Petróleos de Venezuela: un colosal robo de 4.200 millones
Radiografía de cómo un grupo de exjerarcas chavistas y empresarios saquearon una de las principales compañías públicas de Latinoamérica
Eric Beaumard, director de sumilleres del restaurante Le Cinq en el hotel George V, uno de los más exclusivos de París, creyó haberse equivocado cuando el 20 de noviembre de 2009 comprobó en la cuenta de su sociedad Ampelies un ingreso de 99.980 dólares (90.000 euros) procedente de uno de sus mejores clientes, Diego Salazar. Era la propina del amable y conversador empresario venezolano que frecuentaba el establecimiento, donde reservaba la mejor mesa para catar sus vinos. Aquel no era el único dispendio. En Navidad, el potentado cliente le había regalado una vajilla de 78 piezas de Hermes y una cubertería de oro.
El desproporcionado aguinaldo llegó al jefe de los sumilleres desde la cuenta de Highland Asset Corp, una sociedad panameña de Salazar con cuenta abierta en la Banca Privada d’Andorra (BPA), una pequeña entidad en el entonces paraíso fiscal del mismo nombre.
Los sabuesos agentes de Tracfin, el organismo francés de prevención de blanqueo, rastrearon la propina. Y, tras meses de silenciosas pesquisas, conectaron el desenfrenado tren de vida del enigmático venezolano con uno de los mayores latrocinios de Latinoamérica.
Como si de un juego de espejos se tratara, la gratificación accionó el motor para desnudar a la red que saqueó 4.200 millones de Petróleos de Venezuela (PDVSA), según la Fiscalía del país latinoamericano.
La ostentación impúdica, los dispendios en lujo y la indiscreción sepultaron a la trama. Integrada por dirigentes chavistas, funcionarios de la poderosa firma estatal y empresarios, la red se conjuró para desfalcar los fondos de la petrolera. La fórmula consistió en el cobro de comisiones de hasta el 10% a compañías, esencialmente chinas, que aspiraban a millonarios contratos de la energética. Un alambicado esquema de sobornos que operó entre 2007 y 2012 y atrajo a sus filas a jerarcas de la primera hornada de los gobiernos del expresidente Hugo Chávez (1999-2013).
Junto a sus cabecillas, los exviceministros de Energía Nervis Villalobos y Javier Alvarado, la organización se nutrió también de una pléyade de medio centenar de oportunistas que hicieron caja exprimiendo su cercanía al Palacio de Miraflores, sede del Gobierno venezolano. Reinas de la belleza, embajadores, empresarios sin escrúpulos, actrices, abogados y astutos arribistas del chavismo compusieron la farándula de pillaje.
El propio Salazar, aquel desconocido empresario de seguros que dejó la descomunal propina al sumiller del hotel parisino, era primo del que fuera ministro de Energía, presidente de PDVSA y exembajador en la ONU, Rafael Ramírez.
La red no dejó nada a la improvisación. Y, por eso, dirigió su mirada a un país europeo a 7.400 kilómetros de Caracas para ocultar su botín. Con 77.000 habitantes, Andorra, un micro-Estado blindado hasta 2015 por el secreto bancario, fue el lugar elegido para esconder el latrocinio.
Los depósitos de la Banca Privada d’Andorra (BPA) -un banco que hoy tiene a su cúpula directiva procesada por blanqueo- acogieron el secreto de un dinero que circuló a través de decenas de sociedades opacas radicadas en paraísos fiscales y países blindados por el secreto como Suiza o Belice.
El sistema fue sencillo. No hacía falta viajar a Europa, visitar las montañas nevadas del principado pirenaico o caminar por sus tranquilas y comerciales calles empedradas. Un avispado agente del banco andorrano en Caracas facilitaba a los miembros de la trama los formularios KYC (know your client, conoce a tu cliente, en inglés), donde estos detallaban el origen de su fortuna y facilitaban su pasaporte.
El banco creaba sociedades off shore en Panamá, como la utilizada por Salazar para las propinas. Y estas figuraban como titulares de las cuentas. Solo los más desconfiados solicitaban depósitos cifrados.
Para no levantar sospechas, el grupo comunicaba a los bancos que sus millonarios ingresos procedían de unos trabajos de asesoría que presuntamente no existieron y que, a veces, se justificaban con informes ficticios.
