El PSOE trata de poner sordina a la división generada en el congreso
Jiménez: “Solo hay un Partido Socialista, y está unido; ni críticos ni nada”
Absoluta normalidad”, “no hay que dramatizar”, “la democracia interna no debe producir ninguna alarma”, “no hay que darle mayor importancia”. Estas son algunas de las expresiones que usó este lunes el flamante número dos del PSOE andaluz, Mario Jiménez, para despejar las preguntas sobre la división interna que registra ahora su partido y que, asombrosamente, se ha generado en el transcurso del 12º congreso regional de este fin de semana. Una circunstancia bastante atípica, pues los actores de los congresos políticos suelen empezar con posiciones de partida disonantes y terminar con gestos de avenencia y cierre de filas.
En el cónclave celebrado en Almería, sin embargo, el conflicto ha ido a más conforme pasaban los días. Los llamados críticos acudieron deslavazados, sin apenas fuerza ni estrategia definida —o al menos, eso fue lo que dijeron, aunque después se ha sabido que se vieron en Antequera y Sevilla—, y al final respondieron con un 31,4% de los votos en blanco a la nueva ejecutiva, un rechazo superior al que obtuvo José Antonio Griñán en su reelección como secretario general (29%). Mientras aún resuena el runruneo de estos sectores irritados con la dirección forjada con afines que ha salido del congreso y la falta de integración de las minorías, Mario Jiménez negó la mayor y proclamó: “Aquí solo hay un PSOE, y está unido; ni críticos ni nada”.
El vicesecretario general se esforzó por quitar hierro a las visibles grietas de su formación y habló de una organización “viva” en la que la militancia se expresa en libertad, opina y disiente sin problemas. “No es un partido de dedazo”, enfatizó, tras fotografiarse con el resto de la ejecutiva, que cumplió el rito de asistir a la primera reunión en la sede de la calle San Vicente. Una liturgia oficiada por el propio Griñán, quien se incorporó sonriente al retrato de familia junto a la nueva presidenta, Amparo Rubiales.
El número dos subrayó la plena “legitimidad” de Griñán como líder del partido al obtener un 70% de los apoyos e incluso se quejó de las interpretaciones periodísticas: “Cuando hay una mayoría aplastante, ustedes la califican de rodillo, y cuando lo es menos, la llaman debilidad. Un alcalde que logra el 70% de los votos de su pueblo es capitán general”, espetó. Pese a su actitud serena, Mario Jiménez no se sustrajo a la tentación de asestar unos cuantos pildorazos a quienes se han desmarcado —sectores de Jaén, Sevilla, Málaga, Córdoba y Cádiz—. Según él, muchos no han cumplido el mandato que llevaban de los congresos territoriales previos al cónclave —los congresillos— de respaldar al secretario general. “Hay posiciones que se pueden explicar mejor y otras peor. Veo incongruencias, el que quiera ser como el bosón de Higgs, es decir, partícula y energía a la vez, lo tiene difícil; no se puede soplar y sorber al mismo tiempo”, señaló.
El secretario de Jaén, Francisco Reyes, se dio por aludido y replicó por la tarde que su agrupación votó mayoritariamente a Griñán (40 de los 70 delegados, el 57%), con él a la cabeza, y negó cualquier incumplimiento del mandato de los militantes porque había libertad de votos, informa Ginés Donaire. Reyes dijo que no es un referente crítico, mostró su lealtad a Griñán y sentenció: “Etiquetas, las justas”.
Respecto a la evolución que tendrá la herida del cónclave de Almería en los congresos provinciales que comienzan el próximo fin de semana, especialmente en el de Sevilla —donde se medirán Susana Díaz, consejera de la Presidencia e Igualdad, y Antonio Gutiérrez Limones, alcalde Alcalá de Guadaíra—, Mario Jiménez argumentó que es necesario reducir la carga de gravedad de los asuntos internos. “Se resolverán, háganme caso, más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena. Póngame de loco, que yo sé cómo funciona este partido”, bromeó, tirando de refranero.
La ejecutiva aprobó la nueva estructura del grupo parlamentario, que presidirá Mario Jiménez, si bien el portavoz, “la voz” y quien lleve las riendas será Francisco Álvarez de la Chica, exconsejero de Educación. El secretario general seguirá siendo José Muñoz y, los adjuntos, Verónica Pérez, Soledad Pérez y Manuel Jiménez Barrio. La ejecutiva se conforma en cinco grandes áreas: Organización, Ideas, Igualdad y Política Social, Acción Ciudadana, y Economía y Desarrollo Sostenible.
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