El temporal Gloria causó la fuga de 10.000 atunes de una granja marina de l’Ametlla

El temporal Gloria golpeó duramente varias zonas del litoral y tuvo afectación más allá de la erosión de las playas. En L'Ametlla de Mar (Baix Ebre) el fuerte oleaje provocó la huida de 10.000 atunes rojos que estaban en la granja marina que el grupo Balfegó tiene frente a la costa. Varios ejemplares aparecieron diseminados por playas y paseos marítimos cercanos en los días posteriores a la borrasca, pese a lo cual, Balfegó apuntó entonces que no había apreciado "desperfectos" en sus instalaciones. La empresa sí admitió la posibilidad de que unos pocos ejemplares hubieran escapado de sus granjas por efecto de las olas pero, mediante un comunicado, aseguraba poder "garantizar la continuidad y calidad del suministro" y la "total normalidad" de su actividad. El paso de los días ha modificado la versión dada por Balfegó y la empresa admitía este martes haber perdido prácticamente la totalidad de su producción. "Teníamos unos 11.000 atunes y calculamos que hemos perdido unos 10.000", señalaron fuentes de la compañía.

Desde hace diez días los pescadores que faenan frente a las costas del Delta de l'Ebre han hallado multitud de ejemplares de atún rojo. Centenares de peces muertos se acumulan a la altura de la punta de la Banya pero, muchos otros, han quedado esparcidos en toda la franja que hay entre l'Hospitalet de l'Infant i Benicàssim, a más de 100 kilómetros de l'Ametlla.

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La fuerza del temporal pudo causar erosiones en los atunes, ya sea porque se golpearon entre ellos o porque rozaron con las aguas poco profundas del Delta, y las heridas los desorientaron hasta imposibilitarles poder seguir nadando. Según señalan fuentes de las cofradías de pescadores, los pescadores de arrastre llevan días sacando atunes muertos cuando calan las redes. Balfegó apunta que, de media, sus atunes tienen un peso de entre 200 y 250 kilos pero al puerto de Sant Carles de la Ràpita han llegado pesqueros que habían capturado ejemplares de casi 1.000 kilos de peso. El atún muerto sirve de alimento para especies como el cangrejo azul pero el paso de los días ha acelerado su estado de putrefacción y, cuando entra en las redes de los pescadores, amenaza contaminar el buen estado de las capturas.

Balfegó señala que se ha opuesto en contacto con las cofradías de pescadores para informarles que "compensará", a través de su seguro de responsabilidad civil, a aquellos pesqueros que hayan sufrido pérdidas como consecuencia de haber capturado ejemplares de atún rojo en sus redes de manera accidental. También ha ofrecido la instalación de contenedores para que los pescadores que hallen atunes tengan donde depositarlos. La empresa reclama a la Generalitat que tenga en cuenta las pérdidas sufridas y "facilite" su acceso a las ayudas públicas que se destinen a reparar los daños causados por el temporal.

Balfegó factura unos 50 millones de euros y exporta a 32 países. Tiene 21 granja-piscinas donde retiene al atún rojo y lo va alimentando hasta que lo sacrifica. La compañía dice "celebrar" que la mayoría de sus atunes escaparan vivos. Sobre su cambio de versión de los hechos, alega que, en los primeros días, el mal estado del mar imposibilitaba la inspección detallada de sus instalaciones, y por eso habría informado de que la afectación había sido menor. "Nunca negamos que los atunes fueran nuestros", indica la empresa.