40 años de travesía musical

Cuando Madrid era ante todo lírico y sinfónico, hubo un grupo de jóvenes músicos pioneros del nuevo barroco. Europa alumbraba formaciones de este estilo, con aire jipi renovador. En Cataluña, Jordi Savall había cogido el viento que implantó Harnoncourt con la corriente auténtica, aquella que reivindicaba la interpretación de Bach con instrumentos de época. El patrimonio musical español renacentista y dieciochesco, rico y oculto en los archivos, clamaba por una puesta al día. Y así surgió en 1977 La Folía, liderada por Pedro Bonet. Aquí sigue más de 40 años después. Mañana actúa en la Fundación Juan March y luego en una gira por Italia y Japón.

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Hubo un hito en su carrera. “El proyecto Música instrumental del tiempo Velázquez lo confeccionamos en 1999 con motivo de IV centenario del nacimiento del pintor y marcó nuestra trayectoria”, explica Bonet. Fue concebido a la vez como registro discográfico y programa de concierto. “La biografía y la obra del artista sirvieron para presentar el repertorio musical de la primera mitad del siglo XVII, mucho menos familiar para el público que la pintura del mismo periodo”.

El ciclotímico Felipe V marcó un antes y un después en la música de la corte. “Coincide con un repertorio musical brillante y atractivo. De ello son muestra nuestros trabajos sobre la corte de Felipe V (Felipe V y los primeros Borbones) y sobre la guerra de Sucesión Española, auténtica primera guerra mundial”, cree Bonet. Pero gran parte de aquel material pereció en el incendio del Alcázar de Madrid, en 1734. “Eso pone en valor de manera especial los restos musicales anteriores a dicha fecha. En el siglo XVIII, los principales estilos del Barroco, italiano y francés, se amalgaman en un lenguaje internacional, cada vez más galante. Hoy comienza a reconocerse el valor y originalidad del repertorio español”.

La Folía es un grupo navegante. “Nuestro trabajo sobre la circulación del repertorio musical a través de las rutas marítimas es consecuencia igualmente de nuestro interés por la producción hispana e ibérica en un contexto internacional”, afirma Bonet. Cuando están a punto de comenzar las conmemoraciones de las expediciones de Magallanes y Elcano, La Folía lleva años poniéndole música a aquel momento.

'La nao de China'

“La nao de China, dedicada a ese acontecimiento, es un trabajo que hemos interpretado por todo el mundo. Se trata de las implicaciones musicales del viaje de Madrid a Pekín a través de la ruta española, aquella en que personas y mercancías hacían el recorrido de ida y vuelta entre las costas andaluzas y las islas Filipinas cruzando dos océanos, el Atlántico y el Pacífico”, dice Bonet.

Ricardo Llorca, compositor español contemporáneo, es un buen amigo de La Folía. En 2004 surgió el encargo de su Concierto italiano, relectura en clave actual de tres arias de Haendel. “Resulta apasionante estar involucrados en la escritura de nuevo repertorio. En La Folía consideramos que la colaboración con compositores vivos es un excelente aprendizaje”, añade Bonet.

Los viajes de Gulliver y otras visiones extremas del Barroco es su proyecto más conceptual. Trata de la irrupción del telescopio y el microscopio. “Fueron inventos del primer barroco, último renacimiento, en esa frontera. Tienen que ver con el espíritu científico de gabinetes y academias ilustrados como la Royal Society de Londres, cercanos a la creación musical. En 1728, apenas dos años después de la publicación de Los viajes de Gulliver, Telemann publicó en Hamburgo una pieza que refleja algunos de los hitos principales de esas aventuras que hoy en día nos siguen llamando la atención”, dice Bonet. Aquello cambió la visión del mundo, igual que grupos como La Folía enriquecen la manera de escucharlo.

La Folía actúa mañana a las 19.30 en la Fundación Juan March (Castelló, 77). Entrada libre.