La patronal mueve ficha para desbloquear convenios ante la presión de los sindicatos

Algo se mueve cuando se acerca el 7 de julio, día en el que caducan los convenios que rigen las condiciones salariales de 600.000 trabajadores. Unas condiciones que peligran si sindicatos y patronales no alcanzan un acuerdo y los renuevan, porque pasarían a depender de convenios de ámbito superior o del Estatuto de los Trabajadores.

Las movilizaciones de las últimas semanas y la huelga de ayer (a la que estaban llamados unos 100.000 trabajadores) han provocado que Fomento del Trabajo moviera ficha. Hasta el punto de hacer público ayer un comunicado en el que muestra su voluntad negociadora y su “disposición al acuerdo”. Hace un mes, la patronal restaba importancia al conflicto y minimizaba el número de trabajadores afectados.

A la huelga de ayer estaban convocados sectores como el del transporte por carretera, el ocio educativo o el agroalimentario. Los sindicatos cifraron el seguimiento de la huelga en el 80% mientras la patronal aseguró que fue casi imperceptible. Por la tarde una manifestación congregó en Barcelona a 15.000 personas, según los sindicatos, que recorrieron la Via Laietana hasta la sede de Fomento.

Los agentes sociales buscan hoy un acuerdo marco

Sindicatos y patronales se reunen hoy en el marco del Consejo Catalán de Relaciones Laborales para tratar de lograr un acuerdo que permita desencallar convenios que llevan años de prórroga. En su nota de ayer Fomento expresaba su deseo de alcanzar un acuerdo “similar” al pacto a nivel estatal entre CEOE, CEPYME y los sindicatos, “impulsado en buena parte desde la patronal catalana” en reuniones, aseguraron, desde el pasado mes de febrero. Por parte de Pimec, su directora de relaciones laborales, Jana Callís, defendió ayer que, de alcanzarse, el acuerdo catalán tendrá “mucha más fuerza” al emplazar a las partes a mediar.

Con todo, CC OO y UGT dejaron ayer muy claro que “no” aceptarán un acuerdo de recomendaciones, como el alcanzado a nivel estatal, sino que quieren que sea vinculante y que además de prorrogar la vigencia de los convenios obligue a las partes a mediar. “Que dé protagonismo al arbitraje y al Tribunal Laboral de Cataluña”, precisó el secretario general de CC OO, Joan Carles Gallego. Su homólogo en UGT, Josep Maria Álvarez, exigió a la patronal que cambie de actitud, “un marco de negociación sin convenios de segunda y de primera, sino que comprenda tanto a los grandes como a los pequeños”.

Jornada sin incidentes

La jornada de huelga de ayer transcurrió en paralelo a decenas de actos de protesta, concentraciones y manifestaciones sectoriales. Los transportistas comenzaron cortando a primera hora los accesos a los puertos de Tarragona y Barcelona. Los empleados del comercio textil recorrieron el centro de Barcelona entrando en tiendas de las grandes cadenas. Los funcionarios de la Generalitat y los profesionales de hospitales concertados no hicieron huelga, pero se concentraron ante los centros de trabajo. Los monitores se concentraron a mediodía en la plaza de Sant Jaume. También hubo huelga en Cementos Molins, donde el seguimiento alcanzó el 100%, según los sindicatos.

El único incidente se registró en el centro logístico de Ikea en Valls (Alt Camp), cuando un guardia de seguridad amenazó a primera hora a los piquetes informativos con un machete. El guardia fue denunciado por los Mossos d’Esquadra. Por su parte, la firma sueca se apresuró en “lamentar” el incidente y asegurar que emplazará a la compañía de seguridad subcontratada a prescindir de los servicios del empleado.