El viaje, Shakespeare y el dinero, ejes de la próxima temporada del Lliure

Lluís Pasqual, en solitario, sentado tras una mesa y bajo una pantalla que mostraba un retrato de Shakespeare con un pendiente en forma del anagrama del Lliure, presentó ayer en la sede del teatro en Montjuïc la próxima temporada del colectivo. Empezó por ofrecer unas cifras récord de la temporada que acaba, calificada como “la mejor de la historia del Lliure” en cuanto a número de espectadores (108.573, casi 27.000 más que la anterior), porcentaje de ocupación (79,2%, 3.9 puntos más), número de abonos (casi dos mil) y recaudación (1.362.757 euros, 324.395 más que en 2012-13). “Ha sido una temporada muy buena, una especie de milagro”, dijo Pasqual, que recalcó que el aumento de público se ha producido fundamentalmente en Montjuïc, “a pesar de la frontera psicológica que divide la ciudad en plaza de Espanya, y que hace pensar que más allá hay violaciones”. El éxito de la temporada pasada, continuó, “permite hacer esta más producciones, y algunos caprichos, como algún espectáculo internacional que no habríamos podido costear”.

Tras arremeter contra la “barbaridad” que significa el 21% del IVA, el director entró en materia. Se refirió a la manera en que los intérpretes, en la oscuridad entre bambalinas antes de salir a escena, se cogen de la mano a fin de desearse buen viaje, buena actuación, para explicar que este año la metáfora de viajar, la felicidad que produce y el riesgo que supone —“siempre un horizonte detrás del horizonte”—, marca la programación. “Hemos creado diferentes recorridos, el primero un viaje a través del santo patrono, Shakespeare”. Ese viaje incluye un sesión dirigida por el propio Pasqual de textos de amor del Bardo, una aproximación personal a su teatro de la mano del gran actor shakespeariano Edward Petherbridge, My perfect Mind; la lectura dramatizada Shakespeare en Benicàssim, por Sergi López; Victòria d'Enric V, de Pau Carrió (que se estrena ahora en el Grec, como otras creaciones que se verán en temporada en el Lliure —El testament de María, Rhum o Krum—), y sobre todo, el montaje de El rei Lear por Pasqual con Núria Espert en el rôle titre y con Jordi Bosch, Laura Conejero, Ramon Madaula, Julio Manrique, Míriam Iscla y David Selvas en el reparto (Montjüic, del 15 de enero al 22 de febrero).

El segundo viaje de la programación lo marcan dos ciudades de gran raigambre interpretativa, Nápoles y Buenos Aires, con el concierto-recital de Lina Sastri Linapolina, Le voci di dentro, de Eduardo de Filippo, con dirección de Toni Servillo; Dolore sotto chiave, otro De Filippo por Francesco Saponaro; Manca solo la domenica, por Lucia Maglietta; el montaje de Sonata de otoño de Bergman por Daniel Veronese; Emilia de Claudio Tolcachir, y Federico Luppi encarnando “escalofriantemente” a un general de la dictadura militar argentina en El reportaje.

El tercer eje temático de la programación, continuó Pasqual, es el dinero, “dónde va nuestro dinero”. El espectáculo más representativo del asunto es el elocuente Ruz-Bárcenas, de Jordi Casanovas, con dirección de Alberto San Juan, un texto a partir de la declaración de Luis Bárcenas ante el juez Pablo Ruz en 2013. En el mismo ámbito se estrenará la versión de Sergi Belbel de Frank V de Dürrenmatt, subtitulada Opereta de una banca privada, un musical con dirección de Josep Maria Mestres. Pasqual apuntó que es una historia “que toca muy de cerca a los catalanes” y que presenta concomitancias con la del padre de Javier de la Rosa.

Entre el cerca de medio centenar de espectáculos de la temporada, llena de “perlas”, figuran la adaptación de la novela de Mark Haddon El curiós incident del gos a mitjanit, con dirección de Julio Manrique, un Misántropo de Molière con versión y dirección de Miguel del Arco, Pulmons, de Duncan MacMillan, con dirección de Marilia Samper, ópera contemporánea en el Espai Lliure (la repesca de Dido reloaded), Mi gran obra, de David Espinosa, que se representa en una mesa para veinte espectadores; Somni americà, un paseo por la obra de los grandes dramaturgos estadounidense de la mano de la Kompanyia Lliure y Les Antoniettes, o Joc de miralls, de Annie Baker, por Juan Carlos Martel,

La nueva temporada incluirá la reposición de dos de los éxitos de la que acaba, Un enemic del poble y Els dies feliços. Y también de la producción infantil de Moby Dick con espacio escénico de Frederic Amat. Pasqual dirigirá una creación en gira, Cançó de protesta, sobre el sin techo de las escaleras de la catedral involucrado en el movimiento de los indignados.