Gracias al maná sin fin, la red navegó por un insólito tren de lujo. El exviceministro Villalobos, el empresario Salazar, y el primo de este último, Luis Mariano Rodríguez Cabello, desembolsaron más de 10 millones en joyería, obras de arte, vinos, relojes y alquiler de helicópteros. Se hicieron también con un emporio inmobiliario valorado en decenas de millones que contempló 21 exclusivas propiedades. Viviendas de lujo, áticos de revista y apartamentos en rascacielos de ensueño integraron estas inversiones en ladrillo, que principalmente se adquirieron en Venezuela y EE. UU.
La propina de Salazar al sumiller activó en 2009 unas pesquisas internacionales que se indagan hoy en juzgados de Portugal, Estados Unidos, España y Andorra, donde una jueza procesó en 2018 a una treintena de integrantes de la red por blanqueo y pertenencia a organización criminal.
Estos son los principales protagonistas del saqueo, según una investigación de EL PAÍS que arrancó hace siete años:
Nervis Villalobos
Vinculación con la trama: hombre de confianza del expresidente Chávez, pasa por ser uno de los cabecillas del desfalco. Junto a su procesamiento por blanqueo en Andorra en 2018 por el expolio de 4.200 millones de la petrolera, el exjerarca está encausado por la Audiencia Nacional de España por integrar supuestamente una trama que cobró comisiones a la constructora Duro Felguera a cambio de contratos públicos en Venezuela. En Texas (EE UU), se le investigó por el saqueo de PDVSA. Y, en Portugal, se le situó bajo el radar por cobrar presuntamente sobornos en la filial de Dubái del Banco Espíritu Santo. Fue arrestado en Madrid en 2017. Los que le trataron lo definen como “conseguidor” de PDVSA y “excelente profesional”. Chávez lo cesó porque supuestamente se ganó la enemistad de una mujer cercana al entonces presidente, según relata un miembro de la trama.
La compañía energética vasca Elecnor le pagó presuntamente 7,4 millones tras conseguir las adjudicaciones de la planta de abastecimiento de agua de Souk Tleta en Argelia y la línea de transmisión eléctrica Ancoa-Alto Jahuel en Chile, según según varias facturas. La compañía lo niega. Esta misma empresa le abonó otros 11,5 millones por un supuesto servicio de asesoramiento después de que el Gobierno de Chávez adjudicara a través de PDVSA una central termoeléctrica por 1.420 millones a una Unión Temporal de Empresas (UTE) donde figuró Elecnor. Ambos pagos fueron revelados por este diario.
Fondos, sociedades y cuentas: el exviceministro manejó hasta 2012 un total de 12 depósitos en la BPA y constituyó 11 sociedades instrumentales. Sus cuentas recibieron 137 millones de dólares (124 de euros), según la Policía de Andorra. Se le atribuye un patrimonio de 70 millones de dólares (63,4 de euros).
Gastos y tren de vida: recurrió presuntamente a un entramado empresarial internacional con tentáculos en España para lavar 59 millones de dólares (53,4 de euros) de la corrupción en Venezuela. Su tinglado financiero contempló cuentas bancarias en la República Checa, empresas en Edimburgo, Chipre e Irlanda del Norte y conexiones con Panamá, Suiza, Islas Caimán y Liechtenstein. También, manejó depósitos en el país helvético, Uruguay y Estados Unidos.
Junto a sus socios, el exviceministro se hizo en España con 113 propiedades (71 pisos y 42 plazas de garaje). Se le vincula con la adquisición de tres viviendas en las calles José Abascal y Ortega y Gasset, dos de las arterias más caras de la capital española; una urbanización de lujo con más de 40 villas en Marbella (Málaga) y la compra en 2014 de una casa en La Moraleja (Alcobendas) de más de 3.000 metros valorada en tres millones de euros.
A través de la sociedad Josland Investments, Villalobos pagó en 2011 una factura de 99.942 dólares (90.500 euros) en relojes que incluía dos Rolex de oro amarillo.
Javier Alvarado
Vinculación con la trama: considerado cabecilla de la red de saqueo, este jerarca fue uno de los hombres de confianza de Hugo Chávez con acceso a Rafael Ramírez, el poderoso presidente de PDVSA. Procesado por blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal en Andorra, el exdirigente está también encausado en España, donde la Audiencia Nacional le vincula con una trama de cobro de comisiones a la empresa Duro Felguera.
