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La polémica de Treviño

La vía del Parlamento para apoyar a Treviño alimenta el ‘no’ de PP y PSOE

PNV apoya la anexión a Euskadi junto a Amaiur y CiU, que piden referéndum

Xabier Agirre, Belén Arrondo y Txarli Prieto, de izquierda a derecha, este martes en el Congreso.
Xabier Agirre, Belén Arrondo y Txarli Prieto, de izquierda a derecha, este martes en el Congreso.ULY MARTIN

La suerte de Treviño estaba echada antes de comenzar este martes en el Congreso el debate sobre la anexión a Euskadi que reclamaba el Parlamento vasco. El rechazo final, sustentado en los votos ya conocidos de PP y PSOE, cierra la puerta jurídica para esta aspiración mayoritaria de los 2.000 habitantes de este enclave burgalés que prefieren depender de Álava, donde muchos de ellos están empadronados para acceder a sus prestaciones. Ahora toda demanda popular queda ceñida al ámbito político por el único cauce de una obligada negociación como se escuchó en alguna de las intervenciones desde la tribuna de la Cámara Baja.

A los partidos mayoritarios, y en especial al PP, no les ha gustado que la exigencia de Treviño llegue al Congreso por la vía del Parlamento vasco. Esta abierta contrariedad se convirtió, de hecho, en la línea argumental exhibida por cada uno de los portavoces populares que este martes se posicionaron sobre el tema desde el País Vasco — Javier Maroto y Diputación de Álava— y Madrid. “El Parlamento vasco se ha extralimitado” con la defensa de su proposición de ley.

“El Parlamento se ha extralimitado” con la defensa de su proposición”

Maroto sostuvo que la defensa de esta decisión de la Cámara vasca “dificulta un poco más que Treviño sea Álava porque son conscientes de que están utilizando un procedimiento que no es el que sirve”, advirtió. A la crítica por la vía del Parlamento se unió el diputado vasco de UPyD Carlos Martínez Gorriarán al asegurar que se había utilizado “un trámite equivocado” porque se había utilizado el Congreso antes de que el debate pasara por las Cortes de Castilla y León. UPyD se abstuvo como hizo en Vitoria.

Mientras, los parlamentarios comisionados para defender la proposición de ley en favor de la voluntad de Treviño clamaron en el desierto como ya preveían. Xabier Agirre (PNV) recordó la vida de los habitantes de este condado y de su “ansia mayoritaria” de pertenecer a Álava. Belén Arrondo (EH Bildu) cuestionó que “mantener a un territorio contra su voluntad en un espacio político y administrativo” se asocia más al “derecho de pernada medieval” que al siglo XXI.

El socialista Txarli Prieto, consciente de que sus compañeros del Congreso no le secundarían, incluidos los diputados vascos al acatar la disciplina de partido, apeló a que la iniciativa trata de “hacer legal lo que ya casi es normal”. El veterano diputado Txiki Benegas había justificado este martes en la reunión del grupo el apoyo de los socialistas vascos a la iniciativa enviada desde el Parlamento vasco. Sin embargo, acabó imponiéndose el criterio de Soraya Rodríguez al entender la mayoría de diputados que no se podía alterar desde Madrid el Estatuto de Castilla y León.

Los diputados del PSE-EE acataron la disciplina de partido al votar en contra 

Así, PP y PSOE mantuvieron su tradicional rechazo. Tan solo el portavoz socialista, Luis Tudanca, que aúna su condición de candidato a presidir la Junta de Castilla y León, abrió la puerta al diálogo y el consenso “entre los Gobiernos” de las dos autonomías, en línea con una propuesta que ya había defendido en 1995 en el Senado. Para el popular Arturo García-Tizón, la anexión supondría una “vulneración” del Estatuto de Castilla y León y estaría “viciada de inconstitucionalidad desde su raíz”. Horas antes Maroto, partidario, no obstante, de que su partido asuma que Treviño debe ser Álava, se había preguntado qué pasaría si Castilla y León planteara en el Congreso una proposición de ley para derogar el Concierto vasco.

El apoyo en el Congreso a la proposición de ley del Parlamento vasco vino finalmente desde PNV, Amaiur y CiU. En el voto afirmativo de la izquierda soberanista y de CiU y en la abstención de Izquierda Plural se añadió, a su vez, la defensa de un referéndum en Treviño para que sus habitantes decidan.

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