EAJ-1, ahí empezó la radio
Ràdio Barcelona-SER Catalunya conmemora los 90 años de la primera emisión radiofónica en España mirando sus pioneros orígenes para seguir innovando
La cosa no prometía mucho, la verdad. “EAJ-1 de emisiones Radio Barcelona. La estación radiodifusora EAJ-1 de emisiones Radio Barcelona”. Eso, el monocorde y redundante indicativo, fue lo primero que, en voz de Maria Sabater, se oyó en los salones del café y de té y "desde la terrasse" de la acera de la plaza de Cataluña, “mediante potentísimos public-adress de la Casa Bell” instalados expresamente en las puertas del majestuoso Hotel Colón. Siguió un brevísimo (por suerte) parlamento del alcalde y segundo Barón de Viver, Darius Rumeu, saludando “a nuestro Augusto Rey” y “al abnegado espíritu generoso del Ejército que da la vida por España”. Y, antes de las intervenciones musicales (primera pieza, Granada, de Albéniz), machaconas y un punto incomprensibles frases de nuevo: “Estómagos, intestinos... Servetinal, Servetinal” o “Telefunken, Telefunken”. Eran las 18.30 horas del 14 de noviembre de 1924: había nacido la primera emisora radiofónica de España y la tercera de Europa. Sí, Aquí empieza todo, como con acierto han bautizado los responsables de Ràdio Barcelona-SER-Cataluña la conmemoración de los 90 años del evento, que celebran esta tarde (19 horas) en el Palau de la Música con un especial de dos horas dirigido por Iñaki Gabilondo.
Josep Cuní, Joaquim Maria Puyal, Antoni Bassas, Toni Clapés, Xavier Sardá y su Sr. Casamajor, Andreu Buenafuente, Joan Manuel Serrat (que en 1965 debutó actuando con público en el estudio Toreski de Ràdio Barcelona en el marco del programa Radioscope de Salvador Escamilla)... La lista de los que entrelazarán momentos y programas radiofónicos de su paso por esa emisora con la historia de la ciudad serán incontables. Es una de las claves de Radio Barcelona: cantera inagotable de profesionales del audiovisual (Jordi Évole es de los últimos) que ha mantenido incluso cuando el espacio radiofónico catalán se ha completado con emisoras públicas y privadas. “Forma parte del ADN de esta emisora: hemos cultivado apuestas; hoy ya es incluso un punto estratégico de la casa: nuestro mayor informativo catalán lo dirige una periodista de 28 años con un equipo jovencísimo y estos días promovemos un concurso entre las facultades de Periodismo para detectar el talento y que nos aporten nuevos lenguajes y formatos”, resume Jaume Serra, director de contenidos de Ràdio Barcelona-SER Cataluña, mientras contempla un plano del Palau de la Música y el guión del programa de Gabilondo.
Iñaki Gabilondo conduce un especial de dos horas en el Palau de la Música cargado de estrellas de la emisora
Ser los pioneros comportaba implícitamente ser innovadores, pero ahí también Radio Barcelona fue mucho más allá. No tardaron ni un mes (13 de diciembre) en crear el primer informativo de radio en España: fueron 10 minutos, seguidos de cinco de Crónica de los Deportes. La Asociación Nacional de Radiodifusión, propietaria de la emisora, organizó esos días una suscripción voluntaria para regalar aparatos a los hospitales de incurables; ese invierno vendrá el primer programa de radiobeneficiencia con el ventrílocuo Toresky y su personaje Miliu, al que sustituyó en 1950 Pau-Pi, creación del locutor y actor Enrique Casademont. La campaña navideña Cap nen sense joguina, es hoy heredera de todo aquello. Pero el 3 de abril de 1926 fue la primera vez que los micrófonos salieron a la calle, por unas caramelles en la plaza de Sant Jaume; y siete meses después, el primer espacio en directo, éxito que caracterizaría la programación de la casa. El 8 de abril de 1928 Joaquim Ventalló radiaba, para toda España el partido de fútbol Real Unión Irún-FC Barcelona (cobró 25 duros), antecedente de ese primera retransmisión de fútbol en catalán con el Barça-Las Palmas de septiembre de 1976 que narró Puyal. Por no hablar del teatro (Taxi Key; ¿Es usted un buen detective?)...
La filosofía ha seguido vigente en las últimas décadas: “Programas nocturnos del estilo Hablar por hablar, de Gemma Nierga, o la franja de humor al mediodía hoy tan implantada que empezamos en Radio Reus y ratificamos en Ràdio Barcelona con Andreu Buenafuente nacieron aquí”, recuerda Serra, que admite la existencia de una especie de laboratorio de ideas donde hoy experimentan en sonido, formatos y lenguajes. “Tecnológicamente, las posibilidades son inmensas y lo que antes requería horas de producción se puede hacer en minutos; queremos ir más allá de noticias explicadas con la voz del locutor o del protagonista”. También retocan formatos: en los de noche, “más que la gente exprese sólo problemas buscamos soluciones de crecimiento personal; en los culturales, queremos dar voz a artes menos hegemónicas y en los deportivos apostamos por un tono desenfadado en lo formal pero de mucho rigor informativo”, resume Serra.
Aquellas emisiones pioneras, lanzadas desde una antena de 30 metros del tejado del hotel Colón y que luego, cuando la radio mudó a la calle Caspe, se clavó en el Tibidabo, fueron de tal calidad que se captaban bien en parte de Europa. Desde ella salía una programación diaria de seis y media de la tarde hasta las once de la noche, con un descanso que separa ambas franjas. Hoy, Radio Barcelona produce 11 horas al día de programación, en una oferta global que la mitad es en catalán, lengua que estrenó en 1931. Con 387.000 oyentes es la tercera emisora en Cataluña, pero desea seguir siendo una radio central: “Hoy no tenemos más que mirar quiénes éramos y adaptar lo que hicimos a los tiempos”. Ahí empezó todo. Por cierto: hoy el programa especial, amén de por el transistor, se podrá seguir en streaming.
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