Grecia vuelve a arder: el Gobierno recurre al Ejército para ayudar a unos bomberos sobrepasados
Decenas de incendios calcinan casas y carbonizan bosques cerca de Atenas, en el centro del país y en varias islas
Grecia se quema. La razón es la misma que cada verano, temperaturas muy altas y fuerte viento. El resultado también: incendios forestales que arrasan con miles de hectáreas ante la impotencia de los bomberos. El cambio climático es una realidad palpable en esta parte del Mediterráneo que cada vez está más seca. Un verano más, la programación de las televisiones helenas se interrumpe para convertirse en una sucesión de conexiones en directo que pasa de incendio a incendio durante horas, todos los días. Los frentes activos son tantos, y tan cercanos a las principales autopistas del país, que las autoridades se ven obligadas, cada pocas horas, a actualizar la información sobre las posibles vías de evacuación. Miles de personas se mantienen en alerta, a la espera de saber si deberán abandonar sus casas ante el avance de las llamas. En 2018, un incendio arrasó Mati y mató a 102 personas. Desde que pocos meses después Kyriakos Mitsotakis llegara al Gobierno, su estrategia es priorizar la evacuación temprana de los núcleos habitados. Que se quemen las casas si no hay más remedio, pero que no haya víctimas.
Durante la última semana de junio y la primera de julio se han registrado decenas de incendios en los que ha habido población evacuada. Cuatro en la región de Atenas, otros en Serifos, Quíos, Zante, Lesbos, Beocia, Creta, Hydra… Las casas calcinadas se cuentan ya por decenas. En la pintoresca isla de Sérifos, las llamas recorrieron las laderas cercanas a la Chora, la capital de la isla, ante la atónita mirada de los presentes, y quemaron tanto casas de residentes como villas destinadas al turismo. En la isla de Quíos un hombre jubilado fue detenido acusado de ser el responsable de varios incendios.
El de 2023 fue un verano excepcional en Grecia, pero no en el buen sentido. En julio se batió el récord de la sucesión de olas de calor más largas jamás registrada; en agosto se dio el mayor incendio registrado en la Unión Europea, en Alexandroupolis, donde se calcinaron cerca de 96.000 hectáreas, y a principios de septiembre tuvo lugar la lluvia torrencial, y posterior inundación, más intensa que se recuerda. Grecia se convirtió, por ello, en el primer país europeo con refugiados climáticos. Cientos de personas que perdieron sus casas en las inundaciones y fueron realojados en campos de refugiados aún siguen en ellos.
2024 ha comenzado todavía peor. En junio, antes de que empezara de forma oficial el verano, ya se registró la ola de calor más extrema y temprana en décadas. Grecia central y el Peloponeso alcanzaron los 44,5° y 40,2º, respectivamente, lo que supone 4,8 °C más que la media de la pasada década, 3 grados más que 2012, que hasta ahora era el año más cálido. Es el junio más caluroso desde que, en 2010, se pusieron en marcha las 53 estaciones meteorológicas de meteo.gr, el servicio del Observatorio Nacional de Atenas.
Como sucede cada verano, al calor se le ha sumado el meltemi, unos fuertes vientos térmicos de componente norte que son cálidos, secos y persistentes. Se originan en el mar Egeo al comienzo de la estación y se suelen alargar hasta finales de agosto o septiembre. Pero en 2024 se han adelantado debido a las altas temperaturas. Olas de calor y meltemi es la combinación que más preocupa a los bomberos.
El pasado fin de semana, los aviones de la Fuerza Aérea destinados a la extinción de incendios sumaron 70 horas de vuelo en Keratea, Stamata, Katsimadi Parnizas y Serifos, antes de dirigirse, en días posteriores, a Lesbos y otras regiones. En junio dichas aeronaves anotaron 500 horas en sus libretas de vuelo, mientras el año pasado, en la misma fecha, solo habían volado 36,7 horas. Los responsables de los escuadrones han declarado que los aparatos anfibios con los que cuentan —Canadair CL-215, Canadair CL-415 y Pezetel M-18B/BS— son muy antiguos. Tienen 50 años, por lo que su mantenimiento es muy caro. Los recambios se construyen a mano y tardan, así que cualquier avería dejaría las naves inutilizables. Además, explican que el coste de cada hora de vuelo de un Canadair CL-215 es similar al de un caza F-16.
El incendio que más indignación popular desató se produjo el 23 de junio en Hydra, ampliamente considerada como una de las islas más bellas del país. Allí, desde el yate de lujo Persephoni I, que se alquila a razón de 269.000 euros por semana, un grupo de turistas lanzó fuegos artificiales que quemaron 300 hectáreas del único pinar de la isla. El yate estaba alquilado por un multimillonario kazajo, que fue detenido unas horas junto al resto del pasaje y la tripulación. A pesar de la reciente reforma del código penal, que amplía a 20 años la pena de prisión por el delito de incendio forestal, el magnate, su familia y la tripulación quedaron en libertad y abandonaron el país sin problemas, como él mismo explicó en una entrevista con la revista Forbes de Kazajistán.
El martes, el alcalde de Kos, Theodosis Nikitaras, reconoció que los bomberos no eran suficientes para mantener las llamas lejos de las islas, por lo que pidió a los habitantes de la isla que se sumaran como voluntarios a la extinción. “Necesitamos urgentemente grupos de voluntarios y jóvenes que se apresuren a ayudar a nuestra labor”, escribió en Facebook. La necesidad de voluntarios ha impulsado a algunos movimientos sociales a formar sus propias brigadas. La más conocida de momento es la formada por el grupo anarquista Rouvikonas en Atenas, que cuenta con dos vehículos equipados con bombas de agua y tres decenas de voluntarios que se entrenan durante todo el invierno.
El jueves estaba llamado a ser un día de tregua debido a la previsión de lluvias intensas en todo el país, pero los bomberos no pudieron descansar. Aunque las precipitaciones extinguieron todos los fuegos iniciados los días anteriores, las tormentas eléctricas originaron 62 nuevos. Durante la mañana, en solo tres horas, se desataron incendios en Súnion, Vilia, Lavrio, Dioniso, Maratón, Epidauro, Delfos y Lesbos que requirieron la ayuda de medios aéreos para combatirlos.
Panagiotis Biboudis, comandante de los bomberos de Lesbos, declaró a medios locales que un solo rayó originó nueve focos en un bosque de la isla. Biboudis dijo que tanto él como su equipo están en máxima alerta porque prevén nuevos incidentes durante los próximos días. “Un fenómeno común es que los incendios provocados por los rayos ardan sin llama durante días y solo ‘se enciendan’ cuando aumenta la temperatura”, explicó Biboudis.
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