El GP de Europa inicia su cuenta atrás
Valencia ya ha iniciado las obras para albergar la segunda prueba de la Fórmula Uno en España dentro de un año
La fiebre automovilística que atraviesa a nuestro país desde la consagración de Fernando Alonso tendrá que esperar 365 días para vivir de cerca la segunda prueba automovilística en España. El circuito de Cataluña tendrá un competidor directo y urbano en Valencia. La capital levantina recogerá entonces el testigo de Nurburgring, actual sede del Gran Premio de Europa, para convertir a España en el único país con dos carreras de Fórmula Uno.
Tras dos años de negociaciones y polémicas, las calles de Valencia se vestirán de gala durante ocho años. El peor parado, el circuito de Cheste, que se queda fuera del circo de la Fórmula Uno. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el magnate de la F1, Bernie Ecclestone, hicieron pública la noticia el pasado 10 de mayo, tres días antes de la cita en Montmeló, pero la alegría se empañó con las palabras del británico y las disputas de los partidos políticos al condicionar la prueba a la victoria del Partido Popular en las elecciones autonómicas.
Ecclestone se retractó de lo dicho, pese a alegar que los acuerdos los hacía "con las personas y no con las ciudades" y la incertidumbre de si Valencia acogería o no una carrera de Fórmula Uno se terminó con el voto de los ciudadanos el 27 de mayo: Camps ganaba y Valencia sería sede del GP de Europa hasta 2014 a cargo de la empresa Valmor Sport, Bancaja y Jorge Martínez Aspar. Sería "como juntar unos Juegos Olímpicos y una exposición universal", declaraba Ecclestone.
El trazado diseñado por el diseñádor Herman Tilke tiene un recorrido total de 5,1 kilómetros, con dos kilómetros de recta principal. Sus 22 curvas (12 a derechas y 10 a izquierdas) recorrerán la zona portuaria y los aledaños del río Turia sin restar por ello velocidad a los monoplazas (alcanzarán un máximo de 300 km/h), por lo que la emoción de los 140.000 espectadores estará servida. La cuenta atrás ya ha comenzado, y las obras de acondicionamiento, también.
Valencia tiene un año por delante para demostrar que es "la nueva Mónaco", como apuntaba la alcaldesa, Rita Barberá. A favor, la experiencia de Mónaco, el apoyo de Ecclestone a este tipo de circuitos (Singapur, urbana y de noche, y Versalles, en 2009), la reedición de la Copa del América en 2009 y la ambición de una ciudad afanada en propagar su imagen a los cuatro vientos. En contra, la seguridad y el rechazo de pilotos como Fernando Alonso a los circuitos de calle, pese a que el mandamás británico y el propio diseñador garanticen que las condiciones serán similares a un circuito convencional.
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