Fue arrestado en Madrid en 2019 a petición de un juzgado de Texas (EE UU), que le reclamó por los supuestos delitos de blanqueo de capitales y conspiración para el blanqueo en un caso de corrupción de más de 42 millones de euros conectado con la eléctrica venezolana.
Fondos, sociedades y cuentas: manejó cinco depósitos en la Banca Privada d’Andorra (BPA) y cuatro sociedades que percibieron 51 millones de dólares (46,5 de euros). Abrió una de sus cuentas en la entidad andorrana en julio de 2008, cuando todavía formaba parte del Ejecutivo de Chávez. También controló cuentas y sociedades instrumentales (sin actividad) en Suiza, Dominica, Luxemburgo y EE UU.
Gastos y tren de vida: el exdirigente controló un ramillete de empresas pantalla en jurisdicciones off shore para ocultar su elevado tren de vida e inversiones. Así, usó su sociedad en el paraíso fiscal de Belice Lairholt Finance Limited para comprar por 1,1 millones de dólares (970.000 euros) una vivienda en España en noviembre de 2009. También, recurrió a esta mercantil para conseguir en 2011 otro inmueble en Miami a través de un testaferro por 950.000 dólares (860.961 dólares). En 2014, a través de su firma luxemburguesa Sirena International SA, desembolsó cuatro millones de euros para hacerse con el 70% de las acciones del hotel Anandá de Cartagena de Indias (Colombia).
Luis Mariano Rodríguez Cabello
Vinculación con la trama: testaferro de la red de pillaje. Nacido en Caracas en 1965, pasa por ser el hombre de paja del grupo que esquilmó la petrolera. Fue detenido en Madrid a petición de las autoridades de Venezuela que reclamaron su extradición por delitos de corrupción, apropiación de caudales públicos y blanqueo de capitales. Es miembro del denominado clan Salazar, encabezado por Diego Salazar, primo del expresidente de PDVSA Rafael Ramírez. Y está acusado de cobrar comisiones ilegales a empresas chinas que obtuvieron contratos millonarios en grandes obras de infraestructura en Venezuela.
Fondos, sociedades y cuentas: entre 2007 y 2015, movió 1.144 millones de dólares a través de su entramado de cuentas ocultas en la Banca Privada de Andorra, según reveló este diario citando informes confidenciales de la Policía de este país pirenaico.
Para ello, usó sociedades instrumentales. Entre ellas, figuraron High Advisory and Consulting S. A. (mercantil panameña); Antigua Omega y DT Investment and Consulting CV.
Gastos y tren de vida: a través de su ramillete de sociedades, adquirió 21 viviendas valoradas en 52 millones de dólares entre 2008 y 2014 en Venezuela y EE UU. El rosario de propiedades incluye un lujoso apartamento valorado en 5,3 millones en el rascacielos One Thousand Museum de Miami; un helicóptero nuevo Eurocopter Ec135 de 2,6 millones para seis pasajeros y piloto; 22 vehículos, entre los que destacan ocho todos terrenos Toyota 4 Runner y un blindado, que se compraron en un concesionario de Miranda (Venezuela) por 5,7 millones entre 2014 y 2015. Para reforzar este parque móvil, se destinó 328.000 dólares en blindajes de la flota con protección nivel 5 para evitar asaltos, secuestros y disparos de armas cortas y rifles.
El testaferro de la red se interesó también por hacerse en 2011 con un Ferrari GTV Fiorano de 350.000 dólares. Y su red de desfalco destinó 114.282 dólares a acondicionar el avión privado Beechcraft. También pagó 761.497 euros en vuelos privados a Nicaragua y 5,2 millones a un bufete de abogados.
La trama en la que Rodríguez Cabello actuó como prestanombres también abonó facturas en suites presidenciales de hoteles de megalujo de 1,8 millones de dólares como Mandarín Oriental de Hong Kong, Bristol de Panamá, Gran Hyatt de Shangai o los complejos vacacionales Atlantis de Bahamas y Le Blanc en Cancún.
La red de Rodríguez Cabello destinó 1,4 millones en un armario de tres módulos, 1,3 en muebles de una firma italiana —la suma incluyó el transporte desde Livorno y Génova a Venezuela―, 1,4 millones en un comedor para una de las oficinas, más de un millón en suministros de mármol para una propiedad en Caracas, 600.000 dólares en otras piezas de mobiliario exclusivo y 388.658 en un gimnasio privado.
