El consejo de la televisión valenciana rechaza que Ximo Rovira presente un concurso en À Punt porque “su imagen se asocia a la telebasura”
El órgano rector de A Punt quiere caras nuevas y evitar cualquier identificación con programas como ‘Tómbola’, que acabó hace 18 años. Rovira critica “el criterio arbitrario” de la “preocupante” decisión
Ximo Rovira es uno de los presentadores de televisión más conocidos en la Comunidad Valenciana. Alcanzó su mayor grado de popularidad gracias al polémico programa de cotilleos Tómbola, que presentó entre 1997 y 2004, primero solo en la cadena pública valenciana Canal 9. El espacio cosechó un gran éxito de audiencia y su fórmula fue copiada posteriormente por las televisiones privadas, pero fue también objeto de múltiples críticas y se convirtió en un paradigma de la llamada telebasura en España.
El consejo rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, que incluye a la televisión À Punt, nacida en 2016 tras el cierre de Canal 9 en 2013, rechazó la pasada semana, por cinco votos a cuatro, que Ximo Rovira, de 61 años, presentara la nueva temporada del concurso Atrapa’m si pots (Atrápame si puedes). La presidenta en funciones del consejo rector, Mar Iglesias, explica las razones y puntualiza algunas interpretaciones: “Nunca ha sido un veto, ni se ha dudado de la gran profesionalidad de Ximo Rovira, pero sí queremos evitar la memoria audiovisual valenciana que está vinculada a la telebasura y al pasado de Canal 9. Hemos pedido caras nuevas, caras que no recuerden al antiguo Canal 9, que tengan otro aire, que remitan al futuro. Y se ha considerado que su imagen se asocia a la telebasura y dañaba esa nueva imagen de la cadena”, señaló el jueves a este periódico. El consejo rector aprobó ayer, miércoles, que el cómico Óscar Tramoyeres presente el espacio producido por Mediapro, que también emiten otras cadenas autonómicas.
“No es la imagen que se quiere dar, hay una mochila reputacional detrás y tenemos una dirección estratégica de la marca”, insiste la periodista y profesora en la Universidad de Alicante. Y Rovira, apunta la que fuera su compañera en Ràdio 9, es un presentador con muchas más connotaciones que Màxim Huerta, por ejemplo, que se mantiene en parrilla y también trabajaba con anterioridad en Canal 9.
El fundido en negro de esta cadena lo decretó Alberto Fabra, sucesor de Francisco Camps, José Luis Olivas y Eduardo Zaplana en la presidencia de la Generalitat, todos ellos del PP. Tomó la determinación cuando el Tribunal Superior de Justicia consideró nulo el ERE presentado para reducir una plantilla de casi 1.200 trabajadores en una cadena que vivía envuelta en múltiples escándalos de manipulación informativa y corrupción, con una deuda desbocada de 1.200 millones de euros.
Imagen y audiencia
La elección de Ximo Rovira para Atrapa’m si pots partió de la productora del concurso en sustitución de Carolina Ferre y contaba con el visto bueno de la dirección general de À Punt, que desempeña Alfred Costa, y de los departamentos de contenidos y programas. “En este caso, pesa más la imagen de la cadena que aumentar la audiencia. Y el consejo rector tiene potestad para decidir estas cosas, como marca la nuestra ley, lo hacemos todas las semanas”, aduce Iglesias. Agrega que el órgano está integrado por “profesionales del mundo de la comunicación, no políticos”, elegidos por las Cortes valencianas, en virtud de la ley de creación de la nueva corporación de medios aprobada en 2015 con la llegada de la izquierda al Gobierno de la Generalitat, formado por el PSPV-PSOE y Compromís, y al que luego se sumó Unides Podem.
Rovira califica de “arbitraria” la decisión del consejo que considera “preocupante”, así como el hecho de que se arrogue la interpretación de la sociedad valenciana de lo que es la “memoria audiovisual”. “Hace 18 años que acabó Tómbola y yo llevo 38 años trabajando y pagando todas mis facturas”, comenta el periodista, que dice sentir una “gran tristeza” por no volver a la que considera su casa como presentador. “¿Cuál es el criterio profesional que se ha seguido si una productora experta como Mediapro, la dirección general de A Punt y sus departamentos avalan mi elección y si además dice el propio consejo que soy un gran profesional?”, se pregunta el periodista que ahora presenta un programa en Levante TV. “Son prejuicios, no una decisión profesional”, afirma.
El periodista asegura que no tiene que pagar ninguna deuda por su trabajo como presentador en Tómbola, que se pudo ver en otras cadenas españolas también. “Fue un programa que funcionó muy bien y dio mucho dinero a la cadena, que no debería haberse hecho en una televisión pública, sino en una privada. Pero eran otros tiempos, con otra concepción de la televisión. Nosotros competíamos con los programas de [Xavier] Sardá, de Lina Morgan, y ganábamos”. “Pero de todo eso hace ya 18 años. En fin, lo que siento es una gran tristeza”, apunta.
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