Vera Grabe, exsenadora y exmilitante del M-19, nueva jefa de la delegación del Gobierno con el ELN

Reemplaza a Otty Patiño en el cargo y será la primera mujer en liderar un equipo de conversaciones de paz en Colombia

La antropóloga y exguerrillera del M-19 Vera Grabe, en una fotografía de archivo.Mauricio Dueñas Castañeda (EFE)

El Gobierno sigue ajustando el equipo que negocia la paz total. Este lunes ha anunciado que Vera Grabe, antropóloga de 72 años y exsenadora por la Alianza Democrática M-19, es la nueva jefa del equipo de negociación del Estado con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Reemplaza a Otty Patiño, quien se posesionó el pasado 5 de diciembre como alto comisionado de Paz, tras la salida de ese cargo de ...

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El Gobierno sigue ajustando el equipo que negocia la paz total. Este lunes ha anunciado que Vera Grabe, antropóloga de 72 años y exsenadora por la Alianza Democrática M-19, es la nueva jefa del equipo de negociación del Estado con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Reemplaza a Otty Patiño, quien se posesionó el pasado 5 de diciembre como alto comisionado de Paz, tras la salida de ese cargo de Danilo Rueda. Tanto Grabe como Patiño son exintegrantes del M-19, la guerrilla en la que militó el presidente, Gustavo Petro, y que firmó la paz con el Gobierno en 1990. Será la primera mujer en liderar conversaciones de paz en Colombia.

Grabe tiene amplia experiencia con los grupos armados, la política y los procesos de paz. Hija de inmigrantes alemanes, fue conocida como La Mona durante sus años de militancia. En 1974, con apenas 20 años, fue una de los miembros fundadores del M-19, guerrilla que surgió entre jóvenes urbanos que denunciaban un fraude electoral del bipartidismo tradicional en las elecciones presidenciales de 1970. Grabe formó parte de esa guerrilla durante toda su existencia, inicialmente como estudiante universitaria. Fue detenida y torturada en 1979 y, tras un año en la cárcel, quedó libre y pasó a la clandestinidad.

Durante tres años fue una suerte de embajadora del grupo guerrillero, viajando especialmente por México, Centroamérica y el Caribe. Regresó en 1983 a su tierra natal, esta vez ya como jefe combatiente. “La consagración como dirigente guerrillera implicaba mínimo una temporada en el monte. Era bueno ponerme por un tiempo el uniforme, observar una disciplina y ser parte de un cuerpo con vocación de poder”, explica en sus memorias de esos años, El silencio de mi cello. Razones de vida. Cuando ocurrió la toma del Palacio de Justicia de Bogotá, en noviembre de 1985, ella se encontraba preparando una toma a Urrao, un municipio del suroeste de Antioquia.

Grabe avanzó en las filas y fue la única mujer en llegar al grado máximo, el de comandante general. Con el poder de esa función, pasó a ser una de los impulsores de la negociación de paz y miembro del equipo negociador con el Gobierno, junto con Antonio Navarro Wolff o Israel Santamaría. Después de firmar la paz con el presidente Virgilio Barco y dejar las armas en 1990, el M-19 saltó a la política. Y Grabe con ella.

Ese mismo año, fue la primera exguerrillera en ganar un escaño en la Cámara de Representantes. Unos meses más tarde, la Asamblea Constituyente elegida en 1990 —de la que Navarro fue uno de los tres copresidentes con el conservador Álvaro Gómez Hurtado y el liberal Horacio Serpa— revocó el Congreso. El partido que había surgido de la guerrilla, la Alianza Democrática M-19, la incluyó en su lista al Senado, y allí estuvo Grabe hasta 1994.

De la política pasó a la diplomacia, como agregada en la embajada de Colombia en España. A fines de los años noventa empezó a trabajar en asuntos de paz, aunque en 2022 volvió a la política electoral, como fórmula vicepresidencial de Luis Eduardo Garzón, el candidato presidencial de una izquierda unificada en el Polo Democrático. Tras las elecciones, se alejó de la política para enfocarse no solo a trabajar en la paz, sino también en la justicia. Trabaja con el Observatorio para la Paz y dicta la cátedra de Pedagogía y Cultura de Paz en la Universidad Surcolombiana.

Este lunes, después de que el nombramiento se hiciera público, el senador Iván Cepeda, que no solo es del Polo sino cercano a Petro e íntimamente involucrado en el proceso de paz, la felicitó en redes sociales. “Me complace mucho la noticia”, declaró en un video difundido por X. “Tengo toda mi confianza en sus capacidades. Ha sido una mujer que ha dado gran parte de su vida por la construcción de la paz. Y creo que va a continuar, con la misma eficacia y con el mismo tesón, la labor hecha por Otty Patiño, a la cual daremos todo nuestro apoyo desde la delegación”, aseguró.

Grabe toma el cargo en un momento delicado para la paz total, el proyecto insignia de Petro de negociar con todos los grupos armados del país en paralelo. La semana pasada, el propio ELN publicó dos cartas en que declaró que la mesa de diálogos vive en un momento “crítico” que “impacta la implementación de los acuerdos parcialmente suscritos hasta ahora, así como el desarrollo de la agenda de negociaciones”. Justamente, el excomisionado de Paz Danilo Rueda no logró avances significativos en las discusiones durante su año y medio como funcionario. Es más, en los últimos meses, los choques entre las FARC y la Fuerza Pública, y los incesantes secuestros por parte del ELN, han causado zozobra en el país. Ante una lluvia de críticas, el presidente ha hecho cambios.

Ahora, la nueva jefa negociadora se encargará de las discusiones con una guerrilla con la que el Gobierno lleva un año en conversaciones y que se niega a renunciar al secuestro. El pasado 28 de octubre, raptó al padre del futbolista Luis Díaz. Tras dos semanas de angustia para su familia y el país, y ante el contundente rechazo de la comunidad internacional, finalmente fue liberado en la frontera con Venezuela. Sin embargo, el ELN todavía tiene a 38 personas secuestradas, según el ministro de Defensa, Iván Velásquez. El grupo ilegal argumenta que son “retenciones” legítimas que financian sus operaciones.

El quinto ciclo de las negociaciones con el ELN empezó el pasado 4 de diciembre en México. Antes de que comenzaran, el Gobierno dejó claro que el tema principal sería el secuestro. Será el primer y complejo asunto que deberá abordar Grabe en su nuevo cargo.

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