Cavani, Hamsik y Ndidi, las amenazas para los españoles en los octavos de Champions League
El delantero supera los registros de Ibra en el PSG y pone sobre alerta al Barcelona; el eslovaco del Nápoles recupera su nivel con Sarri; y el nigeriano irrumpe en el Leicester. El Atlético se libra de vérselas con Çalhanoglou, sancionado por la FIFA
Este martes vuelve la Champions League, con los octavos de final, y cuatro equipos españoles todavía vivos en la competición. Ninguna otra liga tiene un peso similar en la máxima competición europea. El campeonato español es el rival a derribar. Lo intentarán el PSG, con la puntería de Cavani; el Nápoles, con el renacido Hamsik; el renqueante Leicester, con el empuje de Ndidi; y el Leverkusen, con el vacío que deja Calhanogou, sancionado por la FIFA.
Hamsik renace con Sarri
Nadie lleva más tiempo en el Nápoles que Hamsik, el capitán, desde el verano de 2007. Diez años después tiene pinta de que acabará su carrera vestido de azul. Rechazó ofertas de China y el pasado verano renovó hasta 2020, cuando tendrá 33 años. Conocido por sus crestas, son menos conocidos su carácter solidario y su pasión por la ciudad. Otros extranjeros, como Lavezzi o Cavani, terminaron yéndose por el agobio de una hinchada muy pasional y algún que otro robo en la calle. Hamsik y su mujer también sufrieron unos cuantos.
Esta temporada lleva 31 partidos, 11 goles y 9 asistencias. Lleva ya 109 tantos con esta camiseta. Nadie, salvo Maradona (115), ha marcado más. Con Sarri en el banquillo, Hamsik ha recuperado su mejor versión. Con Benítez tuvo un par de años complicados por una lesión y porque nunca tuvo demasiado feeling con el español, que lo prefería de trescuartista en un rígido 4-2-3-1. Sarri ha retrasado su posición y él ha vuelto a sentirse líder del equipo en el sitio que más le gusta: hombre externo en la medular. Desde ahí distribuye, toca una cantidad infinita de balones y llega hasta la portería contraria. En 2016 fue el que más pases buenos completó en la Serie A: 3.278. Informa Eleonora Giovio.
El oculto goleador del PSG
Ibrahimovic puso una condición para continuar en el PSG cuando ya había decidido firmar por el United: “Si cambian la Torre Eiffel por mi estatua me quedo”. A ningún francés se le ocurrió tocar uno de los símbolos de París y el sueco se reencontró con Mourinho. El presidente del club, Al-Khelaifi, estaba convencido de que el mejor ariete que podía fichar estaba en su equipo y se llamaba Edison Cavani (Salto, 1987). Así que el jeque liberó al uruguayo de los yugos que condicionaban su explosión, también de Blanc, el técnico con el que el jugador había discutido en Navidad, y le puso en el punto de penalti del Parque de los Príncipes. Cavani dejó de ser el mejor delantero gremial y se convirtió en la estrella del PSG.
La confianza fue doblada por Emery. El entrenador sabía del compromiso del jugador con el fútbol, también de su nobleza y sentido de equipo, y le instó a reivindicarse como una celebridad en Europa. Cavani se comportaba como un delantero normal cuando sus condiciones apuntaban a un atacante excepcional, también en París después de su éxito en Palermo, Nápoles y Uruguay.
El trato de figura exigía una respuesta de número 1. Una vez definido el puesto de un jugador indefinido, acompañante por excelencia, se imponía marcar los goles que fallaba como siervo de Ibrahimovic. Cavani tenía que ser ambicioso y ya suma 33 tantos en 31 partidos, 25 en la Liga —la mitad del PSG—, registro que jamás alcanzó el hoy 9 del United. A más responsabilidad, mejor rendimiento. La Torre Eiffel sigue en París y en el Parque de los Príncipes el rey se llama hoy Cavani. Informa Ramón Besa.
Ndidi, el recambio para Kanté
“Este tío corría con una energía tal que pensé que no se agotaba porque llevaba una caja de baterías en los bolsillos de sus calzones”. Claudio Ranieri agotó las hipérboles para definir a N’Golo Kanté, el mediocentro que permitió al Leicester cohesionar su defensa y desplegar su ataque en la conquista de la Premier en 2016. Pero Kanté fue traspasado al Chelsea el verano pasado. Un año después, la verdad emerge de las sombras. El discreto Kanté era la fuente de energía del Leicester campeón. Su ausencia en el Leicester es la mayor causa del hundimiento.
Para sustituirlo dieron con un muchacho de perfil similar. Nigeriano, de 20 años, dinámico, incansable, elástico, y quizás un poco más ágil que su predecesor. Se llama Wilfred Ndidi y hasta hace un mes jugaba en el Genk belga. Debutó en la Premier hace una semana contra el United y Ranieri pudo jactarse de una cosa: no le falta carácter. Fue el único jugador de su equipo, junto con Vardy, que se resistió a la derrota. En la refriega del mediocampo no vaciló en oponer resistencia a Pogba hasta rascarle las espinilleras.
Es poco probable que un joven como Ndidi pueda reconducir al Leicester en solitario. Lo asombroso no es que logre que su deprimido equipo juegue un poco mejor. Informa Diego Torres.
La FIFA deja al Leverkusen sin Çalhanoglou
Uno de esos embrollos del negocio fútbol en los que se entremezclan las ambiciones económicas de familiares metidos a representantes ha dejado al Bayer Leverkusen sin el turco Hakam Çalhanoglou (23 años), su mejor jugador.
Hace dos semanas, el TAS mantuvo la sanción de cuatro meses sin jugar que la FIFA impuso al volante en 2016 por haber incumplido su contrato con el Trabzonspor de Turquía, club con el que se comprometió cuando tenía 17 años y al que dejó tirado por el Karlsruher alemán. La sanción también incluye el pago de 100.000 euros al club turco que equivalen a la comisión cobrada por el padre del jugador. En un equipo que no termina de arrancar en la Bundesliga y con sus otras dos estrellas, Chicharito y Julian Brandt, en modo intermitente, la ausencia de Çalhanoglou supone quedarse sin un futbolista que tiene un cañón de precisión en su pierna derecha para los libres directos, córners, faltas laterales y los lanzamientos lejanos. Discontinuo en sus apariciones, ese juego espasmódico de oleadas, presión y alto ritmo que trata de imponer el Leverkusen realzaba la figura de Çalhanoglou. La sanción le ha llegado en un momento en el que parecía revitalizado tras plantearse el club su venta a principios de temporada. Informa Ladislao J. Moñino.
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