La crisis de la deuda soberana golpea ya a 12 de los 17 países del euro
Solo Luxemburgo, Holanda, Finlandia y Estonia, al margen de Alemania, tienen una prima inferior a la de España de mayo de 2010 - Nuevo récord del diferencial español
La crisis de la deuda golpea al corazón del euro. Apenas quedan refugios seguros. En 12 de los 17 países de la moneda única, la prima de riesgo (la rentabilidad extra exigida a su deuda en comparación con la alemana) no solo está en los máximos de la era euro, sino que además supera los niveles que tenía la deuda española en mayo de 2010. Fue entonces cuando por primera vez, ante el contagio de la crisis griega, se señaló con el dedo a España y Portugal, que se vieron obligados a acometer duros ajustes.
La prima de riesgo española estaba entonces en 164 puntos básicos (100 puntos básicos equivalen a un punto porcentual). El Gobierno de Zapatero se vio empujado congelar las pensiones, bajar el sueldo de los funcionarios y, en definitiva, adoptar las medidas de ajuste más drásticas de la democracia, en un giro que hizo trizas el capital político que conservaba. A cambio, se permitió al Banco Central Europeo empezar a comprar deuda pública en los mercados y se puso en marcha el fondo de rescate europeo.
El bono a 10 años español marca su mayor rentabilidad de la era euro
La prima de riesgo de Bélgica supera el listón de los 300 puntos básicos
Francia y Bélgica cotizan lejos de la AAA que les otorgan las agencias
Sarkozy declara la guerra a los que "roban" a la Seguridad Social
Tras la aciaga jornada de ayer, países como Austria, aliados de Alemania en su línea dura hace año y medio, tienen una prima de riesgo superior a la española de entonces. Sin contar la propia Alemania, cuyos bonos están considerados el activo libre de riesgo en euros, solo hay, de hecho, cuatro países cuya prima de riesgo no supere los 180 puntos básicos. Se trata de dos Estados que prácticamente no tienen deuda (Luxemburgo y Estonia) y de otros dos (Holanda y Finlandia) cuya prima de riesgo también está en máximos, pero en el entorno de los 80 puntos básicos.
En todos los demás, la crisis de la deuda golpea con fuerza, aunque en distinto grado. En un primer grupo están los países rescatados, entre los que sobresale una Grecia al borde de la quiebra junto a Portugal e Irlanda. Chipre, con tipos superiores al 10% es asimilable a este grupo.
Luego están los dos grandes países del sur de Europa: España e Italia. En ambos la prima de riesgo volvió aumentar ayer. En España llegó a marcar un máximo de 458 puntos básicos y en Italia escaló hasta 529. La rentabilidad del bono español a 10 años marcó un máximo en el 6,34% y la del italiano volvió a superar la línea roja del 7%. La situación española es mucho más holgada en cuanto a vencimientos inmediatos y nivel de endeudamiento (el 70% frente al 120% del producto interior bruto), pero ambos están en primera línea de fuego. Aunque apenas se habla de ellos, las rentabilidades exigidas a Eslovenia y Malta se encuadrarían también en este segundo grupo.
A esos países se ha unido a toda velocidad Bélgica, cuya prima de riesgo superó ayer por primera vez la barrera de los 300 puntos básicos (estaba en menos de 100 hace solo unos meses). Le sigue Eslovaquia, por encima de los 200 puntos básicos, una cota a la que se acercan a toda velocidad dos países cuya calificación por parte de las agencias crediticias sigue siendo la máxima, la codiciada AAA. El diferencial de Austria, un país con un endeudamiento similar al español, ha pasado de los 40 puntos de antes del verano a los 185 de ayer. Y a la misma velocidad se ha deteriorado la prima de riesgo de Francia, que ayer superó los 190 puntos básicos, y es la nueva gran preocupación.
Aunque los tipos a 10 años franceses están aún al 3,7%, los analistas subrayan que, con ese diferencial y la situación económica que arrastra, Francia cotiza ya lejos de la AAA a la que París intenta aferrarse y que Moody's amenaza con rebajar.
Un informe del Consejo de Lisboa, centro de estudios económicos con sede en Bruselas, sobre el estado de salud de los 17 miembros de la zona euro, colocó a Francia en el 13º puesto, en peor situación que España (12º) y solo un puesto por delante de Italia (14º), tras cruzar datos de crecimiento, empleo, consumo, competitividad y sostenibilidad de la deuda. El estudio afirma que, "de los seis países del euro que mantienen la triple A, Francia es de lejos el que goza de peor situación económica", y añade que es hora de "hacer sonar las alarmas" porque París "está amenazada por el contagio de la crisis de la deuda".
El Gobierno trató de calmar las aguas. "No somos tan creíbles como Alemania, pero seguimos siendo creíbles y respetados, porque las medidas que hemos tomado han dado sus frutos", señaló el ministro de Asuntos Europeos, Jean Léonetti, que esgrimió los dos planes de ajuste aprobados en tres meses, que Bruselas ha considerado insuficientes, y atribuyó la creciente distancia entre los bonos alemanes y franceses a que los bunds se han convertido "en un valor refugio".
Dos noticias laborales acentuaron las malas sensaciones. El grupo de automoción PSA (Peugeot más Citroën) anunció que en 2012 suprimirá 6.000 empleos en Europa, y que 5.000 de ellos se perderán en Francia. Por su lado, el banco Société Générale se dispone a acometer "centenares de despidos", según los sindicatos.
Desde Burdeos, Nicolas Sarkozy soliviantó más los ánimos de la izquierda con un polémico discurso, en el que, defendiendo las conquistas sociales de la posguerra, anunció una vuelta de tuerca contra el fraude a la Seguridad Social. La principal amenaza contra el modelo de bienestar no son los mercados, sino el abuso de los ciudadanos que "roban" a la Seguridad Social, sostuvo Sarkozy, que anunció un plan de lucha contra las bajas laborales abusivas para ahorrar 200 millones anuales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.