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Ava DuVernay, la lucha por ser una más

La directora afroamericana dirige 'Un pliegue en el tiempo', una superproducción infantil de Disney para una época de empoderamiento y reivindicación

Imagen de 'Un pliegue en el tiempo'.
Imagen de 'Un pliegue en el tiempo'.
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Potro de torturas para niños. Crítica de JAVIER OCAÑA

A Ava DuVernay se le acumulan en su currículo los números uno. Fue la primera realizadora afroamericana que ganó un premio a la dirección en Sundance con Middle of Nowhere (2012). La primera que hizo historia en televisión contratando solo mujeres para dirigir su serie Sugar Queen. Y ahora la primera mujer negra que dirige una superproducción con más de 100 millones de euros de presupuesto como Un pliegue en el tiempo. Pero esta californiana oronda, sonora y peleona de 45 años cambiaría hoy mismo todos estos logros por ser una del montón. Porque eso significaría que hay un montón. “A mi amigo Ryan Coogler nadie le pregunta si fue un reto pasar de Fruitvale Station a Black Panther. En cambio a mí me toca responder lo mismo constantemente. Es un problema de género. Apenas ves mujeres detrás de la cámara y nunca cuando se trata de una superproducción de efectos especiales. Por eso hay quienes piensan que debe de ser duro para nosotras”, arranca como un miura. Luego se disculpa si suena "demasiado directa". Es su estilo. El que le sirvió para ganar una candidatura como realizadora al Globo de Oro con Selma (2014), (también la primera) y otra nominación, esta al Oscar, con el documental 13th sobre la desigualdad racial en las cárceles estadounidenses. “No quiero ofender a nadie. Y sé que estamos evolucionando. Este es un gran salto. De los 20 millones de euros de Selma a los 120 de ahora. Sin embargo, quiero que seamos capaces de hacer lo mismo que hacen los cineastas hombres. Como hizo Ang Lee cuando dirigió Hulk (2003) o Cuarón con Harry Potter y el prisionero de Azkabán (2004). Saltar de género, saltar de presupuesto. Algo de lo que las mujeres realizadoras nunca tienen la oportunidad. Y menos si eres negra. Por eso hoy me siento muy feliz estando aquí”.

Desde su llegada a la industria DuVernay ha sido un ejemplo de mujer con poder y ganas de compartirlo. Quizá porque llegó tarde a esta industria aunque a sabiendas de lo que se cocía. Su sueño era ser periodista pero su primer trabajo, en el juicio contra O. J. Simpson, la desengañó. Se pasó al marketing y ahí vio de primera mano que a Hollywood no le interesaban las historias de negros. Y menos de negras. “No cogí una cámara hasta los 32. Nunca estudié cine y no tenía dinero. En cambio, siempre he sido muy rebelde y ahí vi la luz”, describe su carrera.

En el viaje de fuerza indie en Sundance a directora de Un pliegue en el tiempo ha tenido buenos acompañantes. Entre ellos, Shonda Rhimes, la productora de shows como Anatomía de Grey, Scandal o Cómo defender a un asesino, de la que aprendió el término cláusula de inclusión antes de que Frances McDormand hablara de ello en los Oscar: Exigir por contrato que el 50% de la producción, delante y detrás de las cámaras, lo compongan mujeres. Su otra fuente de inspiración es Oprah Winfrey: son amigas desde hace años y ahora han trabajado juntas en Un pliegue en el tiempo. “Tiene tal aura que intimida. ¡Si es “Muchimillonaria”! ¡Con M grande de muchos millones! Si yo lo fuera no cabría por esa puerta. Pero emana tal inspiración que hasta los hombretones cargados de herramientas en el rodaje se acercaban a ella para contarle sus cuitas”, recuerda con humor de la nueva incursión de Winfrey delante de las cámaras.

Tras el fenómeno social y cultual que ha supuesto en el último año el exitazo de Wonder Woman y de Black Panther, la llegada a las pantallas de esta adaptación de la novela infantil de Madeleine L’Engle es leída en Hollywood como parte de una triángulo cinematográfico de inclusión y empoderamiento. De nuevo DuVernay espera ser una más del montón. “Quiero es abrir horizontes y mirar a lo positivo. Además de pasármelo bien. ¡He hecho una película de fantasía para niños!”, se regocija perdiendo la voz. Esta es solo parte de su trabajo. La realizadora está abriendo otras puertas en Los Ángeles: junto al alcalde Eric Garcetti y gente del cine como la actriz Issa Rae, el productor Dan Lin o Netflix ha creado la Fundación Evolve Entertainment para fomentar entre los jóvenes la inclusión de mujeres y minorías en todas las áreas de la industria. “Comenzamos este verano y queremos que Los Ángeles, la cuna de Hollywood, sea nuestro campo de cultivo. Hay que meter más gente en el sistema como sea”.

Ava DuVernay, en el centro, en el rodaje de 'Un pliegue en el tiempo'.
Ava DuVernay, en el centro, en el rodaje de 'Un pliegue en el tiempo'.

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