Los gastos se completan con un millón en sistemas de comunicaciones de última generación; 230.000 en proyectos de arquitectura; 400.000 en carpintería e iluminación para una vivienda en la playa; 13.000 euros en una mesa de billar. También se pagaron cursos de cocina por valor de 430.690 euros; sesenta esmóquines negros, camisas y 30 juegos de lazo y faja por 151.716 y 153 botellas de champán Dom Pérignon de 2004 que costaron 129.875.
La partida de bebidas se completa con 23 cajas del espumoso Taittinger de 29.519 euros; 55.000 euros en güisqui y 28.323 en la enoteca Ronchi de Milán.
También se abonaron 120.000 en servicios de coaching y 123.900 en la exclusiva joyería francesa de vajillas y plata Christofle.
Diego Salazar Carreño
Vinculación con la trama: es primo hermano del exministro chavista de Energía y Petróleo Rafael Ramírez. Y, desde 2018, está procesado en Andorra por el expolio de la petrolera.
Fondos, sociedades y cuentas: controla Worldwide Traders Line, firma instrumental panameña sin actividad que le sirvió para hacer pagos de 49 millones. También se le vincula con la mercantil Dainty Properties Limited, en la que aparece con su esposa, Rosycela Díaz Gil.
Gastos y tren de vida: adquirió en 2014 por 15,3 millones un apartamento en el icónico rascacielos One Thousand Museum de Miami (Florida) y un terreno de 3,3 millones, cuya ubicación se desconoce. También se gastó 356.263 dólares en traslado de pasajeros en helicóptero Hawker 1000.
Su lista de dispendios contempla un gasto de 2,5 millones de dólares en hoteles, joyas y ropa de diseño. El detalle revela pagos de 806.630 dólares en relojes Patek Philippe; 58.682 en exclusivas pieza del joyero Harry Winston y 719.061 dólares en hoteles. De esta última partida, 610.000 dólares corresponden a la cadena Ritz, 87.711 al Plaza Athénée de los Campos Elíseos de París y 21.350 al Le Meurice.
Su factura en ropa sumó 385.905 dólares. La marca italiana Brioni se llevó la palma (330.000 dólares), seguida de Luis Vuitton (25.982), Christian Dior (15.162) y Ralph Lauren (14.791).
Cuentas: Manejó una en la BPA a nombre de la sociedad panameña que canalizó casi todos los pagos y otras cuatro en la misma entidad andorrana vinculadas a su mujer, Rosycela Diaz. La esposa de Salazar se presentó ante el banco como “ama de casa”.
Luis Carlos de León Pérez
Vinculación con la trama: este letrado con nacionalidad americana y venezolana y hombre de confianza de Javier Alvarado fue expresidente de la compañía estatal Electricidad de Caracas. Fue detenido por la Guardia Civil en Madrid en 2017 tras ser reclamado por las autoridades de EE UU, que le acusaban de delitos de corrupción cometidos a través de la oficina de compras en este país. La Audiencia Nacional concedió su extradición y, gracias a su colaboración con la justicia de EE UU, se declaró culpable ante un tribunal de Texas, que le sentenció a un año de prisión. Se comprometió a entregar 18 millones de dólares que ocultaba en una cuenta suiza. Cobro 19 millones en minutas de la trama por supuestos servicios.
Fondos, sociedades y cuentas: controla la mercantil instrumental Ribston Investment S. A. Y manejó dos cuentas en la BPA y una tercera cifrada. Su esposa Andreina Gámez Rodriguez pilotó entre 2008 y 2014 otras dos cuentas a nombre de sociedades instrumentales y una tercera a su nombre en el mismo banco andorrano. Gámez figuraba en 2010 como administradora única y dueña de la empresa inmobiliaria de Madrid Sansobino 1977 S. L. En 2019, último año que presentó sus cuentas, esta compañía acumulaba un activo de 2,8 millones, según la plataforma mercantil Informa. Desde sus cuentas traspasaron 8,4 millones de dólares a las cuentas andorranas de Nervis Villalobos y al que fuera viceministro de Energía chavista Javier Alvarado.
