La Guardia Civil da un curso a los ‘trabucaires’ para evitar accidentes

Treintaiocho de los 48 grupos de trabucaires que hay en Cataluña asistieron este sábado en la comandancia de la Guardia Civil de Barcelona al primer curso formativo para esta expresión de la cultura popular. El germen de la iniciativa proviene del celo de algunos ayuntamientos para permitir esta actuación y, sobre todo, de la polémica generada el pasado 17 de agosto por los trabucaires de Cardedeu (Vallès Oriental), cuando durante las fiestas locales se presentaron frente al domicilio del concejal del PP, Jaime Gelada, y mientras silbaban el himno del partido, dispararon salvas durante varios minutos.

El afectado denunció el caso pero la justicia lo ha archivado en varias ocasiones. Pese a ello, la Subdelegación del Gobierno de Barcelona impuso a mediados de marzo una multa de 6.000 euros al secretario del grupo de Cardedeu acusándoles de incumplir la normativa de uso de armas de fuego.

A raíz de esos hechos, el presidente de la Coordinadora de Trabucaires de Cataluña, Antonio Moliné, contactó con la Guardia Civil para intentar dar una formación a esos grupos y sentar las bases de una coordinación mutua. Tras reunirse con el capitán Miguel Ángel Quesada, interventor de armas y explosivos, este sábado recibieron su formación. Entre los diez grupos ausentes estaba el de Cardedeu.

Moliné aseguró que la polémica surgida obedece a un conflicto de intereses. “No puede ser que un trabucaire salga a la calle y un señor con la piel fina nos meta en una dinámica jurídica que cuesta mucho dinero. En la fiesta mayor el político tiene que salir de casa con un porrón y unas galletas e invitar a la colla”, ironiza Moliné, aunque que la actuación de Cardedeu fue totalmente desafortunada. El presidente también denunció que la falta de normativa ha provocado que algunos ayuntamientos actúen con exceso celo “obligándonos a tener seguros excesivos o a disparar en las afueras de los municipios”.

En la jornada de ayer se aclararon infinidad de dudas. No se enseñó a disparar, eso “ya viene aprendido de casa”, pero sí se impartió una formación legal y teórica. Manuel López, jefe de servicios de autorizaciones de la Subdelegación del gobierno de Barcelona, mostró la forma correcta de pedir solicitudes. Se trata de una actividad que va en aumento, pues 2010 se pidieron 118 autorizaciones en toda Cataluña y el pasado año 197.

Un representante del grupo de Vila-seca resaltó que “ha sido muy positivo que la Guardia Civil nos hayan hecho caer en la cuenta de que no podemos prestar nuestras armas y debemos cumplimentar todos los documentos correctamente”. Además de formación legal también se habló de la prevención de riesgos. Una oftalmóloga y un otorrino ofrecieron una serie de consejos para evitar accidentes y para asistir a los heridos en caso de que se produzcan.

En la mañana de ayer también hubo un espacio para el debate. Los representantes de los trabucaires marcharon con su diploma orgullosos de la formación recibida y de que “la Guardia Civil nos tenga en cuenta”.