Gearbox, ¿hacia la tercera revolución industrial en Kenia?

Herramientas de software de diseño, equipos de prototipado rápido, impresoras y escáneres 3D, tornos, prensadores hidráulicos, microscopios binoculares, cortadoras láser o de vinilo están al servicio de una nueva y joven comunidad de creadores que se aglutina en el primer espacio de creación tecnológica de Nairobi. Mezcla entre laboratorio y taller mecánico, en los próximos meses se podrán empezar a adquirir los inventos producidos por sus miembros.

Gearbox, una organización sin ánimo de lucro para la innovación en hardware, nació en 2015 con la intención de crear un ecosistema de fabricación keniano en los campos de la tecnología informática, el arte industrial, la robótica y la electrónica. Situado en la segunda planta del iHub (un espacio de trabajo que comparten jóvenes profesionales de la tecología en Nairobi), Gearbox fue impulsado por financiadores extranjeros y nacionales que unieron esfuerzos para que la tecnología que se diseña en Kenia, se manufacture en casa. General Electric, la Universidad de Nairobi, la Universidad Técnica de Kenia o la compañía Seven Seas Technologies han apostado fuerte por la iniciativa.

Hasta hoy, la industrialización en África del Este se ha basado en tecnologías importadas de India y China, aunque también de Emiratos Árabes, Sudáfrica, Estados Unidos o Japón. Sin embargo, el panorama está experimentando ligeras transformaciones que podrían significar grandes avances a corto y medio plazo. Con el precedente del Parque tecnológico e industrial de Nairobi, cuna de la primera empresa de portátiles kenianos —Taifa Laptops—, Gearbox nació para reducir la brecha de habilidades técnicas que distancia Kenia de otros países productores en maquinaria y tecnología.

Para ello, factores estructurales como capacidades, aptitudes, I+D o infraestructura moderna para conseguir que la industria keniana despunte y consiga cuota de mercado internacional parecen ser cruciales. Según un informe de 2015 del Fondo Africano de Desarrollo, los sectores emergentes de la economía keniana, incluyendo el petróleo y el gas, podrían crear entre 6.000 y 15.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos 10 años. Mientras el 70% de los kenianos con edad de trabajar —unos 10 millones de personas— están en la actualidad desempleados o trabajando en el sector informal, iniciativas como Gearbox crean expectativas muy optimistas para la creación de empleo.

El valor de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el PIB de Kenia, incluyendo telecomunicaciones y banca móvil, fue de un 3,8% en 2013, según un informe reciente del Banco Mundial. Para 2017 se espera que la aportación será del 8%. Si el sector de la manufactura electrónico despuntara, Kenia podría pasar de ser la meca de la innovación digital a un nuevo paradigma de revolución industrial.

En consonancia con la estrategia Visión 2030, un ambicioso programa para impulsar Kenia como un "nuevo país industrializado", Gearbox representa hoy la nueva gran esperanza para el país, al que le queda poco más de una década para demostrar que los propósitos de su Visión 2030 no son una simple quimera. El eslogan Compra Kenia, construye Kenia —lema del actual presidente, Uhuru Kenyatta— que pretende convertir el país en líder industrial del continente, parece abanderar las inquietudes e ilusiones de una joven generación capacitada, creativa y dispuesta a llevar su país a un nuevo eslabón de independencia.