“Tenemos pruebas positivas de que Pablo Ibar no estaba en el lugar del crimen”, dice su abogado

Benjamin Waxman, el abogado que coordina la defensa de Pablo Ibar en la repetición del juicio ordenada por el Tribunal Supremo de Florida, ha afirmado este lunes en Vitoria que hay "fuertes evidencias" y presentará "pruebas positivas" para demostrar que "Pablo no estaba ahí", en el lugar donde se cometió el triple asesinato en 1994 por el que el ciudadano de origen español fue condenado a muerte y ahora está a la espera de un nuevo juicio con jurado.

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Waxman se encuentra estos días en Euskadi, donde se reunirá mañana con el lehendakari, Iñigo Urkullu, con la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, y con los grupos de la Cámara autonómica para después desplazarse a Madrid y ser recibido por el Colegio de Procuradores, Amnistía Internacional y los grupos del Senado.

El letrado se ha mostrado confiado en que el jurado hallará "no culpable" a Pablo Ibar porque todas las pruebas que presenta el Estado de Florida contra su defendido son "débiles" y pueden ser "cuestionadas" con pruebas y testimonios que demuestran que no se encontraba en el lugar del crimen. Ibar, nacido en 1972 en Fort Lauderdale (EE UU), hijo de Cándido Ibar Aspiazu y sobrino del fallecido boxeador vasco José Manuel Ibar Urtain, será juzgado de nuevo a partir del 5 de marzo de 2018 de unos hechos que se remontan a 1994, cuando fueron asesinados Casimir Sucharsky, dueño de un club nocturno, y las modelos Sharon Anderson y Marie Rogers.

En 2000, la justicia estadounidense condenó a Ibar a muerte como autor de los crímenes, junto a su amigo Seth Peñalver, que fue absuelto tras recurrir su condena y repetirse su juicio. El ciudadano de origen español ha pasado 23 años en la cárcel, 15 de ellos en el corredor de la muerte. El 4 de febrero de 2016, el Tribunal Supremo de Florida anuló la sentencia al estimar que el procesado no había tenido una defensa letrada eficaz, por lo que deberá someterse al veredicto de un jurado para demostrar su inocencia.

Waxman ha explicado que las pruebas de la Fiscalía contra su defendido son "débiles" y pueden ser cuestionadas porque están basadas en una "imagen borrosa" del autor tomada en el lugar del crimen y en el testimonio de dos testigos. En un caso, fue una declaración inculpatoria "muy sugerida", ha comentado el abogado, y en el otro, se trata de un consumidor de narcóticos "que tenía cuentas pendientes con Pablo" y cuyo testimonio fue rechazado en el juicio en el que el otro acusado fue puesto en libertad.

"Por nuestra parte, tenemos testimonios de que Pablo estaba en otro lugar en esos momentos y, sencillamente, tiene una coartada. Estaba en otro sitio y era absolutamente imposible que estuviera donde el Estado mantiene que estaba. Por tanto, además de los múltiples defectos, agujeros, que tienen las pruebas que quiere presentar el Estado, también tenemos pruebas positivas de que Pablo no estaba ahí", ha agregado Waxman.

El letrado ha indicado que Pablo Ibar, quien siempre se ha declarado inocente de estos hechos, se encuentra "fuerte" de ánimo, aunque también "está nervioso" y esperanzado en que el jurado le absolverá.

Para sufragar los gastos de la defensa de Ibar, estimados en 1,3 millones de dólares (1,1 millones de euros) la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar puso en marcha en junio una campaña de microfinanciación.