El 10% de los ingresos mundiales por derechos de autor procede de Internet
El 'copyright' alcanzó la cifra récord de más de 9.000 millones de euros de ingresos, según un informe de CISAC
Un récord, pero también un problema. El derecho de autor generó el año pasado más ingresos que nunca —unos 9.200 millones de euros—, según el informe anual publicado hoy por la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC), que agrupa a 239 entidades de gestión de 123 países. Sin embargo, los directivos del organismo han aprovechado la presentación del estudio para lamentar el robo que creen sufrir en Internet. La jerga técnica lo llama "transferencia de valor en el mercado digital", o value gap, en inglés: traducido, significa que los autores no entienden cómo es posible que la Red difunda sus canciones, películas o libros más que nunca y sin embargo solo les devuelva 948 millones, es decir el 10,4% de los ingresos totales por el copyright. Creen que ellos solo reciben las migas y quieren saber quién está comiendose su tarta.
"Los ingresos existen, pero la triste realidad es que el auge digital beneficia a los servicios digitales y no premia a los creadores tanto como debería", ha asegurado Gadi Oron, director general de CISAC. La difusión de las obras culturales en Internet lleva años disparándose, sobre todo gracias a portales como YouTube o servicios de streaming por suscripción como Spotify o Netflix. Y la recaudación que procede de Internet también está aumentando de forma continuada: ha subido un 51,4% en el último año y directamente un 184% desde 2012. Sin embargo, los creadores consideran que plataformas e intermediarios no les están dejando recibir la retribución que les corresponde.
En la música, por ejemplo, es una batalla antigua. Artistas como Thom Yorke o Taylor Swift han protagonizado batallas y declaraciones incendiarias contra YouTube o Spotify. Al fin y al cabo, es el frente principal del derecho de autor: supone el 87,4% de los ingresos mundiales por copyright, según el estudio de CISAC. Le siguen, de lejos, el sector audiovisual (6,3%) y la literatura (2,3%). Todas ellas aumentaron su recaudación en 2016, mientras que las artes dramáticas (2,1%) y las visuales (1,9%) sufrieron una reducción en sus ingresos. La categoría que más derechos genera, en cambio, es la de Televisión y radio, seguida de Música en vivo y ambiental —salvo en Europa donde, por primera vez, es justo al revés—. Cuatro de cada 10 euros ingresados por el derecho de autor proceden del uso de alguna obra en antena o en la pequeña pantalla.
El informe desglosa sus datos también por área geográfica. Estados Unidos es el principal mercado, con 1.761 millones. Sin embargo, Europa es el continente líder por recaudación por derechos de autor: casi seis de cada 10 euros (56,8%) proceden del Viejo Continente. Le siguen el área compuesta por Canadá y EE UU (21,6%) y Asia y Pacífico (14,8%), donde el documento destaca el caso desaprovechado de China: apenas recaudó 23 millones por derechos de autor. América Latina y Caribe (6,1%) y África (tan solo el 0,7%) son zonas aun casi vírgenes para los ingresos del copyright, o enormes mercados potenciales, por usar los términos del informe. En África, en concreto, el 60% de las emisoras de radio no dispone de una licencia, según el estudio.
Europa también se pone a la cabeza en ingresos por cada habitante (5,79 euros) y en porcentaje del PIB (0,028%). En ambos casos, España se coloca por debajo de la media europea, con 4,1 euros y el 0,020% del PIB. De hecho, no aparece en prácticamente ninguno de los top ten elaborados por el informe, donde sí figuran a menudo países como Francia, Alemania, Italia, Suiza o Países Bajos. La excepción es el mercado audiovisual: allí España es el quinto país del mundo que más recauda, con 34 millones.
Además de su miriada de números, el estudio incluye la opinión de directivos, expertos y creadores, entre ellos Miquel Barceló. Entre las principales reivindicaciones, aparecen una mayor justicia en el reparto en Internet, la remuneración para guionistas y directores cuando sus obras son retransmitidas y normas internacionales para el mercado del arte. De ahí que los responsables del estudio pidan ayuda a los poderes públicos. La fórmula que emplean es mucho más sencilla que tantos números: "La creatividad es tremendamente beneficiosa para la economía". Que logren convencer a los políticos, sin embargo, es otra historia.
Babelia
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