El problema de la cultura ‘brogrammer’: “Se está excluyendo la mirada femenina de las soluciones tecnológicas que van a modelar el futuro”

Si en el entorno laboral general las mujeres se enfrentan a mayores dificultades que sus compañeros varones para obtener un aumento de sueldo y para alcanzar un puesto más alto, en el sector tecnológico, en particular, la tendencia se acentúa. La organización sin ánimo de lucro Digital Fems ha presentado este martes en el Espacio Fundación Telefónica el informe Mujeres Tecnólogas en España, el primero sobre este asunto en nuestro país, que recopila las ideas y percepciones de 488 mujeres encuestadas. Según los datos que recoge, el 56,3% de las mujeres que se dedican a la tecnología en España cree o tiene la percepción de que no se ha encontrado con las mismas oportunidades de acceso a puestos de mayor responsabilidad que sus colegas de género masculino. Las tecnólogas siguen siendo una minoría y la cultura del brogrammer (programador machista) continúa muy presente en el sector.

A pesar de ello, los datos obtenidos ponen de manifiesto que el 78,2% de las tecnólogas se siente capaz o muy capaz de enfrentarse a desarrollos tecnológicos complejos: “Tienen una fuerte concepción acerca de sus conocimientos técnicos y seguridad acerca de su dominio en hard skills (habilidades duras o las competencias y conocimientos técnicos que se adquieren)”, recoge el informe. Thais Ruiz de Alda, una de las investigadoras a cargo del análisis y fundadora de Digital Fems, ha defendido que las mujeres que trabajan en este sector “se sienten empoderadas”, pero también ha constatado que el síndrome del impostor sigue desempeñando un papel en la trayectoria de las profesionales.

A ello se suma la falta de apoyo en la trayectoria profesional: el 3,1% ha llegado a abandonar su rol técnico o directamente el sector tecnológico y el 47,1% ha renunciado al menos una vez a su puesto de trabajo técnico por no haber tenido apoyo en su evolución. “Esta falta de apoyo se caracteriza por la ausencia de ascenso profesional, por la falta de políticas de igualdad o por la no subida de sueldo”, evidencia el texto.

El 48% de las tecnólogas ha ascendido laboralmente en el último año, pero una de cada cinco no ha recibido una compensación económica o de sueldo por ello. Según el World Economic Forum, la brecha salarial de género en España alcanza el 28%. De las encuestadas que llevan más de dos años en su empresa actual, casi un 24% jamás ha recibido ningún tipo de promoción. “No podemos permitirnos el lujo de no promocionar a las mujeres”, defiende Ruiz de Alda.

A la presentación de los resultados le ha seguido un debate entre varias profesionales relacionadas con el sector tecnológico, todas ellas mujeres. Patricia Horrillo, fundadora de Wikiesfera, ha declarado: “Las mujeres se nos ha alejado del mundo de la programación (...) y la dirección que estamos cogiendo no es la del cambio”. La activista y música Rocío Saiz ha defendido que hay que ser “realista, el futuro es tecnológico y, si las mujeres no existimos en ese futuro, seguiremos excluidas”, a lo que Silvia Ocaña, moderadora del debate y directora de Mujeres a seguir ha añadido: “Se está excluyendo la mirada femenina de las soluciones tecnológicas que van a modelar el futuro”.

Casi el 60% de las tecnólogas encuestadas asegura que en los últimos tres años no ha habido ningún cambio en las políticas de diversidad en su entorno corporativo, y el 56,3% reconoce que o bien no existe o no conoce la existencia en su empresa u organización de un departamento o persona responsable que vele por el cumplimiento de políticas de igualdad, diversidad e inclusión.

En lo que se refiere al acoso sexual en el entorno laboral, las cifras también resultan preocupantes: el 22,7% afirma que a lo largo de su vida profesional ha padecido o sufrido una situación de acoso sexual y un 5% se ha abstenido de contestar. Según la organización responsable del estudio, “en sectores masculinizados (como el tecnológico) es más común que florezca este tipo de actitudes”.

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