Vila pide a Interior que más vehículos puedan usar el carril bus-VAO de la C-58

Ochenta millones de euros de inversión, más de un año en funcionamiento y apenas 4.500 vehículos al día usándolo. El carril bus-VAO de la C-58 sigue lejos de cumplir aquellas estimaciones que marcaban los 7.500 usuarios diarios como objetivo. Tanto es así que el Departamento de Territorio reclama más flexibilidad para ampliar el uso de la infraestructura, por la que actualmente solo puede pasar transporte público, de servicios, motocicletas o vehículos privados de bajas emisiones o bien ocupadas por al menos dos personas. No ha servido el cambio del reglamento —que ofrecía mayor libertad— estrenado en marzo del año pasado y el consejero Santi Vila vuelve a la carga.

El titular de Territorio ha remitido una breve carta al consejero de Interior, Ramon Espadaler, en la que le emplaza a reflexionar para volver a cambiar el reglamento de uso. Vila se fija ahora en una crítica que no es nueva: ¿Por qué el carril bus-VAO está cerrado los fines de semana? E invita a analizar la posibilidad de que el carril que conecta con la avenida Meridiana de Barcelona sirva también para aliviar operaciones salidas y retorno en fines de semana. Vila anunció la existencia de esa carta el jueves por la noche, durante una gala organizada por la plataforma Promoció pel Transport Públic.

El paso dado por el consejero no es el único que ha dado en los últimos días la consejería. En una entrevista con La Xarxa, la directora general de Calidad Ambiental, Assumpta Farran, admitía que hay otras posibilidades que permitirían dar más capacidad a un carril que parece vacío. Actualmente los vehículos con bajas emisiones pueden circular por la vía si tienen una etiqueta que les acredita como poco contaminantes. Farran explicó que sería posible crear nuevas etiquetas ambientales que pudieran ampliar la gama de vehículos aptos para circular por el carril bus-VAO, como serían los vehículos de flota.

Sea como sea, el Departamento intenta poner en valor la infraestructura, más allá de utilizarla para impulsar la velocidad media de las líneas de autobuses que conectan Barcelona con el Vallès mediante la C-58. Ni ampliar el permiso de paso a los vehículos con solo dos personas ni cambiar los horarios y los sentidos de marcha están sirviendo para visualizar que la vía es útil para impulsar el uso del transporte público