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El Instituto Cervantes abre centro en Los Ángeles con el foco puesto en Hollywood

El organismo que difunde el español en el mundo inaugura el martes sede, con el escritor Luisgé Martín como director, en la meca de la industria del cine

Luis Pablo Beauregard
Luisge Martin
Luisgé Martin, director del Instituto Cervantes de Los Ángeles, en la biblioteca del centro.APU GOMES

Dice el escritor Luisgé Martín que el Instituto Cervantes tenía una deuda con Los Ángeles. Sorprendía saber que la ciudad californiana, cuna de la influyente industria del cine estadounidense, no contaba con una sede de la institución que promueve la enseñanza del español. Quizá no había llegado por la idea que se tiene sobre una ciudad donde el 49% de sus casi 10 millones de habitantes se identifican como latinos y porque se puede sobrevivir aquí solo con el español. “Y no es verdad, salvo que uno evidentemente se aísle en una burbuja”, señala Martín, quien ganó el Premio Herralde de novela en 2020 con Cien noches y que lleva en Los Ángeles desde finales de agosto. Aún se está aclimatando a una urbe en ebullición.

Martín (Madrid, 60 años) es el director del Cervantes de Los Ángeles, que será inaugurado este martes en un evento que contará con la presencia de la reina Letizia y el director del instituto, Luis García Montero. El nuevo centro amplía la oferta del Cervantes en Estados Unidos, un país con 41 millones de hispanohablantes y donde ya hay oficinas en Nueva York, Albuquerque (que cuenta con una extensión en El Paso), Boston, Chicago y Seattle. Su intención ahora es hacer del Cervantes “un gran centro del hispanismo”, donde el mayor rostro no será el de España, sino el de México. “Centroamérica también tendrá un peso importantísimo”, explica.

La apertura de Los Ángeles pone en ruta al Cervantes hacia un horizonte muy claro. Estados Unidos será en 2060 el segundo país con más hablantes nativos del español, solo por detrás de México. Entonces, casi uno de cada tres estadounidenses será de origen hispano. El español se perfila para tener un destacado papel en tres décadas. Actualmente, hay ocho millones de personas que lo están aprendiendo en el país, de acuerdo al anuario El español en el mundo. Esto es más que los cinco millones que lo estudian en Brasil o la totalidad de estudiantes de la lengua que hay en los 27 países de la Unión Europea (seis millones).

La lengua goza en esta ciudad de una curiosa paradoja. Se ha puesto de moda entre miles de nómadas digitales, quienes dejaron Estados Unidos con la pandemia y los altos precios de California y han ganado un roce cotidiano con el español. Es también el segundo idioma para decenas de miles de niños californianos de clase media, quienes lo aprenden de sus nanas y en las guarderías.

Los expertos señalan también el fenómeno del abandono intergeneracional del español para las comunidades migrantes. Estas pierden la práctica y el uso de su lengua natal con el tiempo o dejan de hablarlo por estigmas impuestos debido al racismo en algunas regiones del país.

“Vamos a hacer programas a la medida de aquellas segundas y terceras generaciones que abandonaron su lengua y se arrepienten de ello, y que tienen curiosidad por saber de dónde vienen y cuál era esa cultura de sus padres y abuelos”, afirma Martín, quien cree que este idioma ha sido percibido erróneamente durante años como una lengua de pobres. “El español es hoy un lenguaje explosivo... en tecnología, ciencia, arte, literatura y música”.

Tras un paso por La Moncloa, donde escribió discursos para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Luisgé Martín pretende acentuar el foco del Cervantes de Los Ángeles en la industria audiovisual. El edificio que albergará el centro cultural tiene algo de esa historia. Se encuentra en el barrio que conecta Hollywood con el Valle de San Fernando, a poca distancia de Studio City, donde se ubica el estudio Universal.

Proyección de películas

Antes, el edificio alojaba a una compañía encargada de hacer promoción de títulos cinematográficos estadounidenses para el mercado hispano. En su planta baja hay una sala de cine que se empleaba para pases privados y que Martín quiere usar para proyecciones de películas iberoamericanas. “En una ciudad como esta, el cine español es mucho menos conocido, a mi juicio, de lo que debería. Hay que abrirle espacios”. La segunda planta está decorada con los carteles de dos obras maestras de Luis García Berlanga: ¡Bienvenido, mister Marshall! y El verdugo.

Uno de los principales planes de Martín es inaugurar a inicios del próximo año la biblioteca Pedro Almodóvar, que estará especializada en títulos de la industria cinematográfica en español. Las cajas de estos libros ya han comenzado a llegar a Los Ángeles provenientes de diversos puntos de América. Desde textos académicos escritos por maestros de la universidad Pontificia Javeriana de Bogotá, pasando por tratados sobre Luis Buñuel escritos por Max Aub hasta llegar a oscuras joyas difíciles de encontrar, como una edición de El libro negro del cine mexicano, de Miguel Contreras, publicado en 1960.

Martín, quien apareció brevemente en la película La ley del deseo, espera que el cineasta manchego viaje a Los Ángeles el próximo año para inaugurar la biblioteca que llevará su nombre. Almodóvar ya tiene una sala dedicada a su cinematografía en el museo de la Academia de Cine. El Cervantes quiere también reivindicar a una generación que abandonó España en el primer tercio del siglo XX para hacer las Américas. Es el caso de Edgar Neville y Enrique Jardiel Poncela, quien trabajó para los estudios Fox y escribió la primera película en verso de Hollywood.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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