El VAR multiplica el número de penaltis
En los primeros 23 partidos se han señalado 11 penas máximas, cinco de ellas con ayuda de la tecnología, una más que las 10 en los 48 encuentros de la fase de grupos del Mundial de Brasil
La llegada de la tecnología al históricamente reacio ecosistema del fútbol ha transformado las rutinas de un deporte en permanente ebullición. La estadística, tan presente a lo largo de la narrativa del balompié, amplía ahora sus registros con lo que viene ocurriendo nada menos que durante un campeonato del mundo. La inesperada —por habitual— intervención del videoarbitraje en el arranque del torneo está desconcertando incluso a sus impulsores, que calculaban una periodicidad de actuación mucho más baja. Pronosticaban, a tenor de la información registrada en las ligas en las que ya se aplica, que el VAR aparecería en escena cada tres partidos. Sin embargo, su interferencia ha resultado no solo mayor sino también infalible para beneficio del equipo arbitral.
Bajo la tutela de este omnipresente ojo avisador se ha gestado una cifra récord. Nunca antes se habían señalado tantos penaltis en tan pocos partidos: 11 en los 23 disputados hasta el momento. De hecho, este volumen de infracciones —una cada dos— supera ya a los totales que se produjeron en la fase de grupos en 16 de los 21 campeonatos del mundo que se han celebrado hasta el momento. Solo en los Mundiales de 1998 (13), 2006 (12) y 2002 (15) se registró un volumen mayor de penas máximas al término de los 48 encuentros celebrados en esa fase.
“Es un dato que evidencia la participación enorme que está teniendo el VAR”, asegura Manuel Pérez Lima, árbitro profesional hasta 2009, con 14 años de trayectoria entre Primera, Segunda y Segunda División B. “Es una herramienta que ha dado un acierto del 100% en las jugadas que se producen dentro del área”, celebra el colegiado.
De los 11 penaltis señalados, cinco han sido a partir de la advertencia del VAR. Así ocurrió durante el Francia-Australia —en el que Griezmann se convirtió en el primer jugador en sufrir y marcar un penalti indicado por el videoarbitraje—, Perú-Dinamarca, Suecia-Corea del Sur, Rusia-Egipto y el Dinamarca-Australia de ayer. De esta relación se extraen dos resultados palmarios: Australia y Dinamarca, son, para bien y para mal, con dos penas máximas cada una, las dos selecciones más beneficiadas y perjudicadas, respectivamente, por la intervención de la tecnología.
Penaltis señalados en la fase de grupos
Mundial 2014. 10 en 48.
Mundial 2010. 10 en 48.
Mundial 2006. 12 en 48.
Mundial 2002. 15 en 48.
Mundial 1998. 13 en 48.
Mundial 1994. 9 en 36.
Mundial 1990. 11 en 36.
Mundial 1986. 8 en 36.
Mundial 1982. 8 en 36.
Mundial 1978. 11 en 24.
Mundial 1974. 2 en 24.
Mundial 1970. 5 en 24.
Mundial 1966. 4 en 24.
Mundial 1962. 6 en 24.
Mundial 1958. 9 en 24.
Mundial 1954. 4 en 16.
Mundial 1950. 2 en 16.
Mundial 1938. 1 en 9.
Mundial 1934. 3 en 8.
Mundial 1930. 4 en 15.
“Aun así, el árbitro tiene que tratar de acertar lo máximo y si es necesario apoyarse en el VAR”, apunta Pérez Lima, quien no considera que la presencia de la herramienta vaya a uniformizar el comportamiento de los árbitros. “Cada uno tiene su manera de entender el fútbol. A ellos no les han dado ninguna recomendación específica para que cambien su forma de arbitrar. Sí las han recibido los asistentes, especialmente para que dejen seguir las jugadas y después, en caso de duda, las revisen. Es mejor anular un gol que señalar un fuera de juego que no existe”, apunta.
Además de para señalar (o no) el punto de penalti, el VAR también ha participado en Rusia en la identificación de jugadores a la hora de corregir amonestaciones erróneas, otro de los supuestos para los que fue diseñado. Sucedió en el partido entre Francia y Perú de ayer, cuando Abdulla Mohammed retiró la amarilla a Flores y se la asignó a Aquino tras revisar en el monitor una falta señalada sobre Pogba.
“Esto es otro mundo. Es otra forma de entender el arbitraje y hay que adaptarse. Poder corregir una identificación es otra maravilla más. Antes, cuando un jugador era amonestado erróneamente tenía que esperar a que se pronunciase el Comité de Competición. Ahora se lo pueden solucionar en unos segundos”, valora Pérez Lima.
Sin embargo, todas estas nuevas rutinas están encontrando todavía cierta resistencia en los propios jugadores. “Algo que no me gusta de los árbitros en el Mundial es que no aplican la regla número 5 del reglamento, en la que se indica que si un jugador hace el gesto del VAR [dibuja un rectángulo en el aire] pidiendo su aplicación debe ser amonestado con tarjeta amarilla por conducta antideportiva”, remacha el colegiado canario.
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