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El cómico que ‘huyó’ a Hollywood

Omar Sy, coprotagonista del taquillazo ‘Intocable’, estrena otra comedia, ‘Incompatibles’ Estos días prepara su papel en ‘X-men: days of future past’

Gregorio Belinchón
El francés Omar Sy, retratado la semana pasada en un hotel madrileño.
El francés Omar Sy, retratado la semana pasada en un hotel madrileño.claudio álvarez

Que para huir de la fama alguien se mude a Los Ángeles, entra en la categoría de decisiones chocantes. Y más si su dominio del inglés es muy precario. Pero Omar Sy (Trappes, 1978) no encontró mejor sitio para pasar inadvertido. Desde hace dos años no es solo el cómico más conocido en Francia, gracias a su carrera en televisión como parte del dúo Omar et Fred, sino que se convirtió en coprotagonista de la película más vista de la historia del cine francés: Intocable, que ha superado de lejos los 300 millones de euros en la taquilla mundial. “Nunca podré renegar de ella. Sería una blasfemia. Todo lo que tengo bueno hoy es culpa en mayor parte de Intocable.Y ya estaba muy orgulloso del filme antes de su estreno. Con lo ocurrido después, aún más”.

La sombra de Intocable es tan alargada que su nuevo estreno se titula originalmente De l‘autre côté du périph, y en España se ha reconvertido en... Incompatible. “Lo he visto y me he quedado muy sorprendido. Pero, ¿qué voy a decir? El cine es un negocio, todo el mundo quiere sacar beneficios en el juego y es lógico. Tengo la sensación de cada día de mi vida hay y habrá algo nuevo relacionado con Intocable. No me importa en absoluto”.

Incompatibles busca encontrar un punto equidistante entre una historia local y otra universal: “La referencia era Límite: 48 horas, la ambición del proyecto tenía ese título como objetivo. La forma era hollywoodiense, al estilo también de Superdetective en Hollywood, pero el fondo debía ser obligatoriamente francés”.

Como actor y persona, yo quiero ser de mayor François Cluzet”

Tanto en Intocable como en Incompatibles, Sy da vida a personajes nacidos en los suburbios, en la banlieue. No ocurre lo mismo en otra comedia, Un gran equipo, que será su siguiente estreno en España. “He hecho una veintena de películas, y solo en esas dos tenía esa procedencia. Sin embargo, está bien que la gente conozca algo más del París turístico. Me daba miedo encasillarme en un personaje de los arrabales con aire negativo. Por eso, cuando lo he interpretado me he decantado por la comedia. He rechazado otras ofertas. Si tengo que hablar de donde vengo, quiero que sea positivo. Es mi responsabilidad, mi granito de arena para mejorar el futuro de esos barrios. Debemos transmitir otra imagen de Francia”.

Su mudanza a Los Ángeles, curiosa para alguien tan representativo de un humor local y muy marcado por su adolescencia en los suburbios del oeste de París, no tiene que ver con una apuesta de futuro. “No creo en la idea de programar mi carrera, sino que en mi caso ha funcionado gracias a encuentros. Mi vida ha cambiado mucho desde Intocable y para gestionarlo he tomado distancia y tiempo. Necesitaba un retiro, ver desde lejos las ofertas que recibo. Obviamente también quería aprender inglés y de paso otear qué me ofrecía Hollywood. Pero insisto en que lo hice para pasar más tiempo con mis hijos [tiene cuatro], ir de vez en cuando a la playa, tomar el sol. Coescribo desde la distancia con Fred nuevos guiones”. Y así llegó X-men: days de future past, la quinta película de la serie, en la que vuelve como director Bryan Singer. ¿Cuánto puede contar del proyecto? “Solo puedo decir que estoy muy contento [risas]. Tomé un café con Singer, me contó el proyecto, vimos cómo trabajaremos juntos porque mi inglés es flojo... Creo que tenemos la solución. El fenómeno Intocable me permite entrar en el plató de un director como Singer”.

Las carreras de François Cluzet y Sy se tocaron tangencialmente y se volvieron a separar de forma radical: “Es la vida, ¿no? En realidad, él me avisó de todo lo que me iba a pasar, de que yo iba a sacar más partido de Intocable. Es un actor muy generoso. Le debo tanto... Nunca he tenido un intercambio artístico como el que disfruté con él. Quiero dejarte una cosa clara: yo, como actor y como persona, quiero ser de mayor Cluzet”.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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