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El lado oscuro de los amish

Discovery Max revela una imagen hasta ahora desconocida de esta comunidad de granjeros estadounidenses

El canal de contenidos de no ficción Discovery Max estrena mañana (22.30) un doble episodio de Amish Mafia, la serie que registró una media de 3,5 millones de espectadores en su estreno en EE UU y una media de más de 3 millones en cada episodio, que pretende cambiar la imagen que tenemos de esta singular comunidad que ha mantenido intactas sus tradiciones y forma de vida desde el siglo XVII. Por primera vez, un canal de televisión muestra a los espectadores el lado más desconocido de esta particular congregación.

Las cámaras de Discovery MAX se adentran en el interior de la comunidad Amish de Lancaster (Pensilvania), una de las más antiguas de EE UU, donde un grupo de hombres armados ejecutan su particular manera de entender la ley y la justicia.

Ellos son los encargados de proteger y mantener la paz y el orden en una comunidad que en 2006 saltó a los medios de comunicación tras producirse un tiroteo en su escuela infantil. Un camionero mató a cinco niñas pequeñas e hirió a otras tantas en lo que fue el máximo exponente de la vulnerabilidad diaria en la que viven estas comunidades.

Amish Mafia va más allá de los consabidos coches de caballo, sombreros de paja y quinqués de gas. La vida tranquila y la paz del campo tienen en Lancaster un precio que se paga muy caro. Y el encargado de cobrarlo es Lebanon Levi, el “protector” de la comunidad. Su lema es “mi trabajo consiste en mantener la paz y hacer que se cumplan las reglas” y, si esto fuera el viejo Oeste, Levi sería el sheriff, el juez y el verdugo. Convencido de que su obligación es salvaguardar los principios de moralidad e integridad entre los miembros de su comunidad que se denuncian unos a otros por comportamientos indecorosos, su prioridad es asegurar la ausencia de intrusos y objetos del “exterior”.

Por supuesto, su trabajo no lo realiza solo. Le acompaña una banda en la que no falta el matón, el cerebro y el aspirante a heredar el puesto de Levi. Ellos se encargan del trabajo sucio, del que la influyente iglesia Amish no puede ocuparse, para proteger a sus vecinos de sí mismos. Cómo lo hacen no es problema de nadie. Cuando nadie mira organizan cacerías humanas, participan en peleas en graneros y tienen fuertes enfrentamientos con otras congregaciones por ser la comunidad más poderosa.

Esta es una parte de la sociedad Amish que siempre ha permanecido oculta, incluso para gran parte de sus miembros. De hecho, la Iglesia de la congregación niega la existencia de este grupo mafioso. Amish Mafia’ofrece un testimonio de algunos incidentes, delitos y fechorías que se suceden en el interior de esta supuestamente pacífica comunidad. 

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