Gastos y tren de vida: la compañía madrileña de la esposa de De León adquirió en 2011 una vivienda dúplex de 221 metros cuadrados y tres plazas de garaje en el número cuatro de la calle Tahona de la capital española. Gámez firmó en 2010 un contrato para hacerse con el inmueble por 2,5 millones. De León reservó en 2009, a través de una inmobiliaria española, sendas viviendas y cuatro plazas de garaje valoradas en más de un millón de euros. Y su esposa suscribió ese mismo año un contrato para comprar una tercera propiedad en Madrid en la promoción conocida como Paseo de la Habana. El paquete incluía tres plazas de garaje y costaba 665.540 euros. En 2012, intentaron hacerse con la casa “Maricarmen” en la ciudad de Baruta, en el Estado de Miranda, Caracas. Con una superficie construida de 800 metros cuadrados, la propiedad se extiende sobre un área de 4.000. La pareja se comprometió a desembolsar 5,2 millones.
Rocío del Valle Maneiro
Vinculación con la trama: el Gobierno de Hugo Chávez suscribió en 2010, cuando Maneiro era la representante diplomática venezolana en Pekín, un gran acuerdo con empresas chinas. Se trató del denominado Gran Volumen, un tratado de 20.000 millones de dólares, que permitió a firmas del gigante asiático hacerse con contratos del país latinoamericano. El acuerdo fue usado por los saqueadores de PDVSA para hacer caja.
Fondos, sociedades y cuentas: La diplomática controló Valden Overseas S. A., una firma instrumental empleada para suscribir un acuerdo de supuesta asesoría de hasta 15 millones de dólares con la mercantil panameña High Advisory and Consulting S. A. de Luis Mariano Rodríguez, presunto muñidor de la trama y exgerente de Electricidad de Caracas. Se trató de un contrato de supuestos servicios de los que duda la justicia andorrana. Los investigados están acusados de cobrar comisiones de empresas chinas a cambio del amaño de contratos públicos de Pdvsa y sus filiales.
Manejó, además, cuatro cuentas en la BPA con cuatro millones de dólares y transfirió 1,7 millones a depósitos en Suiza y Miami a nombre de uno de sus hijos. Su abogado asegura que Maneiro ha justificado el origen del dinero y su supuesta asesoría.
Omar Farías Luces
Vinculación con la trama: procesado en Andorra desde 2018 por el saqueo de la petrolera.
Fondos, sociedades y cuentas: controló 12 cuentas en la BPA a nombre de sociedades instrumentales (sin actividad) radicadas en Panamá, Barbados y las Islas Vírgenes Británicas. Desde estas compañías, ingresó decenas de millones mediante traspasos internos a sociedades off shore.
Gastos y tren de vida: durante los años del expolio de PDVSA (2007-2012), el empresario desembolsó 30 millones de dólares en adquirir un avión privado de la compañía Gulfstream Aerospace de EE UU; un barco del astillero italiano San Lorenzo; dos viviendas en el Caribe –una fue Villa Any, radicada en Playa Juanillo en Santo Domingo- y el caballo La Zanahoria (200.000 dólares).
España centró su apetito inversor. A través de hipotecas, el venezolano se hizo en 2010 con siete viviendas de lujo y cuatro plazas de garaje en el corazón del madrileño barrio de Salamanca, la milla de oro de la capital española. Su emporio inmobiliario de lujo supera los 6,5 millones de euros.
José Luis Zabala
Vinculación con la trama: está ligado a Omar Farias Luces, el rey de los seguros venezolanos que hizo caja con PDVSA durante los años del latrocinio de la estatal (2007-2012).
Fondos, sociedades y cuentas: manejó dos cuentas en la BPA a su nombre y una tercera compartida con su mujer, Ailyn Saireth Meneses Rosillo. También controló otra cuenta con el nombre de la sociedad panameña Greentrail International Inc. Esta última fue abierta por el despacho panameño Alcogal.
Gastos y tren de vida: dio una señal de 602.000 euros para adquirir una villa de 915 metros cuadrados de 1,7 millones en Cap Cana, urbanización de lujo en Punta Cana (República Dominicana). Desembolsó también más de 70.000 dólares en hoteles de las cadenas Marriott y Mandarín Oriental.
Apasionado de los relojes, las tarjetas de crédito del empresario abonaron 149.000 euros por un ejemplar de oro exclusivo de Jaeger-LeCoultre; 155.000 por un IWC de oro rosa. También pagó con el dinero de plástico otros cinco ejemplares de esta marca, entre los que destacan uno de platino del modelo aviador Big Pilot (34.445) y otro de oro blanco (19.190). A la colección se sumó un Parmigiani Kalpa de mujer de oro y diamantes (18.190 euros). En relojes Patek Philippe, se dejó 126.760 euros.
