Elvira Lindo pone humor y música a su recreación de ‘Hansel y Gretel’ para la SER
El tradicional Cuento de Navidad de la emisora tiene a la infancia y el medioambiente como protagonistas
Cuando los padres de Hansel y Gretel los abandonan en el bosque y los niños pierden el rastro para regresar a su hogar, los dos hermanos terminan en la casa de chocolate y dulces de una malvada bruja que les invita a pasar con la intención de engordar a Hansel para comérselo. El breve relato que otros hermanos, los Grimm, recogieron y publicaron en 1812 es la base este año del tradicional ...
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Cuando los padres de Hansel y Gretel los abandonan en el bosque y los niños pierden el rastro para regresar a su hogar, los dos hermanos terminan en la casa de chocolate y dulces de una malvada bruja que les invita a pasar con la intención de engordar a Hansel para comérselo. El breve relato que otros hermanos, los Grimm, recogieron y publicaron en 1812 es la base este año del tradicional Cuento de Navidad que la Cadena SER regala a sus oyentes cada año desde hace 11. Pero en la versión que se escuchará el día 25 de diciembre a las 12.00 (con reemisión el 5 de enero a las 18.00 y que también estará disponible en cualquier momento en SER Podcast), los dos hermanos vivirán diferentes aventuras en su camino por el único bosque que queda en la Tierra y se encontrarán con animales parlantes.
La escritora Elvira Lindo ha sido la encargada de adaptar Hansel y Gretel, un cuento que apenas ocupa tres páginas, y convertirlo en una ficción sonora de una hora de duración. Ella misma decidió que fuera esta la historia protagonista del Cuento de Navidad de la SER de este año. “Me parecía que para la radio, un medio muy literario, y teniendo en cuenta mi experiencia radiofónica, era más inspirador tomar un cuento clásico, que tienen un argumento muy marcado pero donde no hay psicología de los personajes”, explica Lindo por teléfono. Esa ausencia de detalles como el lugar o la época donde se desarrolla la historia o la personalidad de sus protagonistas permitía a la escritora dar rienda suelta a su creatividad. “Hansel y Gretel reúne muchas de las características del cuento clásico: hay noche, miedo, abandono, brutalidad… Era un desafío contar eso y que también hubiera humor. Ha sido una de las experiencias más hermosas que he tenido”, asegura.
Además del humor, Elvira Lindo, a la que esta adaptación le ha permitido recordar sus comienzos profesionales en la radio, ha querido que en su cuento, como en todos los relatos tradicionales de este tipo, tuviera mucha presencia la música. Así, por ejemplo, la cantante y actriz Sheila Blanco pone voz y música al mirlo que se encuentran los niños, y en la historia también suenan las voces del coro de niños del colegio Los Peñascales. Javier Cámara y Emma Suárez son las voces del padre y la madrastra de los niños, mientras que María Pujalte es la bruja, Eulalia Ramón la zorra y la propia Elvira Lindo interpreta a la oveja negra. Los niños Marco Guerrero y Matilda Donate son Hansel y Gretel. A los oyentes habituales de estos relatos navideños les sonarán sus voces porque ellos mismos fueron Pinocho y Mecha hace dos años. Una Gretel adulta, con la voz de Ana Wagener, es quien narra la historia, dando así una vuelta al clásico narrador omnisciente de los relatos tradicionales.
Con su Hansel y Gretel, Elvira Lindo ha querido introducir una reflexión sobre el futuro y la infancia, además de una llamada de atención hacia la importancia de cuidar el medio ambiente. La escritora, que ha estado muy involucrada en el trabajo de producción del cuento, destaca la libertad total con que ha contado en un relato que no tiene “ningún tipo de corrección política” y que no evita los aspectos más oscuros de Hansel y Gretel.
El que los protagonistas sean niños y las aportaciones musicales añadieron complejidad a la preparación de un cuento cuya producción comienza a principios de octubre, como explica su directora, Ana Alonso, una veterana en esta función. Para las canciones, en el cuento participó el periodista Iñaki de la Torre para acompañar con la guitarra. “Es un cuento muy oscuro, como todos los cuentos infantiles, y con mucha retranca. Si lo escucha un adulto hará una lectura y si lo escucha un niño, se entretiene y hace otra lectura”, reflexiona Alonso.
La versión de Elvira Lindo se sitúa en un futuro indeterminado en el que la Tierra se ha secado y solo queda un bosque. Los niños viven en la parte árida, pero su aventura será en la zona frondosa. Uno de los retos de esta ficción sonora es que el oyente pueda captar a través del oído las diferencias entre los distintos ambientes. “Cuando suena la casa de Hansel y Gretel, en la sequedad, suena el ambiente desértico, chicharras, viento seco… Queremos que se pueda sentir la diferencia entre la parte desértica y el bosque”, explica Roberto García, responsable de la realización sonora del cuento.
Ahí es donde entra la magia, como lo define García, del naturalista Carlos de Hita, y sus paisajes sonoros. De Hita ha compuesto varios ambientes forestales en los que el bosque adquiere diferente carácter, más tenebroso, más agresivo, más luminoso… “La banda de sonido tiene un sentido narrativo a la hora de condicionar la acción, sintonizar con la tensión dramática de la acción”, explica De Hita por teléfono. Para ello ha recurrido al archivo sonoro fruto de sus grabaciones de la naturaleza durante 37 años. “La naturaleza siempre tiene un sonido adecuado para crear una situación dramática. Le da más que ambiente, forma parte del relato, y le da más profundidad al cuento”, comenta sobre su función. Para conseguir diferentes ambientes, explica, juega con las voces de los animales (un mirlo transmite alegría, el búho y la lechuza son más siniestros…) y con las densidades: un ambiente forestal lleno de sonidos de insectos es más agobiante que uno en el que los sonidos son lejanos, que transmite relajación.
De Hita recurrió a sus grabaciones para sus paisajes sonoros, pero Roberto García sí añadió nuevos sonidos a este cuento que no tenía registrados. Una de sus preocupaciones estos últimos días antes de rematar su trabajo es que el sonido del movimiento de los animales quede perfecto. En el movimiento de la zorra, en concreto, ha puesto especial cariño: “Hace ocho meses adopté una perrita, y los pasos de la zorra son los pasos de mi perra. Los animales se mueven diferente a nosotros y el sonido es distinto. Conseguir que eso cuadre y quede bien ha sido un reto bonito. Nunca había grabado un animal para el Cuento de Navidad”, concluye.
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