El IRA inutiliza todos sus arsenales
Un sacerdote católico y un pastor protestante verifican el desarme republicano en Irlanda del Norte
Irlanda del Norte dio ayer un paso histórico hacia la reconciliación, aunque, como tantas veces en su tortuoso camino hacia la paz, lo hizo con más recelo que euforia. Como se esperaba, la Comisión Internacional Independiente que controla el desarme de la provincia certificó que el Ejército Republicano Irlandés, el sanguinario IRA, ha inutilizado sus armas. "Todos los arsenales del IRA", precisó el presidente de la comisión, el general retirado canadiense John de Chastelain. Sus palabras fueron ratificadas a continuación por dos sacerdotes, uno católico y uno protestante, que actuaron de testigos durante la eliminación de las armas. De Chastelain no quiso dar detalles sobre la composición de los arsenales, respetando así las exigencias del IRA.
Aunque los mediadores internacionales han hecho un inventario preciso de las armas inutilizadas, este no será entregado a Londres y Dublín hasta que haya acabado el mandato de la comisión de desarme: es decir, cuando se hayan desarmado también los paramilitares lealistas y otros grupos. "No sabemos cuántas armas ni qué cantidad de municiones se han puesto fuera de uso, ni siquiera sabemos cómo se ha llevado a cabo el decomiso de las armas", se quejó el reverendo Ian Paisley, líder de los unionistas radicales del DUP (Partido Unionista Democrático), mayoritario entre la comunidad protestante.
Pero De Chastelain no se cansó de justificar esa discreción. "Desde el principio tuvimos claro que, si queríamos conseguir la destrucción de las armas, la manera de conseguirlo no podía parecer ni una rendición ni una derrota", explicó en una rueda de prensa en un hotel a las afueras de Belfast. "Conseguir que grupos armados entreguen las armas de manera voluntaria, sin la percepción de que es un acto de humillación o de castigo, no es fácil. Por eso el Consejo Internacional expresó en enero de 1996 a ambos gobiernos [británico e irlandés] su opinión al respecto y estos aceptaron que la confidencialidad tenía que formar parte del proceso para que éste tuviera éxito", explicó.
Aunque el general no dio cifras concretas sobre los arsenales inutilizados, la declaración que leyó, precisa: "En septiembre de 2004, la Comisión recibió estimaciones sobre el número y cantidad de armas en posesión del IRA. Esas estimaciones fueron realizadas por los servicios de seguridad en ambas jurisdicciones y eran concordantes. Nuestro nuevo inventario es consistente con esas estimaciones y estamos convencidos de que las armas decomisadas representan la totalidad de los arsenales del IRA".
Entre las armas destruidas figuran "todo tipo de municiones, rifles, metralletas, morteros, misiles, pistolas, explosivos, sustancias explosivas y otras armas, incluyendo todas las categorías descritas en las estimaciones recibidas de las fuerzas de seguridad". El desarme se ha hecho en dos fases. Tras el anuncio del IRA, el 28 de julio, de que renunciaba a la lucha armada, sus miembros han procedido durante el mes de agosto a ir acumulando los arsenales, repartidos en multitud de puntos distintos, algunos en Irlanda del Norte pero se cree que la mayor parte en la República de Irlanda. La destrucción en sí misma ha ocurrido durante la semana pasada, en presencia de los tres miembros de la Comisión Internacional (De Chastelain, el general de brigada finlandés Tauno Nieminen y el diplomático estadounidense Andrew Sens) y los dos testigos: el católico Alec Reid, un hombre clave en la gestación del proceso de paz, y el protestante Harold Good, ex presidente de la Iglesia Metodista de Irlanda.
Good y Reid lo dejaron claro: "No hemos sido elegidos por el IRA para hacer este trabajo". Su presencia durante la destrucción de las armas tenía como objetivo dar confianza en particular a la comunidad protestante, que no se fía de la palabra del IRA y exige que se difundan pruebas documentales de la destrucción de los arsenales. El vicario protestante hizo un especial llamamiento a los unionistas y al reverendo Ian Paisley "para no desperdiciar esta gran oportunidad".
Tanto De Chastelain como los sacerdotes dieron por seguro que la destrucción había afectado a todos los arsenales del grupo terrorista republicano. "¿Cómo está tan seguro?", le insistía la prensa al general. "Porque los arsenales decomisados coinciden con las estimaciones que teníamos y porque esta vez, y esta es la gran diferencia respecto a las ocasiones anteriores, cuando les preguntamos '¿Eso es todo?', respondieron: 'Eso es todo", contestó De Chastelain.
"No soy republicano y nunca he aceptado la lucha armada. Me parece un error político. Pero llevo 35 años trabajando con los republicanos y sé que cuando dicen una cosa, es esa cosa. Si dicen que eso es todo, eso es todo. Me jugaría la vida a que han sido decomisados todos los arsenales del IRA", declaró el padre Reid. Los sacerdotes explicaron que no sabían adonde les llevaban para la destrucción de las armas y que las jornadas de trabajo eran largas y duras. Aunque no quisieron entrar en detalles, dieron a entender que el desarme acabó el sábado pasado. "La última arma fue un rifle. Cuando se puso fuera de uso, hubo un silencio. Fue muy emotivo, pero en ningún momento rezamos", explicó el reverendo Good.
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