La justicia chilena ordena la prisión preventiva de Manuel Monsalve por violación y abuso sexual

El juez del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago Mario Cayul ha resuelto este martes por la noche la prisión preventiva para Manuel Monsalve por considerar que su libertad “es un peligro para la seguridad de la sociedad”. El médico de 59 años ha sido formalizado por la Fiscalía chilena por presunta violación y abuso sexual a una asesora de su Gabinete, de 32 años, que lo denunció ante el Ministerio Público el 14 de octubre por dos agresiones sexuales entre la noche del domingo 22 de septiembre y la mañana del lunes 23 en un hotel en el centro de Santiago. El exmilitante socialista renunció el 17 de octubre a su cargo de subsecretario del Interior y hasta entonces era responsable de la seguridad pública del Gobierno del presidente Gabriel Boric. El caso ha impactado fuertemente a Chile, pero también ha golpeado a la Administración de izquierdas pues a Monsalve se le mantuvo en el puesto 48 horas después de que el mandatario se enterara de la imputación e, incluso, horas antes de su dimisión asistió a exponer a una comisión de presupuesto del Senado.

La determinación del magistrado implica que Monsalve sea trasladado a una cárcel pública a Rancagua, a unos 80 kilómetros de Santiago, para cumplir con la medida cautelar, mientras que la defensa del exsubsecretario anunció que apelará. “Esta es una investigación que recién comienza, y tenemos confianza en que al final encontraremos la verdad y la justicia”, señaló Lino Disi, uno de los tres abogados que lo representan.

El juez, quien citó en su resolución la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (conocida como Convención de Belém do Pará), además ha dado un plazo de cuatro meses para la investigación del Ministerio Público. El caso está a cargo del fiscal Xavier Armendáriz, quien junto a su par Francisco Jacir han reconstruido las horas previas a los hechos que mediaron la acusación, ocurridos en el hotel Panamericano cuando terminaba un largo feriado de las Fiestas Patrias. Esa noche del domingo 22 de septiembre el médico oficiaba como ministro del Interior subrogante —en reemplazo de Carolina Tohá— y fue junto a su asesora a cenar a las 18.30 a un restaurante de comida peruana, Ají seco místico, en el centro de Santiago. Allí el exsubsecretario, quien estaba sin sus escoltas, pagó una cuenta de más de 100 dólares en efectivo y, de acuerdo con la resolución del juez, entre los dos consumieron ocho copas grandes de pisco sour. Tanto la denunciante como el exalto funcionario han señalado no recordar nada. Según relató el fiscal en la formalización de cargos, que implica que a Monsalve se le comunicó que existe una investigación en su contra, “encontrándose la víctima gravemente afectada por la alta ingesta de alcohol, fue conducida por el imputado al interior de la habitación 719 (...) donde en horas indeterminadas de la madrugada del día 23 de septiembre Monsalve Benavides accedió carnalmente (...) valiéndose de que ésta se encontraba incapacitada de sentido e incapacitada para oponerse producto de la alta ingesta de alcohol”.

El segundo ataque, por abuso sexual, dijo Armendáriz, fue “en horas indeterminadas de la mañana”. “La víctima despertó en la cama (...), desorientada en tiempo y espacio, sin poder recordar lo que sucedió en las horas previas (...) dándose cuenta que a su lado yacía acostado” Monsalve. Sobre el exsubsecretario, dijo que “se acercó a la víctima y valiéndose del estado de estupefacción y confusión en que se encontraba producto de la fuerte impresión que le causó despertar en esas circunstancias, y sin mediar consentimiento alguno, realizó actos de significación y de relevancia sexual (...) aprovechándose de la que víctima estaba incapacitada para oponerse”.

Los testimonios que citó el juez

La audiencia se prolongó por más de 13 horas y mientras Cayul leía su resolución, Monsalve se desvaneció por unos momentos. Para fundar su decisión, el juez citó varias pericias realizadas a la denunciante, quien aunque entregó su primera declaración a la Fiscalía 21 días después de los hechos, guardó la ropa que usaba esa noche, la que fue examinada. Además citó el testimonio del taxista que trasladó al médico y a su asesora la noche del 22 de septiembre hacia el hotel: el conductor dijo al fiscal que la mujer se veía “ebria” y que, cuando hizo detener el automóvil, ella ingresó por la ventana hacia el asiento del copiloto, mientras que su acompañante se sentó atrás. Los videos rescatados a través de la revisión de más de 170 cámaras ubicadas en el centro de Santiago dieron de cuenta del estado en que ella se encontraba.

Otros testimonios que destacó especialmente el magistrado fueron el de los sicólogos que la atendieron y el de sus familiares. Cayul señaló que el padre de la denunciante declaró que ella le entregó “un relato desgarrador”, mientras que su madre dijo que su hija “no volverá a ser la misma, que no puede dormir bien y que tiene constantes crisis de llanto”. “Todas estas declaraciones permiten presumir, fundadamente, que el imputado realizó actos de signficación sexual y relevancia con contacto corporal en contra de la víctima, aprovechándose de que estaba incapacitada para oponerse atendido el estado sicológico en que se encontraba y, según la víctima, en estado de shock”, dijo el juez respecto del abuso sexual.

El caso sigue alojado en La Moneda

La denuncia en contra de Monsalve fue revelada el 17 de octubre por La Segunda, pasado el mediodía, y el subsecretario renunció a las 14.30 horas. Boric se había enterado, sin embargo, dos días antes de los hechos, cuando la ministra Tohá, tras ser notificada por el jefe de la Policía de Investigaciones (PDI), Eduardo Cerna, le informó que el funcionario era investigado. Pese a los esfuerzos de La Moneda de aislar el caso y de haber iniciado una ofensiva legal en contra del médico, no ha logrado sacar de la agenda el caso.

Parte de los cuestionamientos a la Administración de izquierdas tienen que ver con el hecho de que a Monsalve no se le pidiera la renuncia inmediatamente, luego que el 15 de octubre sostuviera una reunión con Boric. Fue una conversación en la que le contó que había salido con la funcionaria y que a partir del segundo pisco sour “ya no se acordaba de nada, hasta que despertó con ella a las 06:30 en la cama de su hotel”, según se ha sabido un mes después, cuando el medio The Clinic publicó este domingo la declaración del mandatario ante el fiscal. Boric agregó a Armendáriz que el funcionario le indicó “que no tenía ninguna relación sexo afectiva con ella”.

Según una publicación de este martes de The Clinic, el mandatario, cuando se enteró de los hechos el 15 de octubre a través de Tohpa, antes de reunirse con el subsecretario conversó del tema con Carlos Durán, su jefe de Gabinete, y Miguel Crispi, jefe de sus asesores. Tras ello, el médico no solo estuvo otros dos días en su puesto, sino que, en el intertanto, también se le autorizó para viajar a la región del Biobío, en la zona centro-chilena, para hablar con su familia. Tohá no estaba enterada de ese viaje.