Malas señales para Alonso
El Madrid prepara el relevo del mediocentro, suplente ante el Córdoba, con Illarra o Kroos
Obsesivo como buen mediocentro, Xabi Alonso se ha pasado los últimos años hostigando a los agentes de Adidas para que le suministren botas negras. El color sagrado, el color de las botas de siempre, de Pelé, Di Stéfano, Beckenbauer, Maradona o Zidane. El cuero negro que los emparejaba. Una excentricidad en un mundo en el que los jugadores se comprometen individualmente por contrato a estrenar botas de distintos colores, con diseños exclusivos, con una periodicidad cada vez menor, a la vista de los resultados de las ventas, que indican que los niños y los chinos exigen calzados de colores llamativos. Indignado y mitómano, Alonso ha sugerido a la marca alemana que pare el reloj del márketing y reemprenda la fabricación de botas negras. El modelo Adipure 11Pro, negro con rayas blancas y detalles amarillos-fósforo, ha sido lo más conservador que la industria de Herzogenaurach ha podido ofrecerle. El tiempo se acaba para una especie de botas y de jugadores. La presencia de Alonso en el banquillo durante todo el partido que inauguró la Liga en el Bernabéu es señal de transformación.
El Córdoba expuso al Madrid a los problemas propios de un equipo en fase de aprendizaje. Kroos es un mediocentro fabuloso que debe entenderse con Cristiano y Bale. Los atacantes se expresan con el lenguaje del contragolpe y el alemán lleva media vida jugando al toque. La discordancia ayudó al Córdoba, que, en palabras de su técnico, Albert Ferrer, les dio espacios para correr. "Hemos intentado sacar la defensa lo más arriba posible", dijo, "porque sabíamos que esos balones verticales se defienden con concentración, reaccionando para que Bale y Cristiano no te ganen la espalda. Les cerramos por dentro porque cuando atacamos siempre mantuvimos los dos mediocentros en posición, y les brindamos la entrada por afuera. Acababan metiendo centros".
Ancelotti puso a Kroos y sacrificó a Alonso, argumentando que tiene 32 años y viene de castigarse en la Supercopa
El único fichaje que pidió el entrenador, Carlo Ancelotti, fue un centrocampista atlético que auxiliara mejor a Alonso. La directiva, sin embargo, contrató a Kroos, cuyas cualidades físicas y técnicas son tan parecidas a las de Alonso que si juegan juntos en el sistema de 4-3-3 les cuesta complementarse. Si además los dirigentes que diseñan la estrategia deportiva esperan que coincidan James, Bale, Cristiano y Benzema, lo más natural parece sustituir uno por otro. Eso hizo Ancelotti. Poner a Kroos y sacrificar a Alonso. Medida de relieve que el técnico, maestro en la defensa de los intereses del club, argumentó en la necesidad de dar descanso a un hombre que tiene 32 años y viene de castigarse en la Supercopa.
Alonso, que hasta hace poco jugaba cada partido oficial, no participó ni un minuto contra el Córdoba. Khedira, que fue relegado a la grada en las dos Supercopas, entró en la segunda parte. Ancelotti lo puso en el momento más crítico, para ayudar a Kroos. El italiano valora mucho a Khedira y así se lo ha informado al club: si el 1 de septiembre sigue en plantilla le dará toda la importancia que merece su jerarquía. La misma que le concedió cuando le hizo titular en la final de la Champions. Rumorean en el vestuario que el día que Ancelotti se juegue un título, cuando enfrente a los adversarios más poderosos, su centro del campo lo formarán Alonso, Khedira y Modric.
Rumorean en el vestuario que el día que Ancelotti se juegue un título, su centro del campo lo formarán Alonso, Khedira y Modric
Mientras tanto, en partidos de cabotaje, como el del Córdoba, exhibirá a las nuevas adquisiciones. Algo similar a lo que hizo el año pasado al comenzar la Liga, cuando alineaba a Isco e Illarra juntos. Precisamente Illarra, fichado por la directiva por 40 millones con la esperanza de que se convirtiera en el sustituto de Alonso "en el futuro". El lunes Illarra fue el sustituto del sustituto en un partido lleno de color en las botas.
Las botas de James llevaban una trama de triángulos; las de Arbeloa eran rojas y negras, como las de Marcelo; las de Benzema y Bale de un deslumbrante rosa-fucsia; Cristiano las usaba de naranja-baliza; Kroos se distinguía con las blancas; Isco y Khedira compartían las rojas chillonas; Pepe y Ramos las amarillas fosforescentes y Casillas calzaba unas negras con detalles rojos. Precisamente Casillas, discutido por la directiva y pitado por parte de la hinchada, lució las botas más pasadas de moda sobre el terreno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.