María Dueñas, de escritora superventas a guionista y productora en EE UU: así es su primera serie
Tras vender 10 millones de libros en todo el mundo, la autora de ‘El tiempo entre costuras’ crea ‘Los artistas: primeros trazos’, una serie original de 10 capítulos para la plataforma ViX
Casi 15 años han pasado desde que María Dueñas (Puertollano, Ciudad Real, 59 años) se convirtiera en una estrella de la literatura, en uno de esos fenómenos editoriales escasos e infrecuentes que hoy en día se cuentan con los dedos de una mano. Una supernova de la escritura con una pata en las pantallas que, tras cuatro novelas de éxito, ahora da un salto no tan común: Dueñas pasa a ser creadora de contenido original para televisión, así como productora ejecutiva del mismo. En pocos días, el próximo 7 de julio, estrena la que es su primera serie original, Los artistas: primeros trazos. Por el momento sus 10 capítulos, que emite la plataforma ViX para sus más de 30 millones de usuarios activos en Estados Unidos, México y la mayor parte de países de habla hispana, no tienen fecha de estreno en España.
Los tres lustros no pasan en balde. Por nadie, tampoco por la manchega. Se le notan en soltura, lucidez, tablas y discurso. Desde sus “cuarteles de verano” en Cartagena, Murcia, donde tras una temporada intensa se ha ido a recargar pilas, Dueñas atiende a la prensa de todo el mundo en una larga jornada de entrevistas por videollamada. Apenas tiene nueve, doce, quince minutos para explicar cargada de entusiasmo este proyecto que, cuenta, le ofrecieron desde Isla Audiovisual (Isabel, Frágiles, La pecera de Eva, Historias para no dormir) y que no dudó en aceptar.
La trama de Los artistas: primeros trazos resulta fluida, sencilla y ágil, a la par que entretenida. Su primer capítulo sienta las bases de lo que ocurrirá en los otros nueve. Cata, una especialista en arte mexicana, harta de su trabajo como camarera mal pagada en Madrid, se une a Yago, un cliente pícaro y seductor que busca hacer dinero fácil (que no será tan fácil) colándoles a nuevos ricos sencillos cuadros como grandes obras de arte. Los protagonistas son Ximena Romo y Maxi Iglesias, una pareja de guapos con química, acompañados del veterano Francesc Garrido, un inspector especializado en falsificaciones que vendrá a ponérselo difícil a este dúo de compinches a los que el espectador desea, como ocurre a menudo con los personajes de Dueñas, por ambivalentes que sean, que les salgan bien las cosas.
La de la serie es la tradición española de la picaresca traída al siglo XXI, y con mucho más humor del que acostumbra la autora en sus novelas. Ella tenía ganas, asegura, de “una mirada más ligera, más liviana”. También quería que fuera algo dual, entre España y América. Como explica, tanto ella como sus socios partieron de la idea inicial de “hacer una producción desde España con ambición hispánica”. Se ha rodado entre Madrid, Marbella, Toledo y Miami con una protagonista mexicana. “Tengo una enorme simpatía por México, es un paisaje que conozco bien, que visito muy a menudo, donde también tengo muchísimos lectores. No me ha sido para nada extraño”.
También desde el principio estaba la idea del arte, del mundo que gira a su alrededor, de las falsificaciones y el comercio. “Cuando lo empezamos a armar, a articular, apareció ViX. Les gustó la idea desde el principio”, relata Dueñas, que explica, como también cuenta la productora, que este proyecto se enmarca en un convenio mayor, en un contrato llamado first look, por el que la plataforma tiene prioridad para echar un primer vistazo a las obras que Dueñas planee específicamente para creaciones audiovisuales. En el caso de los libros, los derechos se gestionan de manera diferente. “Esto es un convenio abierto durante unos cuantos años, yo voy generando ideas y ellos van mirando. Y la verdad es que para mí es una aventura muy distinta, muy gratificante y estoy encantada con esta confianza que me dan”.
Es decir, que ahora Dueñas tiene dos trabajos; incluso tres, si se le suma el de productora. Pero para ella son como “dos carriles” distintos donde pone a prueba su forma de pensar, de escribir y de gestionar su tiempo. “Es gratificante para los que trabajamos mucho en soledad, porque al final estás contigo misma las 24 horas del día, a veces durante meses. En esto es todo lo contrario: es trabajar siempre en equipo, siempre con gente y todos remando en una dirección, pero cada cual aportando sus miradas. Y por eso es muy gratificante. Es un pensamiento bicéfalo, pero es muy fácil diferenciarlo, es muy fácil salir”.
Entonces, ¿cómo es el proceso para alguien que tiende a escribir volúmenes de cientos de páginas y cargados de detalles y documentación a pasar a hacer ideas para guiones? Dueñas, doctora en Filología Inglesa y profesora titular de la Universidad de Murcia (se sacó la plaza poco antes de publicar su primera novela, el inmenso éxito que fue El tiempo entre costuras), tiene un método firme. “Como escritora soy muy estructurada, metódica. Vengo del mundo académico, yo trabajé mucho tiempo con un diseño curricular, con planificación... y eso me lo llevé al mundo de la literatura, claro. Para escribir cada una de mis novelas tengo claro desde el principio por dónde voy a ir, qué va a pasar, siempre con un margen de flexibilidad para jugar. Pero tengo la espina dorsal, digamos, muy bien trazada desde el principio. Ya traía un poco ese bagaje desde el mundo literario. Con mis procedimientos encaja bastante”.
Además, reconoce la escritora, colaborar en las adaptaciones de sus novelas (Antena 3 convirtió El tiempo entre costuras en una exitosa serie en 2013; La templanza fueron 10 capítulos en Amazon Prime en 2021) le ha dado mano izquierda ahora, sobre todo para entender que en el audiovisual la producción no funciona como en una novela, donde se puede cambiar de personajes, época y escenario al gusto del autor. “La literatura lo aguanta perfecto, claro. Ahora ya sé que una producción audiovisual hay que también tenerlo claro. Digamos que, como ya había tenido una cierta incursión en el terreno, no entro de nuevas sin controlar el lenguaje. Ahora sé que si estoy aquí y quiero que vayamos a la playa y ahora a una cabaña en la montaña... cuesta dinero”, asume. Lo que también reconoce es que la obra original del autor, su esencia, se respeta cada día más, con los códigos propios del audiovisual, pero con respeto.
El hecho de interesarse por la gestión del capital tiene que ver con su faceta de productora ejecutiva. “Es parte del acuerdo”, reconoce, “pero es algo en lo que los escritores también estamos entrando, en tener una participación más amplia. Creo que ha cambiado muchísimo la forma en la que la industria nos hace partícipes, antes simplemente se compraban los derechos y ahora creo que se nos estima más, porque en cierta forma hemos demostrado que podemos ser constructivos, que podemos aportar algo en positivo, no solo en los guiones sino en cuestiones vinculadas a la producción. No es que estemos a diario en todo, pero podemos tener ideas y aportaciones”.
A diario ella no está, confiesa. Para Los artistas: primeros trazos solo ha pasado un día por el set de rodaje. Ha estado “en conexión directa” y ha tomado decisiones relacionadas con la trama, las localizaciones, el atrezo... pero desde fuera. “Voy una vez y me quito de en medio, por el bien de ellos y por el mío”, ríe. “Me gusta ser controladora. Siempre estoy muy pendiente de todo, así que hay que tener confianza en el equipo. Me han constantemente manteniendo al tanto, claro, la conexión ha sido muy fluida en todos los sentidos. Pero mi lugar está detrás”.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.