En el apartado de joyas, Zabala no escatimó. Adquirió unos pendientes de oro de 18 quilates con brillantes (20.800), un anillo de oro rosado con piedras preciosas y brillantes (13.000) y desembolsó 800 euros para hacerse con tres bolígrafos Cartier. En la joyería Wempe de Madrid, Zabala gastó otros 27.380 euros.
En arte, sus tarjetas de crédito reflejan el pago de 370.000 euros por las obras Psychromie número 507 del artista franco-venezolano Carlos Cruz-Diez. Se trata de un ejemplar procedente de la galería parisina Denise René adquirido en la pinacoteca de Caracas Graphic Art. Por la pieza Amantes, una escultura en bronce del colombiano Fernando Botero, abonó 485.000 euros en 2010.
Su seguro de vida con la compañía New York Life Insurence Company ascendió a 96.000 euros.
Fidel Ramírez Carreño
Vinculación con la trama: médico, especialista en gastroenterología, hermano del poderoso Rafael Ramírez, que fue ministro de Energía y Petróleo (2002-2004) con Hugo Chávez, presidente de PDVSA (2004-2014) y exembajador de Venezuela en la ONU. Hoy, Rafael Ramírez está repudiado por el régimen, que le acusa de corrupción, y reside en Italia.
Fidel Ramírez fue arrestado en 2018 en Venezuela por su relación con cuentas en paraísos fiscales, según confirmó el fiscal general de ese país Tarek William Saab a Associated Press.
Fondos, sociedades y cuentas: recibió 350.000 dólares (325.900 euros) en 2012 de Luis Mariano Rodríguez Cabello, presunto testaferro de la trama. Se justificó ante el banco andorrano como el pago de una supuesta deuda. Figuró en una compañía opaca creada en el Líbano en 2014, según reveló Armando.info.
Claudia Paola Suárez Fernández
Vinculación con la trama: El testaferro de la red, Luis Mariano Rodríguez Cabello, le regaló un apartamento de lujo. Para abonar esta propiedad, el hombre de paja de la organización corrupta transfirió en 2010 a través de la BPA 950.000 dólares a una cuenta en Bank Sarasasin and Co de Suiza al matrimonio propietario de la vivienda.
Fondos, sociedades y cuentas: la modelo abrió en marzo de 2009 una cuenta en la BPA para ingresar un millón de dólares.
Gastos y tren de vida: recibió de los expoliadores de PDVSA un apartamento en el edificio Parque Residencial Campo Oro de Caracas valorado en 950.000 dólares.
Ramón Elías Morales Rossi
Vinculación con la trama: recibió fondos de los saqueadores de PDVSA.
Fondos, sociedades y cuentas: a través de la instrumental Laurentis Group Inc., cobró entre 2014 y 2015 un total de 1,6 millones de dólares. De nuevo, mediante un contrato de supuestos servicios con High Advisory and Consulting, la sociedad panameña de Rodríguez Cabello. El contrato establecía pagos de 300.000 dólares anuales y hasta un máximo de medio millón por productividad. Los investigadores andorranos dudan de su veracidad. “No se observa ningún documento que acrediten los servicios o proyectos”, afirma la Policía. Morales cobró en su cuenta en la BPA
Habib Ariel Coriat Harrar
Vinculación a la trama: ayudó presuntamente a blanquear 5,5 millones de dólares (5 millones de euros) a la red. Su mecanismo para cometer este ilícito fue la venta de 250 relojes de las marcas Rolex (oro y acero), Cartier, Chopard y Breguet. Entre sus clientes figuraron los miembros de la red Nervis Villalobos, exviceministro de Energía y Petróleo, y el empresario venezolano Diego Salazar, primo de Rafael Ramírez, exministro de Petróleo del país latinoamericano.
Fondos, sociedades y cuentas: ocultó 5,5 millones en una cuenta en la Banca Privada d’Andorra (BPA) que permaneció activa entre 2011 y 2014.
A través de la mercantil instrumental Golson Ltd, radicada en Tórtola, capital de Islas Vírgenes Británicas, el joyero blindó su identidad. Y vendió los relojes. Los investigadores de Andorra creen que todo fue una treta para el blanqueo. Y, por eso, una jueza de este país pirenaico le investiga por este delito.
