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Duki, el rapero argentino que conquista España: “Con la música cambio más cosas que si me dedicara a la política”

Esta noche dará su primer concierto en el estadio Santiago Bernabéu ante más de 65.000 personas con un cartel “sold out” desde hace cuatro meses. Un sueño hecho realidad para un chico que hasta hace una década intentaba llegar a fin de mes trabajando como repartidor.

"Uno no puede tener una opinión política porque todos se la quieren adueñar o apropiar o tergiversarla", dice Duki.
"Uno no puede tener una opinión política porque todos se la quieren adueñar o apropiar o tergiversarla", dice Duki.INMA FLORES
Martín Bianchi

Duki, el rapero, tiene pinta de tipo duro. Lo que muestra es lo que se espera de una estrella que aspira a hacerse con el título de rey de la música urbana en castellano: una treintena de tatuajes, un collar de diamantes y pulseras de brillantes a juego, un Rolex colosal, un ejército de asistentes... Pero Mauro Ezequiel Lombardo Quiroga (Buenos Aires, 27 años), el hombre detrás del personaje, es una persona sensible y vulnerable. Lleva días emocionado. Esta noche dará su primer concierto en el Santiago Bernabéu ante más de 65.000 personas con un cartel sold out desde hace cuatro meses. Es un sueño hecho realidad para un chico de familia humilde, del barrio porteño de Almagro, que repitió varias veces curso y que hasta hace una década intentaba llegar a fin de mes trabajando como repartidor. “Mauro, sos auténtico, no lo pierdas nunca”, le dijo su madre en la rueda de prensa que dio este jueves en el estadio del Real Madrid. Él no pudo evitar ponerse a llorar frente a sus fans y la prensa. Minutos después, conversó con EL PAÍS. Antes de empezar, su equipo puso una única línea roja: “No le preguntes por Milei”.

Pregunta. Parece un tipo duro, pero su madre lo ha hecho llorar.

Respuesta. Estoy en un momento sensible y heredé el llanto fácil.

P. Le sigue un ejército de gente a todas partes. ¿Nunca necesita estar solo?

R. A medida que vas creciendo en esta carrera te acostumbrás a estar con mucha gente alrededor. Cuando salgo de gira, voy con más de veinte personas. Tengo mis momentos, pero ya todos se dan cuenta cuando quiero estar solo.

P. Va a llenar un Bernabéu justo cuando las relaciones entre Argentina y España no pasan por su mejor momento. ¿Los artistas son mejores diplomáticos que los políticos?

R. Nosotros los artistas tenemos la posibilidad de tender puentes y crear una conexión legítima con la gente. El público español me ha abierto las puertas de su casa y es difícil que haya un punto de fricción. Viene a verme gente que ama lo que hago, y yo estoy aquí por ellos, así que toda la energía va en la misma dirección.

P. En una entrevista dijo que su música da voz a la gente humilde. Ahora mismo en Argentina hay veintisiete millones de pobres. ¿Quién está haciendo algo por ellos?

R. La gente está haciendo cosas por ella misma. Si algo tiene el argentino es la capacidad de adaptarse. Somos muy guerreros, trabajamos duro, nos amoldamos cuando vienen tiempos malos, cada uno es buen economista en su propia casa y hace malabares con el dinero. Yo siento que cada vez más la gente hace cosas por sí misma.

P. El argentino es un superviviente.

R. Sí. Por eso cuando un argentino sale al mundo le va tan bien. Esa capacidad de resolver que tenemos no la tienen todos.

P. ¿Le interesa la política?

R. La política me interesa, pero hoy en día lamentablemente uno no puede tener una opinión política porque todos se la quieren adueñar o apropiar o tergiversarla. Uno no tiene ganas de meterse en la política por eso. Yo sé que hago más por el mundo haciendo mi música, transmitiendo mis valores, mis principios y diciendo lo que pienso en mis canciones. Con la música cambio más cosas que si me dedicara a la política.

"No siento culpa de que me vaya bien. Para nada. Mi mérito no es solo mío, es de todo mi equipo y de mi familia, que trabaja conmigo", dice el rapero argentino.
"No siento culpa de que me vaya bien. Para nada. Mi mérito no es solo mío, es de todo mi equipo y de mi familia, que trabaja conmigo", dice el rapero argentino.INMA FLORES

P. Hace unos meses publicó un post reivindicando el día de la Memoria en Argentina. Un paso valiente ahora que algunos niegan las violaciones de los derechos humanos que ocurrieron en la última dictadura militar.

R. No fue premeditado, lo hice porque lo sentía. Es lo que me inculcaron en la escuela y en mi casa. Todos los 24 de marzo yo voy a seguir diciendo: “Nunca más”. No lo hago buscando nada, lo hago porque me nace así y porque soy argentino y amo a mi país.

P. ¿No siente culpa de que le vaya tan bien?

R. No, no siento culpa de que me vaya bien. Para nada. Mi mérito no es solo mío, es de todo mi equipo y de mi familia, que trabaja conmigo. No puedo sentir culpa porque yo solo represento a un equipo de miles de personas. Estoy haciendo un trabajo de hormiga para conseguir algo gigante.

P. Sus padres y su hermano trabajan con usted. ¿Cómo lleva eso?

R. Es muy bonito. Al principio fue difícil porque costaba separar las cosas. Al principio siempre se hablaba de Duki. Costó, pero después de seis años trabajando juntos hemos aprendido. Mi familia me ayuda mucho en esos momentos en los que todo el mundo me quiere por ser Duki. Ellos me quieren por ser Mauro y me dicen “no” cuando todos los demás te dicen “sí”. Eso me mantiene con los pies en la tierra.

P. ¿Alguna vez ha temido que Duki se coma a Mauro?

R. Son la misma persona. Hay gente que se acerca a mí solo por ser Duki. Si esa gente no es capaz de ver lo bueno de Mauro, lamentablemente no está preparada para estar al lado mío.

P. ¿Cuál es el mayor capricho que se ha dado en estos años?

R. Hubo una época en la que me pasaba la semana sin hacer nada. Trabajaba los fines de semana, pero en la semana hacía poco. Eso fue un gran capricho. Hoy en día es diferente, tengo responsabilidades, tengo muchas cosas que hacer, y le debo respeto a mi equipo.

P. Hubo un momento en el que se dio cuenta de que ya lo había conseguido todo y se deprimió. ¿Cómo salió adelante?

R. Cuando llené River (el año pasado hizo historia al convertirse en el artista más joven en llenar dos estadios River Plate), me deprimí. Me decía: “¿Y ahora qué?”. Me fui de vacaciones, me relajé, volví al estudio y me di cuenta de que el trabajo iba a seguir siendo el mismo del que me enamoré cuando empecé y que eso no iba a cambiar. Volví a disfrutar del trabajo, bajé la ansiedad y la fascinación por hacer cosas gigantes. Me volví a enamorar de mi carrera. Gracias a Dios tengo una familia muy comunicativa, tengo a mi novia, Emilia (Mernes, otra superestrella de la música argentina), que me apoya un montón. Para mí es clave tener gente con la que puedas hablar, que te acompañe. Pero tampoco está mal estar triste. Estar triste significa que te estás moviendo, que te están pasando cosas. Sin tristeza, la felicidad no tendría sentido.

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Sobre la firma

Martín Bianchi
Martín Bianchi Tasso es coordinador de Estilo de Vida en El País Semanal y además colabora con la sección de Gente de EL PAÍS. Fue redactor jefe de la revista ¡Hola!, jefe de Sociedad en Vanity Fair y jefe de Gente y Estilo en Abc.
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