Escribano y Ureña cortan una oreja a los victorinos en la feria de Nimes

Los diestros Paco Ureña y Manuel Escribano cortaron una oreja cada uno de dos buenos toros de Victorino Martín, en la corrida vespertina celebrada ayer en la ciudad francesa de Nimes, quinta de su feria de Pentecostés.

Con dos tercios de entrada, se lidiaron toros de Victorino Martín, bien presentados y de juego desigual. Primero, tercero y quinto fueron buenos toros; mientras que los otros tres fueron más ásperos y complicados.

Rafael Rubio Rafaelillo: estocada contraria y tres descabellos (ovación tras aviso); y tres pinchazos, estocada y descabello (ovación tras aviso).

Manuel Escribano: estocada (oreja); y dos pinchazos y casi entera (silencio).

Paco Ureña, que confirmaba alternativa en Francia: estocada (oreja); y pinchazo y estocada (silencio).

Este último aprovechó la nobleza del buen primero, que embistió con son y codicia, humilló mucho y abriéndose al final de los muletazos. Con más transmisión, hubiera sido un gran toro. El torero hizo lo mejor sobre el pitón izquierdo en varias tandas cadenciosas y hondas. El último, fuera de tipo, no se empleó. Ureña se esforzó, aprovechó las medias embestidas, pero no pudo redondear su tarde.

El primero del lote de Rafaelillo fue un toro complicado, mirón y con cierto peligro. El murciano tuvo el pundonor de poderle. El cuarto fue otro toro complicado y con peligro, con el que Rafaelillo estuvo firme, justificándose en una faena de notable mérito.

El tercero de la tarde fue un buen toro por su movilidad y humillación. Escribano le marcó bien los tiempos, le dejó siempre la muleta puesta al hocico y lo llevó muy templadito, sin toques bruscos. El quinto careció de transmisión. Estuvo bien el torero, sin conseguir que la faena tomara vuelo.

Fallece el torero salmantino Sánchez Bejarano

El matador de toros salmantino Agapito Sánchez Bejarano falleció ayer a los 71 años en su Salamanca natal víctima de una larga enfermedad, que se le había complicado en los últimos días, han informado a Efe fuentes familiares.

Sánchez Bejarano (Colmenar de Montemayor, Salamanca, 1944) fue uno de los toreros que, sin llegar a ser figura, tuvo muy buen ambiente, sobre todo en la plaza de Madrid, donde toreó 35 tardes en toda su carrera, cortando un total de 10 orejas.

Torero de culto, Sánchez Bejarano fue un magnífico capotero, destreza que heredó del que fue su apoderado, el también matador de toros madrileño Manolo Escudero, gran virtuoso del toreo a la verónica.

También fue considerado un puro y hondo interprete del toreo de muleta, aunque lo que más se le reconoció fue la rotundidad con la que manejaba la espada.

De novillero cuajó importantes tardes en Madrid, donde debutó con el 19 de marzo de 1967 cortando una oreja. Pero fueron las dos tardes siguientes, el 1 y 4 de mayo, donde dio su primer gran toque de atención, saliendo a hombros las dos tardes, paseando un total de cinco orejas.

El gran ambiente que dejó de novillero le llevó a tomar la alternativa en plena feria de San Isidro de ese mismo año, el 20 de mayo, con Santiago Martín El Viti de padrino, y José Manuel Inchausti Tinín de testigo.

Las buenas tardes protagonizadas en Madrid, donde sumaría varias orejas más a lo largo de las siguientes temporadas, alzándose con la Oreja de Oro de la Corrida de la Prensa y saliendo a hombros como matador en 1972, no le ayudarían a relanzar su carrera, viendo como año tras año el número de contratos iba decreciendo.

También en el recuerdo quedan otras tantas tardes de gloria en plazas como las desaparecidas Chata de Vista Alegre, en Madrid, El Chofre, en San Sebastián, y la Monumental de Barcelona, además de su Glorieta de Salamanca, Málaga o Valencia, donde cortó un rabo de novillero.

En 1979, Sánchez Bejarano, desanimado por la falta de oportunidades, decidió retirarse de los ruedos, toreando su última tarde en Las Ventas, el 7 de octubre, cuando despachó junto a Rayito de Venezuela y Curro Méndez un encierro de García Romero.