Llega Nadal, se despide Roddick

Rafael Nadal, el número tres del mundo, debuta hoy a las 16.00 en el Abierto de Madrid y ante el ucranio Dorgopolov. La grada espera con expectación el momento, porque hay muchas cosas en juego: que el español recupere el número dos del mundo si llega a la final; que pierda el número tres si el británico Andy Murray gana el torneo y él no está en el partido decisivo; y que aumente su ventaja como mejor tenista de lo que va de año, que es lo que dice la estadística. Nadal debuta hoy en Madrid, un torneo que le vio en la final el pasado año. No lo hará el estadounidense Andy Roddick, el número ocho, que hoy se ha convertido en la quinta baja del torneo cuando ya éste ha comenzado, y que será sustituido por Óscar Hernández.

"Tengo un virus en el estómago. Del domingo al lunes me pasé la noche entera vomitando y sudando. No puedo ni ver la bola", dijo Roddick, que no quiso abrazarse con Manolo Santana, el director del torneo, que se acercó para despedirle, por aquello de no pasarle el virus ("no quiero que tú también enfermes", le dijo). "Necesito descansar", continuó el jugador, que marchaba por el lado del cuadro de Roger Federer; "porque así no siento que pueda competir, no ya ganar un partido".

Abandonar Madrid es un duro castigo para el estadounidense. Fiel a su costumbre, esperó al penúltimo torneo de tierra para viajar a Europa. No quiso, como siempre, someterse al peaje de vivir casi tres meses lejos de los Estados Unidos. Lo fio todo a Madrid, como el año pasado, y ahora llegará a Roland Garros, que arranca el 23 de mayo, sin haber disputado ningún partido oficial en arcilla.