La lista negra de los bólidos rojos

Pasaban algunos minutos de la una de la tarde de este sábado cuando Pedro de la Rosa se asomaba por el paddock del circuito de Montmeló. A diferencia del año pasado, iba de paisano, esto es, con una sudadera sin ningún patrocinador, unos vaqueros y una mochila a la espalda. Después de pararse un par de veces a hacerse fotos con algunos aficionados, el catalán se metió en la carpa de McLaren y se sentó en la mesa ocupada por Fernando Alonso y su tropa. Para De la Rosa, las cosas han cambiado mucho desde que el asturiano y Ferrari rompieron el acuerdo que sobre el papel les vinculaba hasta finales del año que viene. Hasta que la negociación llegó a un punto muerto del que ya no remontó, Alonso había solicitado una serie de requisitos para seguir vestido de rojo, y entre ellos había una lista de unas 15 personas que debían permanecer sí o sí a la marca de Maranello. De la Rosa, cuyo contrato como probador expiraba a final de año, figuraba entre ellos, y ni él ni nadie de ese grupo que a día de hoy tenga un peso específico dentro de la estructura de los bólidos rojos. “Unos se han marchado, a otros no se les ha renovado y también los hay que siguen en Ferrari pero están apartados”, asegura alguien que se ha visto afectado por esa purga.

Darse por vencido no es una opción para De la Rosa, que a los 43 años sigue sintiéndose un chaval y se entrena como tal. Estos días de entrenamientos es fácil verle por los carriles de servicio del trazado barcelonés, siguiendo la evolución de los monoplazas, viendo cómo entran en las curvas y como salen de ellas. En parte, las buenas sensaciones que ha transmitido el nuevo Ferrari en las jornadas de entrenamientos que se han llevado cabo hasta ahora, también son fruto del trabajo que llevó a cabo durante todo el curso pasado, especialmente en aquello que se refiere a simulación. La discreción siempre ha sido uno de sus rasgos característicos, y aunque no quiera reconocerlo, está en conversaciones con un par de equipos que pueden estar interesados en reclutarle. Está Mercedes —Hamilton siempre le ha tenido un gran respeto y consideración—, y evidentemente está McLaren, que además cuenta con Alonso como eje principal del nuevo proyecto con Honda como suministrador de motores. “No será fácil pero aquí estamos”, se limita a decir él.

No hay mucha gente todavía vinculada a la F-1 que pueda ofrecer tanto como De la Rosa. Al margen de los 105 grandes premios que figuran en su hoja de servicios —su mejor resultado fue la segunda posición que logró en Hungría 2006, sustituyendo a Juan Pablo Montoya—, no hay nadie que acumule tanta experiencia como él en el desarrollo de los monoplazas, y eso es algo que ni siquiera Mercedes infravalora.