Diez veces adiós, detective Munch

Las listas de series más vistas siempre sorprenden. En la de Nielsen, por encima de muchos millonarios e hiperpublicitados contenidos de plataformas, aparecen la irreductible NCIS y los tenaces analistas de conducta de Mentes criminales. Hay una televisión de la se habla y se teoriza sesudamente y una televisión que se ve aunque no genere hashtags ni galardones.

A pesar de su prolífica carrera televisiva, Richard Belzer solo cató una nominación: Roba Escenas Favorito en los People’s Choice, una categoría que le definía. Destacan los obituarios que es historia de la televisión, el único actor que ha interpretado el mismo personaje en 10 series distintas: el mordaz conspiranoico detective John Munch. Fue uno de los protagonistas de la espléndida Homicidio, la serie basada en textos de David Simon, creador de The Wire, en la que también vimos su espigada figura; el gran Dick Wolf se lo llevó a Ley y Orden: Unidad de víctimas especiales y lo lució en todas las series de la franquicia. Como buen conspiranoico, Munch también tuvo encaje en Expediente X. Y en Arrested Development y 30 Rock. Paradójicamente, el espacio natural de Belzer era la comedia, vía de escape de una infancia marcada por el maltrato y la muerte. Lorne Michaels, que algo sabe de talento, lo contrató para “calentar” al público de un recién nacido Saturday Night Live.

Dudo que le preocupasen los premios, aunque se los habrían merecido sus duelos con Marlee Matlin y Jerry Lewis —así se las gasta Ley y Orden: UVE en materia de estrellas invitadas—. La jubilación de Munch dejó a la comisaría del distrito 16 huérfana de elegancia y socarronería. Hoy a Richard Belzer lo lloran muchos espectadores que saben que ni las mejores interpretaciones ni las mejores series son necesariamente aquellas de las que más se habla.

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