Cataluña lleva quemadas 1.506 hectáreas en 2012, récord histórico por la sequía
La sequía ha propiciado el doble de siniestros que en el mismo periodo de 2011
La prolongada sequía por falta de precipitaciones durante el invierno y la poca humedad del suelo están causando estragos en la masa forestal de Catalunya. En lo que va de año se han producido 230 incendios, que han calcinado un total de 1.506 hectáreas, siete veces más que la superficie quemada en todo 2011. En el fuego que sigue activo en el Pirineo de Huesca, en el límite con Catalunya, han ardido entre 1.300 y 1.500 hectáreas.
La mayor parte de las hectáreas quemadas en territorio catalán corresponde a los fuegos, ya extinguidos, que desde el pasado jueves han mantenido en vilo a los vecinos de cuatro puntos del Pirineo de Lleida (Gerri de la Sal, Organyà, Calbinyà y Viu de Llevata) y en los municipios de Santa Cristina d’Aro y Llagostera, en Girona.
La Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad de la Generalitat afirma que no hay precedentes históricos de una racha tan funesta en materia de incendios forestales en Catalunya en esta época del año. Si no llueve pronto, la situación en verano puede ser “dramática”, ha señalado el director general, Josep Escorihuela, en declaraciones a RAC1. La Generalitat podría llegar a aconsejar a los ciudadanos que no vayan al bosque para evitar riesgos.
El incendio que se declaró el pasado jueves en los términos municipales de Montanuy y Las Paüles, en la zona nororiental de Huesca, ya no constituye una amenaza para la vecina localidad catalana de Vilaller (Alta Ribagorça) porque en estos momentos se encuentra estabilizado en más de dos tercera partes de su perímetro, según informan las autoridades de Aragón.
Los vecinos de Vilaller nunca habían visto el fuego tan cerca de sus casas. Uno de los dos frentes más activos de este incendio ha llegado a menos de un kilómetro del núcleo urbano, pero se ha conseguido frenar gracias al arduo trabajo de los equipos de extinción en los que están participando 11 vehículos aéreos (cuatro hidroaviones y siete helicópteros), numerosos efectivos militares y más de 300 bomberos de Aragón y Catalunya.
El Gobierno aragonés prevé que este incendio quede totalmente estabilizado durante el día de hoy si no se levantan las rachas de viento cambiante que en días anteriores han impedido combatir las llamas lanzando agua desde el aire. Las tareas de extinción se están desarrollando en medio de grandes dificultades debido a la orografía de la zona y a la falta de accesos para las dotaciones terrestres.
El peligro mayor parece haber pasado y los 40 vecinos de los núcleos desalojados han podido volver progresivamente a sus casas en las últimas horas. El regreso ha sido doloroso y esperanzado al mismo tiempo porque, aunque el paisaje ofrece una imagen desoladora, no ha habido que lamentar vidas humanas y se han salvado las viviendas.
Por otra parte, los Bomberos de la Generalitat han conseguido controlar la noche pasada el incendio en el municipio de Gerri de la Sal (Pallars Sobirà) que afectaba desde el pasado jueves los términos municipales de Baix Pallars y Solriguera, en el Pallars Sobirà, y que ha calcinado 400 hectáreas. Durante el día de hoy han continuando remojando la superficie quemada para evitar que reaviven los rescoldos.
En cuanto a las posibles causas de los últimos incendios en Catalunya, Escorihuela ha dicho que el de Gerri de la Sal podría haber sido provocado por la rotura de un cable caído de una línea eléctrica. En el de Calbinya, el origen podría ser un fuego controlado mal apagado, mientras que el del Baix Empordà podría deberse a una negligencia al tratarse de una zona muy transitada, aunque tampoco se descarta que haya podido ser intencionado.
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