José Luis Parada
Vinculación con la trama: Manejó un entramado financiero en Suiza y Andorra que sumó 8,5 millones de dólares (7,7 de euros) entre 2008 y 2015. A través de su tinglado de cuentas, cobró supuestamente comisiones ilegales del que fuera viceministro de Energía de Venezuela Nervis Villalobos, y de Diego Salazar, primo de Rafael Ramírez, ministro de Petróleo de Venezuela entre 2002 y 2014.
Fue arrestado en 2015 en Venezuela por corrupción y acusado por el ministerio público de este país de malversación de fondos y asociación ilícita. Pese a que las autoridades del país sudamericano le condenaron a arresto domiciliario hasta la celebración del juicio, el exejecutivo de PDVSA huyó de la justicia en 2017. Reside en Canadá, según la Unidad de Inteligencia Financiera de Andorra (Uifand).
Fondos, sociedades y cuentas: Tuvo una cuenta en el suizo Banca Credinvest S. A. con 7,1 millones de dólares (6,4 de euros) en 2014. Manejó otra en la BPA en la que acumuló 8,5 millones (7,7 de euros) entre 2008 y 2015.
Gastos y tren de vida: a través de la mercantil Prometeo Internacional SA, que está vinculada a Parada, se abonaron entre 2009 y 2013 un total de 128.700 euros en exclusivos hoteles y restaurantes de Houston, Los Ángeles, San Diego, Miami, París, Bogotá, Barcelona o Düsseldorf.
José Márquez Cabrera
Vinculación con la trama: considerado hombre de confianza del exministro de Petróleo Rafael Ramírez, aparece vinculado a la red de blanqueo de capitales que salpicó al que fuera embajador de España en Venezuela entre 2004 y 2007, Raúl Morodo, y a su hijo Alejo. Se trata de una organización que, supuestamente, cobró 4,5 millones de dólares (cuatro millones de euros) de PDVSA entre 2008 y 2012 mediante la treta de asesorías ficticias.
Márquez fue detenido en Madrid en 2019 tras prestar declaración en la Audiencia Nacional. En su comparecencia judicial, negó haber cobrado comisiones en el caso Morodo y se mostró colaborador. Días después de ser puesto en libertad con cargos, el exejecutivo de PDVSA fue encontrado ahorcado en una casa del municipio madrileño de Alcobendas. La autopsia reveló que se suicidó. Dejó escrita una carta cuyo contenido no ha trascendido.
Luis Abraham Bastidas Ramírez
Fondos, sociedades y cuentas: Junto a un socio del hijo del exembajador de España en Venezuela, Márquez Cabrera figuró en una sociedad panameña utilizada presuntamente para expoliar fondos de la petrolera pública con la técnica de las falsas asesorías.
Vinculación con la trama: primo del exministro chavista de Petróleo de Venezuela, el otrora todopoderoso Rafael Ramírez, este exejecutivo de la firma estatal fue otro de los antiguos directivos de la energética que eligió Andorra para esconder sus comisiones. En 2018, fue arrestado por agentes de Interpol en Córdoba (Argentina) por petición de Andorra por los presuntos delitos de blanqueo y dinero procedente de la corrupción.
Fondos, sociedades y cuentas: a través de dos cuentas en la Banca Privada d’Andorra (BPA), ocultó siete millones de dólares (6,3 de euros) entre 2011 y 2015. El dinero procedió de transferencias ordenadas por una firma sin actividad del supuesto testaferro de la red, Luis Mariano Rodríguez Cabello. Usó la sociedad instrumental panameña Tellancourt SA para ocultar su botín en Andorra.
Carmelo Urdaneta
Vinculación con la trama: exalto cargo de PDVSA durante los mandatos del exministro Rafael Ramírez, fue condenado en 2022 por un juzgado de Miami (Florida) a cuatro años de prisión por conspiración para el blanqueo. Se le vinculó con un supuesto fraude en EE UU de 1.200 millones conectado a la petrolera. La jueza acordó también el embargo de sus activos por valor de 49 millones. Tuvo una cuenta bancaria en Suiza y un apartamento de lujo en este país, según Swiss Info. Llegó a un acuerdo con la Fiscalía para declararse culpable de estos delitos en un proceso que comenzó en 2020 tras entregarse a las autoridades estadounidenses, según el citado medio. Durante varios años, residió en Madrid.
