Vídeo | En la biblioteca de Mario Vargas Llosa: “Nunca me he sentido un extranjero gracias a los libros”
Aunque los ejemplares que configuran su biblioteca personal están repartidos por el mundo, el premio Nobel esconde en la de su casa de Madrid algunos de los que más le han marcado
Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) ríe enérgicamente en muchos momentos de la conversación. Sus carcajadas son sonoras y envolventes, de las que se contagian sin querer. Hace dos meses, el coronavirus le encadenó a la cama de un hospital, pero está completamente recuperado. A sus 86 años, el premio Nobel no para. En abril publicó un ensayo sobre Pérez Galdós, acaba de volver de la Feria del Libro de Buenos Aires y ya planea su próxima novela. Lo que más sorprende, sin embargo, es la lucidez que mantiene al revisitar el pasado. “En todos los países en los que he vivido: Francia, Inglaterra, España…, he procurado encontrarme en casa vinculándome a sus libros. Gracias a esto nunca me he sentido un extranjero”, explica en el vídeo de este nuevo episodio de En la biblioteca de.
Con una vida tan nómada y apasionante, la biblioteca personal de Vargas Llosa está repartida por medio mundo. En su apartamento de París, donde terminó de escribir La ciudad y los perros, conserva algunos de los clásicos franceses que más le marcaron en sus primeros años. A la biblioteca pública que lleva su nombre en Arequipa —donde irán a parar todos sus libros cuando ya no esté—, ha regalado unos 20.000. La joya de la corona está en el centro de Madrid. En este piso, amplio y luminoso, ha construido una de sus bibliotecas más extensas y completas. Repartidos en varias habitaciones y un sótano, allí guarda algunos de sus libros más preciados. Entre ellos, la primera edición de Madame Bovary. “Me emociona mucho saber que Flaubert, al que yo admiro tanto, pudo haberlo tocado. Sé lo que quiero en la vida gracias a él”, comenta emocionado mientras pasa el dedo sobre el año de publicación.
Vargas Llosa lee con frecuencia teatro y le gusta tener los libros de política, historia y filosofía cerca de la mesa de cristal en la que trabaja sin ordenador y rodeado de sus icónicas figuras de hipopótamos. Él, que de joven hizo de Cyrano de Bergerac escribiendo las cartas que sus colegas del colegio militar enviaban a sus enamoradas, tiene una gran colección de poemarios: Góngora, Miguel Hernández, Lorca… “Yo también empecé escribiendo poesía, aunque al principio pensara que en el Perú no tenía sentido dedicarse a la literatura. Cuando aprendí a leer con cinco años, recuerdo cómo se expandió el mundo y se enriqueció mi vida. Esa sensación no la he perdido nunca”.
¿Cuál es el escritor que más ha releído Vargas Llosa? ¿Y la novela que le despertó definitivamente su vocación literaria en el Colegio Militar Leoncio Prado? ¿Por qué la obra de Gustave Flaubert le mostró el tipo de escritor que él quería ser? ¿Cuáles son sus novelas imprescindibles? ¿Cómo tiene organizada su biblioteca? ¿Qué libro que aparece en El Quijote defiende y reivindica? Mario Vargas Llosa reflexiona sobre estos y otros temas en esta entrevista en su biblioteca de Madrid.