Los vecinos de Torre Baró ocupan un edificio del programa de alquiler barato
Los manifestantes reivindican que se destine un mayor porcentaje de ayudas a las personas del barrio
El edificio que el Ayuntamiento de Barcelona le compró a la empresa pública Regesa en Torre Baró para llevar a cabo su programa de alquileres baratos fue ocupado ayer por un grupo de vecinos del barrio y del movimiento de los indignados. Los manifestantes tienen la intención de entregar sus 32 apartamentos, todos vacíos, a familias desahuciadas del distrito de Nou Barris. El Consistorio confirmó que el bloque fue invadido, pero no aclaró si ya ha presentado la denuncia para que fueran desalojados.
Los vecinos de Torre Baró y Ciutat Meridiana siempre han estado en desacuerdo con el plan de alquiler social que hace un mes puso en marcha el Gobierno municipal encabezado por Xavier Trias (CiU). El Consistorio pagó 16,9 millones de euros para subvencionar la mitad de los alquileres de 160 viviendas y la compra de un bloque completo —el que fue ocupado ayer, en el número 3 de la Plaça Eucaliptus— para traer estudiantes e investigadores de la universidad de Barcelona y “regenerar” el barrio. Solo la operación para hacerse con esta finca, conocida como La Embarazada por su forma abultada, ascendió a 9 millones.
Si bien los vecinos consideran que es importante que haya un parque de alquiler asequible en la ciudad —el precio estipulado en el plan de Trias va entre los 197 y los 444 euros al mes—, creen que la iniciativa no resuelve el problema de vivienda de las personas que se encuentran en situaciones más precarias y está orientada a aquellos que acrediten más de 1.000 euros de ingresos mensuales.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Ciudad Meridiana, Filiberto Bravo, explicó ayer que “las necesidades de pisos sociales en este barrio son muy grande, hay muchas personas sin vivienda”. El Movimiento del 15-M enmarcó la acción dentro de la conmemoración de su segundo aniversario.
Bravo aclaró que lo que Ciutat Meridiana y Torre Baró reivindican es que la mayor parte de los pisos baratos se adjudiquen a los vecinos del barrio antes que a los solicitantes provenientes de otros distritos. Hace dos semanas, en la jornada de puertas abiertas para conocer los apartamentos, cientos de personas de distintos lugares de Barcelona se acercaron para verlos. “Lo que pretendemos es que las viviendas destinadas a los vecinos sean al menos el 40% y no el 25 % de los edificios como pretende Trias”, explicó. El movimiento vecinal calcula que hay más de 300 familias en proceso de desahucio en Nou Barris.
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