Fondos, sociedades y cuentas: junto a una cuenta en Suiza, controló otra en la BPA que figuró a nombre de la sociedad instrumental Ramok Investment. Con ella, cobró de Andorra cuatro millones de dólares del que fuera viceministro de Energía de Hugo Chávez y cabecilla de la red de saqueo, Nervis Villalobos. El pago se enmascaró como supuestos servicios de asesoría. La justicia andorrana conecta el dinero con comisiones ilegales.
Eudomario Carruyo
Vinculación con la trama: fue director de las filiales de la petrolera Deltaven y Pdvsa Marina y de Citgo, energética venezolana radicada en EE UU. Junto a su participación en el saqueo de PDVSA, se le vinculó en 2011 con una estafa piramidal de 500 millones de dólares (452 de euros) conocida como caso Illarramendi, que causó un agujero en el fondo de pensiones de PDVSA. El paradero de Carruyo es desconocido. Según Armando.info, pasa temporadas en La Romana (República Dominicana), donde navega en un yate propiedad de su hijo.
Fondos, sociedades y cuentas: el exdirectivo cobró 30,6 millones de dólares (27,7 de euros) en la BPA entre 2008 y 2010, cuando pertenecía a la cúpula de la petrolera. La suma llegó mediante transferencias ordenadas por Nervis Villalobos, exviceministro de Energía y Petróleo de Venezuela; Diego Salazar, primo del exministro de Energía y expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez; y Luis Carlos de León, exabogado de la petrolera. Los cobros se enmascararon bajo servicios ficticios de consultoría. Desde Andorra, el exdirectivo transfirió 20,1 millones a una cuenta en Dubái controlada supuestamente por su sobrina, que declaró que el beneficiario último era su tío; y 6,5 millones a un depósito en Suiza.
Por otra parte, tuvo una cuenta en la BPA a nombre de su sociedad panameña Biford Investments S. A., en la que figuró como representante junto a su esposa, Nancys Jacibis Perozo de Carruyo. Para facturar los ficticios servicios de asesoría a la red que expolió PDVSA, Carruyo usó su firma venezolana de ingeniería, Lugo Enterprise. Usó la sociedad Wellnut overseas para mover sus fondos a través de un testaferro. Se presentaba como un empresario del sector energético especializado en planes de ingeniería y su entramado societario incluyó una mercantil en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes Británicas, según Armando.Info.
Luis Enrique Tenorio
Vinculación con la trama: como alto funcionario de la representación diplomática de Venezuela en China, fue presuntamente el encargado de conseguir que empresas de este país asiático pagaran sobornos para lograr adjudicaciones en el país latinoamericano.
Las transacciones formaron parte de una derivada del saqueo de PDVSA conocida como el Gran Volumen, un megacontrato de 20.000 millones de dólares (181.100 de euros) sellado en 2010 entre Venezuela y China para promover la construcción de infraestructuras públicas en el país latinoamericano.
Fondos, sociedades y cuentas: Tuvo una cuenta en la BPA en la que en 2023 acumulaba 109.850 dólares (99.471 euros) y creó una sociedad panameña, Phomphien Corporation, para mover su opaco caudal de fondos en Andorra.
Francisco Jiménez Villaroel
Vinculación con la trama: hombre de confianza de Rafael Ramírez, presidente de la petrolera y exministro de Energía y Petróleo.
Fondos, sociedades y cuentas: manejó tres cuentas en la Banca Privada de Andorra entre 2010 y 2012 que canalizaron más de nueve millones de dólares. Vació sus depósitos andorranos en junio de 2012 mediante transferencias a Suiza, San Vicente y las Granadinas, EE UU y Curazao (Países Bajos). Recibió en Andorra 8,2 millones de dólares de Diego Salazar, primo de Ramírez y destacado miembro de la trama de pillaje. Gracias al vaciado de sus cuentas, tiene embargados únicamente 3.360 dólares.
José Ramón Arias Lanz
Vinculación con la trama: Funcionario de Pdvsa.
Fondos, sociedades y cuentas: abrió varias cuentas en la BPA a nombre de las sociedades instrumentales, sin actividad, Ansonia Asset Foundation y White Snake Properties Inc. Tiene congelados siete millones de euros, según señala un informe policial de mayo de 2022. Andorra le sitúa en EE UU.
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