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Philip Glass para timbaleros, una pasión española

El percusionista Javier Eguillor lleva a Mónaco el 'Concerto fantasy for two timablists' tras alcanzar casi 150.000 entradas con su grabación de Youtube

Si usted, como melómano o curioso, busca en Google una versión de referencia del Concerto Fantasy for two timpanists and Orchestra de Phllip Glass, encontrará en primer lugar el vídeo de su intérprete original, el prestigioso percusionista Jonathan Haas, que fue quien encargó al compositor de Baltimore un concierto que pusiera el foco en los timbales.

A la grabación de Haas y la BBC Symphony, protagonistas del estreno europeo en 2001, le sigue en orden la del valenciano Javier Eguillor con la orquesta titular del Palau de la Música de Valencia en octubre 2012. El vídeo, que recoge el estreno en España del concierto de Glass, ha conseguido en Youtube ya casi 150.000 entradas, por las algo menos de 70.000 de la grabación británica, convirtiéndose prácticamente en un fenómeno viral.

Breve historia de una búsqueda

J. M. J.

El percusionista español se ha convertido en un entusiasta del concierto de Glass, cuya partitura para timbales obtuvo a partir del guión del director, que compró por correo en Estados Unidos. Cuenta que "iba detrás de un concierto para timbales y orquesta" y se fijó "primero en el de William Kraft", pero cuando descubrió las numerosas versiones de Internet de la composición de Glass, no tuvo ninguna duda de que éste "podía tener más impacto en el público".

A Yaron Traub, director de la Orquesta de Valencia, lo convenció "enseguida" con la versión discográfica del compositor, Gerard Schwarz y la Royal Liverpool Philarmonic Orchestra. A partir del guión del director, cuenta Eguillor, fue su colega y amigo José Salvador Chapí, el líder de Amores Grup de Percussió, quien extrajo la partitura para timbales que permitió trabajar al timbalero valenciano y su compañero monegasco una versión propia. Alquilar la parte de los timbales por semanas, que es la otra opción, "puede resultar caro", explica el percusionista

Eguillor, timbalero solista de la Orquesta de Valencia, quería que el vídeo le sirviera de tarjeta de presentación y lo ha conseguido. De hecho, pudo repetir ya el concierto de Glass con la Sinfónica de Bilbao en mayo de 2014 y el próximo día 31 hará lo propio con la Orquesta Filarmónica de Montecarlo, bajo la dirección de Günter Neuhold, la misma batuta que marcó la pauta en Euskadi.

Para este timbalero, la adecuada presencia en la Red es tan importante que cuenta para sus grabaciones con "un ingeniero de sonido y un técnico que dispone más de 20 pequeñas cámaras en el escenario, de forma que el resultado final puede ser muy detallista". Y de alta calidad, cabría añadir.

Se trata de obtener "un producto con el que el artista se sienta identificado y a la gente le guste", argumenta el inquieto percusionista de Xixona que creció musicalmente en sintonía con esta familia instrumental en las fiestas de Moros y Cristianos de su pueblo y que, mucho después, amplió estudios tres años con Rainer Seegers, timbalero solista de la Filarmónica de Berlín.

"Este año está siendo increíble; tenemos abiertas conversaciones con otras orquestas  y es muy probable que interpretemos este concierto pronto en otros auditorios españoles", asegura. La clave para difundir su proyecto está también en lograr "la complicidad de los timbaleros titulares, es un trabajo a cuatro manos", explica este músico que ha trabajado bajo la dirección de Colin Davis, Carlo Maria Giulini, Antoni Ros Marbà, Vladimir Ashkenazy o Bernard Heitink y es miembro de la orquesta multinacional BandArt. 

La obra de Glass, que arranca como si de la banda de Mission Impossible se tratara pero pronto se mueve por derroteros más sutiles, requiere en primer plano dos percusionistas que dan juego a 12 timbales. Eguillor pasea las baquetas por siete de ellos y por cinco su compañero, que en Mónaco volverá a ser el solista de la Filarmónica nacional, Julien Bourgeois, en otro tiempo maestro de su colega alicantino. "Es como si tocáramos uno solo, de eso se trata", afirma.

Insiste en que su Concerto Fantasy "es distinto de muchas versiones que se pueden ver y escuchar en Internet, es menos agresiva".  La diferencia responde a un planteamiento de partida: "Nosotros buscamos la melodía por encima del ritmo, como si fueran contrabajos y perseguimos un sonido redondo; otros golpean más duro", explica. Comprobarlo está alcance de un click.  

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