El Consell aprueba el trilingüismo sin la comunidad educativa
Escola Valenciana, FAPA y los sindicatos lo rechazan por marginar al valenciano
La consejera de Educación, María José Català, afirmó ayer que el decreto que revolucionará el modelo de enseñanza lingüística en el territorio, aprobado en el pleno del Consell, era producto del “consenso” con los actores implicados y multiplicará las oportunidades de los alumnos al incorporar el aprendizaje temprano del inglés mientras “protegía y preserva la lengua valenciana”. Desde la comunidad educativa no se tardó, sin embargo, en pedir la retirada del mismo, al considerar que “margina” y “devalúa” la enseñanza en la lengua autóctona al tiempo que no logrará un adecuado manejo del inglés.
El nuevo diseño, que empezará a implantarse el mes que viene en infantil (niños de tres años) e irá desplegándose progresivamente hasta alcanzar al bachillerato en el curso 2020/2021, reduce los programas educativos a solo dos: Programa Plurilingüe en Valenciano y el Programa Plurilingüe en Castellano. Esas dos lenguas serán la base de cada uno de los programas que tendrán a su vez contenidos curriculares tanto en la otra lengua cooficial como en inglés, que doblará el tiempo lectivo que tiene ahora.
Nuevo modelo lingüístico en las escuelas
Se elimina la inmersión lingüística. Solo habrá dos programas aplicables: el Programa Plurilingüe en Valenciano y el Programa Plurilingüe en Castellano.
Distribución. Valenciano, castellano e inglés se impartirán en sus respectivas lenguas. Cada uno de los dos programas deberá ofrecer, al menos, otra asignatura en inglés y otra en castellano o valenciano, en función del programa elegido.
Calendario. Se empezará a implantar en septiembre en infantil (niños de tres años). Cada año subirá un peldaño hasta que en el curso 2020/2021 se implantará en bachillerato.
Formación de los docentes. El Consell prevé formar en inglés a 3.000 profesores cada año.
El decreto elimina el programa de inmersión lingüística en valenciano, uno de los principales elementos de crítica que recibió ayer.
A diferencia de lo sucedido en la etapa del exconsejero Alejandro Font de Mora, Català ha dedicado meses a dialogar con numerosos agentes implicados en la educación, incluida la federación Escola Valenciana, hasta hace poco vetada por la Generalitat. El decreto resultante, sin embargo, muy parecido al tercer borrador distribuido por Educación a sus interlocutores en julio, no ha logrado convencer a Escola Valenciana, ni a la federación de padres de alumnos FAPA, ni a los sindicatos, ni a los partidos de la oposición, ni probablemente a otros actores educativos.
Escola anunció que a principios de septiembre las 35 entidades e instituciones que firmaron un documento de nueve puntos de mejora del proyecto de la Generalitat, entre las que se encuentran las universidades públicas valencianas, ofrecerán una “respuesta coordinada” al decreto.
La Acadèmia Valenciana
Educación recibió, en cambio, el respaldo de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, que consideró “satisfactoria” la regulación. El presidente de la Acadèmia, en declaraciones a Efe, añadió que el nuevo modelo “consolida” y “potencia” la enseñanza del valenciano.
La principal crítica del resto de actores hacia el decreto estriba en que consideran que no cumplirá el objetivo de que los alumnos terminen la educación obligatoria, a los 16 años, con una competencia lingüística similar en valenciano y castellano, según destacó Escola Valenciana, dada la desigualdad de partida que existe en la sociedad. Tampoco cree la federación de padres FAPA que la Generalitat cuente con los “recursos económicos y humanos” necesarios para desplegar efectivamente un proyecto trilingüe.
La consejera reconoció que el manejo necesario del inglés entre el profesorado alcanza el 15% en infantil y el 5% en primaria, pero consideró que el desarrollo progresivo del modelo y la paralela formación del profesorado permitirán sostenerlo.
Escola Valenciana ofreció alternativas a lo que consideró “puntos negros” del decreto. Entre ellos: la falta de catalogación lingüística en valenciano de los puestos de profesor; el mantenimiento de Conocimiento del Medio en valenciano en los dos programas o el mantenimiento de un tiempo de exposición similar en valenciano, y la participación de los padres en el desarrollo de los programas, más allá de la consulta que prevé el decreto.
No se garantiza la competencia
Los socialistas consideraron el decreto como un “ataque directo contra la más peculiar de las señas de identidad de los valencianos” por eliminar el programa de inmersión lingüística. Compromís consideró que vulnera la Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano al no asegurar la competencia en ambas lenguas al terminar la educación obligatoria. Y Esquerra Unida lo consideró una “regresión gravísima para la normalización del valenciano”.
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