Valentí Puig dimite del CoNCA por la “deriva” soberanista en Cataluña
El autor mallorquín ve la filtración desde el Parlament de su carta de renuncia como “una broma más de cómo está aquí la cosa institucional”
Los pasos sociopolíticos de Cataluña hacia la independencia se han cobrado el primer daño colateral en el ámbito de la cultura catalana. La celebración de la consulta soberanista del pasado 9 de noviembre y el episodio consiguiente de la presente discusión sobre una hipotética lista única de opciones independentistas ante las próximas elecciones autonómicas habrían llevado al escritor mallorquín Valentí Puig a presentar su dimisión como miembro del plenario del Consell Nacional de les Arts i la Cultura (CoNCA).
En su carta de renuncia, fechada el pasado día 3 por el registro general del Parlament, Puig circunscribe claramente su decisión a un tema político: “El principal motivo de mi decisión es expresar un desacuerdo profundo con la actual deriva institucional de Cataluña”. Por ello aclara que “No tengo ninguna discrepancia con el CoNCA (...) al contrario: considero que es un espacio que, más allá de la política, puede contribuir —y de hecho contribuye— a incentivar una cultura plural, inclusiva y de calidad”.
El escritor lamenta también que el ente tenga hoy “muchas más limitaciones”
Parco en palabras, Puig se remitió ayer al contenido de su misiva, en una decisión con la que pretende, afirma, “recuperar la libertad de decir lo que quiera; no quiero tener nada que ver con las instituciones de la Generalitat, por eso ya hace un tiempo que no asisto a las tertulias de TV-3 ni de Catalunya Ràdio”.
El escritor se mostró especialmente molesto con la filtración de la noticia, que adelantó a media tarde de ayer el semanario digital El Triangle. “Me comprometí con el CoNCA a que no diría nada; esto sólo lo sabían ellos y mi mujer; la carta que circula lleva el sello del registro del Parlament, o sea que se ha hecho circular desde ahí... Esta filtración no deja de ser una broma más de la deriva institucional que vive hoy Cataluña”, sentencia Puig.
Un entidad de existencia tormentosa
La dimisión de Valentí Puig no es la primera en la corta vida del CoNCA, el organismo creado por la Generalitat en 2008 durante el tripartito presidido por el socialista José Montilla nacido para “organizar la política de apoyo y promoción de la creación artística y cultural de Cataluña”.
Su primer director, el escritor y periodista Xavier Bru de Sala, dimitió seis meses después de ser nombrado, en septiembre de 2009, por desacuerdo en la reducción del presupuesto de la entidad y entre acusaciones del resto de los miembros de “exceso de autoritarismo”.
A los dos años, en noviembre de 2011, diez de los once miembros del plenario, entre ellos su presidente, Francesc Guardans, dejaron el cargo tras considerar que la Ley Ómnibus que preparaba el Gobierno de Artur Mas, vaciaba de contenido y convertía el organismo en irrelevante, sobre todo tras saberse que se reducían de 11 a seis los miembros del plenario. Tan solo continuó la crítica de arte Pilar Parcerisas que se mantuvo en su puesto hasta que fueron nombrados los nuevos miembros en junio de 2012.
Si bien en la misiva Puig asegura que “ha sido un honor y un placer” participar en una institución en la que “hay un clima que contrasta de forma notoria con las divisiones que ahora mismo se ven en la vida pública catalana”, el escritor admite que “el CoNCA de hoy tiene muchas más limitaciones que en su etapa anterior”.
Puig fue escogido miembro del plenario del CoNCA por el Parlament en junio de 2012 por mayoría absoluta, junto con David Albet, Mercè Gisbert, Isona Passola, Gemma Sendra y Carles Duarte, que es quien ejerce de presidente.
“Me siento bien en la cultura catalana; no soy de derechas, soy conservador, por ello simpatizo con un catalanismo muy clásico”, aseguró el pasado 11 de noviembre Puig durante la presentación de su última novela, La vida és estranya. Tan respetuoso en las formas como profundo en el contenido de sus críticas, Puig siempre se ha mostrado disconforme con el proceso soberanista iniciado en Cataluña; en esa línea, en los últimos artículos publicados en este diario, como el aparecido el pasado 29 de noviembre bajo el título La sociedad civil de Artur Mas, apuntaba ya que la aceleración hacia la secesión que marca la hoja de ruta del presidente catalán ignoraba la creciente división en la sociedad catalana, de la que su dimisión del CoNCA podría leerse como un ejemplo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.