Argentina reabre su embajada en Bangladesh, el país que más ama a Messi en Asia

Negocios son negocios. Argentina ha reabierto este lunes su embajada en Daca, Bangladesh, cerrada hace 45 años por la dictadura militar (1976-1983). El Gobierno de Alberto Fernández vio una oportunidad en el fanatismo que los bangladesíes demostraron por la selección argentina de fútbol durante el Mundial de Qatar. Al final de cada partido, decenas de miles de personas salían a las calles a celebrar los goles de Lionel Messi y sus compañeros y entraron en un éxtasis colectivo cuando finalmente la albiceleste levantó la Copa. El fútbol será ahora la gasolina de una estrategia que aspira a aumentar las exportaciones de alimentos hacia el que es el octavo país más poblado del mundo.

“Hay mucho amor hacia la Argentina de parte del pueblo de Bangladesh; es muy emocionante”, dijo desde Daca el canciller argentino, Santiago Cafiero, el primer ministro de Exteriores sudamericano que visita el país asiático.

Argentina vendió en 2021 a Bangladesh 876 millones de dólares en aceite y harina de soja, además de maíz y trigo, con un superávit en la balanza comercial de 862 millones de dólares. La reapertura de la embajada comenzó ha gestarse en agosto pasado, en el marco de una conferencia de Naciones Unidas. Cafiero se reunió en Nueva York con su par bangladesí, Abul Kalam Abdul Momen, para explorar “el potencial comercial” de la relación bilateral, como dijeron entonces. Seis meses después de aquel encuentro, la embajada argentina reabrió sus puertas.

“Nuestro país fue uno de los primeros en reconocer la independencia de Bangladesh, declarada en marzo de 1971. El presidente Juan Domingo Perón habilitó la primera representación diplomática el 30 de octubre de 1973. La embajada se abrió en la ciudad de Daca en enero de 1974 y fue cerrada cuatro años después por decisión de la última dictadura cívico-militar”, explicó el ministerio de Exteriores en un comunicado. Más allá de estos lazos históricos, la atención estuvo puesta en el fervor que la albiceleste despierta en la población.

La ceremonia en Daca fue una muestra de ellos. Cientos de personas se acercaron hasta la sede de la nueva embajada vistiendo la camiseta de la selección argentina, mientras en el interior del edificio se cantaba “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar...”, himno de la hinchada campeona en las tribunas de Qatar.

La albiceleste es la selección de Bangladesh por adopción. La relación comenzó hace más de 30 años y tiene raíces históricas. El 22 de junio de 1986, se jugó en México el partido entre Argentina e Inglaterra. Maradona marcó un gol con la mano y fue luego aquel “barrilete cósmico” que convirtió el que aún hoy se considera el mejor en la historia de los mundiales. Aquellos goles también se gritaron en la península del Indostán, donde India y Pakistán (cuya parte oriental, Bangladesh, reclamó su propia soberanía en 1971) habían obtenido su independencia de la corona británica en 1957. Casi 15 años antes, Bengala, la provincia más grande de la colonia, vio morir a casi tres millones de personas en una hambruna decretada desde Londres. Winston Churchill y el ejército británico sufrían contra Japón y, temiendo que el ejército nipón invadiera sus colonias, quemó la tierra plantada. La selección de fútbol de Bangladesh, que se fundó en 1972, un año después de la independencia, jamás clasificó a un Mundial, y su pueblo adoptó como propia a aquella de Maradona. La devoción por la albiceleste se renovó con Lionel Messi.

La pelota servirá de plataforma para expandir la relación comercial. El subsecretario argentino de Promoción del Comercio, Guillermo Merediz, dijo que el fútbol servirá “para promover la yerba mate y los productos de la Argentina que permitan desplegar las acciones en este mercado”, además de las exportaciones tradicionales de soja. En la comitiva argentina viajó además un representante del club River Plate, que prometió exportar su modelo de formación de jugadores para ayudar al desarrollo del fútbol bangladesí. La promoción comercial de Argentina se completará con el fichaje de Jamal Bhuyan, capitán del seleccionado de Bangladesh, en el equipo Sol de Mayo de Viedma, en el extremo sur de la provincia de Buenos Aires.

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