El empleo en diseño de videojuegos se dispara por el tirón de Barcelona

El empleo en el sector de los videojuegos en Cataluña se ha más que duplicado en los últimos tres años, impulsado por el papel de Barcelona como capital tecnológica. El desarrollo de videojuegos emplea a casi 3.000 personas, según los datos de 2017 del Instituto Catalán de las Empresas Culturales (ICEC), divulgados ayer en el marco del salón Barcelona Games World. La ocupación que genera el sector en Cataluña representa casi la mitad del empleo del ocio digital en España. Pese a la proliferación de estudios pequeños e independientes, son las grandes empresas las que atraen a la mayor parte de profesionales.

El de los videojuegos se ha impuesto como uno de los sectores estratégicos para que Cataluña escale posiciones como referente tecnológico. La financiación público-privada ha creado un ecosistema de pequeños estudios que han animado el empleo, un dinamismo que estimula la proliferación de grados y másteres específicos. Existen en Cataluña 130 empresas legalmente constituidas (y 40 en proceso). Sin embargo, cuatro de estas empresas ya copan casi el 40% de los puestos de trabajo.

La sueca King, autora del gran éxito Candy Crush, ha duplicado desde 2014 su plantilla, con hasta 600 empleados en Barcelona, donde busca ahora otras 20 personas. Junto con la francesa Ubisoft (130 trabajadores) y las multinacionales catalanas Social Point (350) y Digital Legends (70) forman el club de las grandes compañías, al que se suman otras como Zeptolab, Riot Games o Scopely.

La norteamericana Tilting Point, centrada en videojuegos para móviles, ha anunciado su llegada esta semana. Con sede en Nueva York, ha escogido Barcelona para empezar su expansión. Cuenta en la capital catalana con 14 trabajadores y busca oficinas para crecer en 2019 hasta el medio centenar. “Buscamos perfiles de programación, marketing, arte o sonido. En Barcelona hay talento, buenas condiciones de vida y una gran escena en videojuegos”, explica Ignasi Prat, director de marketing de Tilting Point.

El salario bruto medio de las ofertas para un puesto en el sector supera los 30.000 euros en perfiles de programación, producción y diseño. Son datos del portal de empleo Infojobs, que ha analizado 3.000 ofertas publicadas en los últimos cinco años. Según el estudio, 8 de cada 10 vacantes de 2018 ofrecen un contrato indefinido.

Pero el paso de la universidad a las grandes empresas no es fácil. “Los estudios independientes son como una cantera en la que se coge experiencia y a la que acuden las grandes empresas para buscar talento”, destaca Marisol López, directora del Área de Cultura Digital del ICEC. Es a estas compañías, a menudo impulsadas por incubadoras, a las que se dirigen también las universidades para colocar a sus estudiantes con contratos en prácticas. “Es la única manera de entrar en el mercado: nos encontramos con que las grandes compañías buscan gente experimentada u optan por atraer talento de fuera”, afirma Sandra Sánchez, responsable de Carreras de TecnoCampus, centro adscrito a la UPF ubicado en Mataró.

“Las empresas son o demasiado grandes o demasiado pequeñas. Ahora que hemos entrado en otra liga tenemos que trabajar para equilibrarlo”, afirma Xavier Carrillo, consejero delegado y fundador de Digital Legends. “Tenemos que atraer talento de fuera, trabajar para que la riqueza se quede en el territorio y consolidar la oferta en las universidades”, añade.

Este curso casi 1.400 alumnos de 15 programas de universidades catalanas se están formando en desarrollo de videojuegos. Hace cinco años había unos 300 estudiantes. Este crecimiento es un reflejo de la evolución de la demanda del sector. Solo uno de los grados, el de la UdG, tiene precio público, mientras que el máster de videojuegos de la UOC está en proceso de obtener la homologación.