Pau Ninja: “No soy un criptobro, soy un bitcoin maximalista”
La crisis de las criptomonedas hace destacar a un grupo que mantiene su fe en la principal divisa digital, como el podcaster Pau Ninja. Tratan de distinguirse del sector más especulador, pero las semejanzas socioculturales los definen
“En mi cabeza es solo una crisis más. Yo sigo comprando bitcoin”, dice Pau Ninja, empresario de internet y autor de podcasts. Desde primavera, las criptomonedas viven en un llamado criptoinvierno. Bitcoin, la principal criptodivisa, ha caído a cifras parecidas a las de 2018. El resto ha caído incluso más. Los inversores centrados en cripto viven estos meses entre la cautela y el temor. Pero hay un grupo que aparenta tranquilidad y destaca un cisma dentro del mundo cripto: una cosa es bitcoin y otra el resto.
Pau Ninja se considera un “bitcoin maximalista”: invierte solo en bitcoin, sin querer saber nada de las demás. “Las criptomonedas son una burbuja, o mejor, muchas burbujas”, dice el empresario de 31 años, que usa el apodo de nombre artístico. “Esto es como la crisis de las puntocom, pero con esteroides. Cuando explotó la burbuja, entonces no se hundió todo el sector, no desapareció internet, sino que quedaron tres, cuatro, cinco empresas”, añade. Esto es lo que espera que ocurra con bitcoin. Su comportamiento no tiene nada que ver, dice, con el de los llamados criptobros.
Esta división está extendida en el sector, aunque no siempre se comparta. “Un bitcoin maximalista es una persona que se ha formado mucho y entiende bitcoin”, asegura Cristian Via, cofundador del podcast y canal Hablando Crypto de Youtube. “Los criptobros, en cambio, buscan la gema, algo que les haga ricos. En la jerga cripto se dice ‘esta gema va a hacer un por 100 o un por 1.000′. He hablado con muchos criptobros y buscan cómo hacerse rico muy rápido”, añade.
El llamado maximalismo de Pau Ninja le viene de “haber estudiado”: “Yo no tuve una etapa de especulación cripto, sino que solo puse la punta del pie en la piscina y con la pandemia me lancé de golpe con bitcoin”, explica. “Lo que me ha ayudado es hacer la vista de pájaro, mirarlo desde fuera. Uso muchos estudios, pero quien me lo dice es el sentido común. Veo claramente que bitcoin es el ganador a largo plazo”, añade.
Los “bitcoin maximalistas” aseguran que basan su inversión en el ahorro y no la especulación. Han adoptado incluso una palabra específica para señalarlo: “hodl”, del inglés hold, conservar, pero popularizado con un error tipográfico mítico: “Sin hodl, un maximalista pasaría a ser un criptobro. Un criptobro que tiene bitcoin. Sin hodl se pierde toda perspectiva fundamental a largo plazo”, dice Pau Ninja. “La volatilidad actual es temporal. Si eres maximalista, a quién le importa: voy a 10 años, no me fijo en el ruido actual”, añade.
Otro rasgo de los maximalistas es su desprecio por el resto, dice Raúl Marcos, fundador de Carbono, un fondo centrado en cripto: “Los bitcoin maximalistas son gente que cree fuertemente que Bitcoin es la única criptomoneda que tiene sentido y valor, y muchas veces llaman shitcoins [monedas de mierda] a las demás, incluido ethereum. Son muy agresivos contra todo lo que vean como un ataque a bitcoin y son bastante contrarios al cambio”, describe.
Pau Ninja gestiona a ocho empleados que le ayudan con su podcast (que incluye una comunidad de pago y ha tenido en total cerca de 3 millones de descargas de 400 capítulos), su canal de YouTube y en sus proyectos vinculados de ecommerce. Ganó mucho dinero hace unos años con páginas de afiliación: son las que hablan de un producto concreto, desde planchas a monopatines, y mandan tráfico a Amazon, que luego les paga una comisión de las ventas. Su éxito depende mucho de si salen las primeras cuando alguien busca en Google ese producto.
Todo el dinero que ahorra va a bitcoin. Y asegura que no se trata del presunto esquema piramidal de estas monedas digitales: “El esquema piramidal son las pensiones y el sistema monetario actual. Claro que bitcoin coge valor cuanta más gente entra, como Internet. Es el efecto red. Pero no hay nadie arriba que se enriquezca”, explica.
Su confianza es total, excepto por un pequeño detalle: que ese alguien aparezca. Bitcoin fue creado por una persona o ente llamado Satoshi Nakamoto, hasta hoy anónimo. Hay una cartera que supuestamente le pertenece que nadie ha tocado ni movido desde su fundación. Esa persona sería millonaria si apareciera. El temor de Pau Ninja es que de repente el dinero de esa cartera se mueva. Eso desataría una furia global para descubrir quién está realmente detrás de bitcoin: “Si hubiera un solo movimiento en esa cartera, querría decir que algo ha pasado, que ha habido movimiento allí. Buscamos esa neutralidad, que no haya ninguna cara visible”, dice.
