El Real Madrid reacciona en la segunda parte para ganar al Alba Berlín
Los ajustes en defensa dejan sin respuestas al equipo alemán, muy activo hasta el descanso
El Real Madrid jugó una buena segunda parte en el WiZink para resolver ante el Alba berlinés y aliviar un tanto las penas de la Euroliga, en la que todavía no ha alcanzado la velocidad de crucero. El coraje de Facundo Campazzo en el tercer cuarto fue determinante para desequilibrar al equipo alemán y sumar su quinta victoria, todavía descompensada con las seis derrotas que le impiden estar en la zona alta de la clasificación.
Jugó con fuego el Real Madrid en la primera parte, con una resistencia endeble, que le regaló muchas opciones al Alba de Berlín, capaz de anotar nueve triples en 16 intentos en los que apenas tuvo oposición de la relajada defensa madridista. “Nos están haciendo mucho daño en ataque”, reconocía Abalde en el descanso. “No pueden anotar tan fácil”.
El inicio fulgurante de Spagnolo y la calidad de Procida le permitieron al equipo alemán terminar la primera parte con 55 puntos en su casillero, camino de un resultado escandaloso ante la apatía madridista cuando tocaba defender, porque en el ataque, el talento de sus jugadores bastaba, por lo menos, para equilibrar el marcador, aunque jugando con intermitencias. Chus Mateo tuvo que parar el partido cuando la diferencia para el Alba se disparó a los once puntos (26-37). Jugaba el Madrid demasiado confiado a su calidad, y conseguía, cada vez que apretaba las tuercas, acercarse en el marcador e incluso ponerse por delante (42-41) a 3m 30s del descanso. Pero de nuevo regresaba la desconcentración a los jugadores blancos y otra vez aumentaban las expectativas berlinesas. Con nueve triples en los primeros veinte minutos, el partido seguía vivo al descanso (55-55).
Pero la segunda parte fue otra cosa. Campazzo tomó las riendas de su equipo, los demás decidieron que ya era hora de defender, y paso a paso, el Real Madrid fue abriéndose paso en el marcador, porque obligaron a los visitantes a lanzamientos bastante menos cómodos que en la primera parte. Se secó la fuente desde la línea de triples, perdió el oremus el talentoso Procida, y al equipo de Israel González se le empezaron a ver las costuras. Entre Rathan-Mayes, Campazzo e Ibaka se bastaron para ir sumando puntos en el luminoso mientras se marchitaba el ataque del Alba. Al comienzo del último cuarto, el resultado estaba ya escrito.
En la visita a El Pireo del Baskonia, los vitorianos apenas pudieron resistir el empuje del Olympiacos (92-69), uno de los equipos más potentes de la Euroliga. El equipo griego dominó los cuatro parciales y no dio opción al grupo de Pablo Laso. La discreta actuación de todos sus jugadores no le permitieron reaccionar en ningún momento.
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