral.
El estudio analiza también la repercusión de una herramienta digital como LinkedIn en la vida laboral de las personas. “Los algoritmos están impactando directamente a los indicadores fundamentales de la economía, el empleo y el desempleo”, sostiene el catedrático. Pero en este caso, no parece ser malo del todo. Como miembro de la compañía, Rajkumar defiende que LinkedIn está constantemente cambiando sus características para cumplir con el objetivo de promover oportunidades laborales a sus usuarios. Aunque es necesario que las personas hagan su parte. “Lo que considero realmente útil, principalmente si eres del sector tecnológico, es mantener activa tus conexiones, hablar con ellas, interactuar”, sostiene. Y si quieres cambiar de trabajo, quizás no debes ignorar las recomendaciones de esas “personas que podrás conocer”.
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