Multipotencial como Da Vinci
Los estudios que Pau Ninja analiza para descubrir qué inversión es la mejor con sentido común también le acercan a otros ámbitos; algunos más vinculados a decisiones financieras, como vivir en Estonia para no pagar tantos impuestos. Pero de ahí ha pasado a reflexionar sobre dietas, ejercicio, cómo ligar, tomar el sol o ver porno. Uno de los motivos es porque, dice, es “multipotencial”: “Hay muchas personas que no son multipotenciales hasta que se lo defines. La sociedad, desde que somos pequeños, nos dice que debemos especializarnos. Tiene todo el sentido. Pero hay otras personas, como yo, que hemos cambiado mil veces de estudios. No es por indecisión, sino porque quieres hacer todo a la vez. Descubrí este concepto francés, es lo contrario de un especialista. Estoy tres meses con bitcoin a tope y un día me levanto y ahora me interesa algo de salud o psicología”, explica Pau Ninja.
El objetivo último de un ser multipotencial es convertirse en polímata, dice: “Es un maestro de varias áreas. Leonardo da Vinci fue un maestro de un montón de cosas. Yo querré ser un polímata de las áreas que me interesan, pero no eres tú quien lo decide”.
Esta capacidad para convencerse con teorías de disciplinas tan especializadas puede tener relación con la seguridad que destila el mundo cripto, algo que ocurre tanto con maximalistas como con criptobros. “Quizá hay un perfil que busca el antiestablishment”, dice Cristian Via. “Cuando entiendes bien las criptomonedas, lo que pueden solventar, y ves el desconocimiento y desinformación en algunos medios, te preguntas si quizá han sacado más cosas de contexto. Es pensamiento crítico”, añade.
Esa mezcla de subversión, internet y redescubrimiento del mundo aúna la visión más sociológica y menos económica del mundo cripto: “Les unen las ganas de ir contra el sistema”, dice Raúl Marcos. “Tanto maximalistas como criptobros hablarán de libertad financiera, de que cripto no está controlado por los gobiernos, que con cripto puedes vivir donde quieras sin límites. Con lo que ha crecido cripto en los últimos años ya hay de todo, pero diría que sigue predominando gente con una visión tirando hacia lo libertario”, añade.
Los títulos recientes del podcast exitoso de Pau Ninja dan muestra de sus ganas variar y convicción: “Eres adicto al porno (y lo sabes)”, “Misterios eleusinos: la Biblia (no) mintió… fue malinterpretada”, “El valor de un hombre es determinado por sus valores”, “Hombres con estilo: vestir bien no significa ir a la moda”, “Sufrir a propósito: por qué vivir en busca de dolor”, “Testosterona: los secretos caseros para aumentarla”. Todos estos títulos son solo algunos de agosto y septiembre. La variedad es mucho mayor.
“Como me interesan tantas cosas, intento ser eficiente y hackear el sistema de cada área que te interesa. Si te interesa la nutrición no intentas leer todos los libros de nutrición porque sabes que más adelante dejará de interesarte. Intentas coger las semillas, no buscas una información generalizada, sino ver dónde está la clave de todo. Eso comporta mucha información y experimentación. Durante 6 años estuve con dietas vegetarianas. Más adelante vi que no funcionaban”, dice. Ahora defiende que comer carne es lo mejor.
La audiencia de estos podcasts y de este mundo es masculina. Apenas hay “criptosisters”. Pau Ninja lo sabe: “Sé que es meterme en un gran charco. No es que me dirija solo a hombres, pero ahora sí empiezo a hacerlo porque desde hace cientos de episodios mi audiencia son hombres. Es natural, porque somos un balance distinto de hormonas. Decir que no crees en los efectos de la testosterona es como decir que no crees en los efectos de la insulina”, dice.
Sabe que le acusan de ideologías o de votar a partidos que no siente como propios, pero no duda en señalar que los hombres hoy están “amenazados”. “No tengo ningún tipo de miedo de que crean que soy una especie de antifeminista. Quienes están muy atacados son los hombres. Es la gracia de tener una plataforma, que puedes encapsular tus pensamientos, es una muestra de que he vivido y he llegado a mis propias conclusiones”, explica. Hace poco compró por 1.000 euros la página masculinidad(.)com, “el blog para ser más masculino”. Hay un nicho, aparentemente, por explotar y, como experto en criptomonedas y “bitcoin maximalista”, tiene una parte del camino hecho.
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