Geraint Thomas estará en el País Vasco
La Itzulia, del 8 al 13 de abril, se abre con una contrarreloj y tendrá en nómina a Quintana, Alaphilippe, Landa, Roglic, Mas y Kwiatkowski
El ciclismo es transversal, pero sus precursores no tanto. Henry Desgrange, el inventor del Tour, montó un periódico, l’ Auto, para atraer a los anunciantes antisemitas que no estaban de acuerdo con la defensa a ultranza que el director de Vélo hacía de la inocencia del capitán Dreyfus, condenado a cadena perpetua por espionaje y después rehabilitado. Muerto Desgrange, las autoridades francesas cerraron l´Auto tras la II Guerra Mundial por colaboracionismo con los nazis de su director Jacques Goddet. Cuando salió L´Equipe, le prohibieron utilizar papel amarillo, como el de su predecesor, para evitar suspicacias.
En Bilbao, la Vuelta al País Vasco la fabricaron entre un noble, el conde de Vilallonga, –nieto de la beata Rafaela de Ybarra–, que había sido presidente del Athletic, y un periodista, Jacinto Miquelarena, que después de ser director de un periódico deportivo editado por el PNV, se hizo íntimo de José Antonio Primo de Rivera y con la sublevación de Franco se pasó con camisa azul y correajes, a la exaltación del dictador. El protagonista de la frase: “¡Qué país Miquelarena!”, que inmortalizó otro periodista, Pedro Mourlane, se lanzó a las vías del metro de París en la estación de Michel-Ange Molitor, cuando le diagnosticaron una enfermedad terminal.
Ahora la Vuelta al País Vasco recupera un símbolo que hizo popular una de las voces del franquismo, Juan Martín Navas, locutor de Radio Nacional de España desde que Miquelarena era su director, que se inventó aquello de la serpiente multicolor, un feliz hallazgo en su momento, pero desgastado con tanto abuso, y que el Gobierno vasco y el museo de Bellas Artes resucitan. Es el motivo del cartel de la carrera, presentada en Zumarraga (Gipuzkoa), y que tendrá al último ganador del Tour, Geraint Thomas, entre sus más ilustres participantes entre el 8 y el 13 de abril. El galés es la máxima atracción de una prueba que comienza al revés que lo que ha marcado la tradición de la Itzulia, con un contrarreloj que tiene como salida y llegada Zumarraga, de 11,9 kilómetros, con una subida a la Antigua al 9,7% de desnivel durante 2,3 kilómetros y una rampa del 21%. Desde el primer día habrá diferencias clasificatorias que se podrán agrandar o estrechar en los 4.800 metros de tierra y los 4.100 de cemento de la segunda etapa entre Zumarraga y la localidad navarra de Gorraiz, en el valle de Egüés.
En la nómina de participantes, al margen de Thomas, destaca la figura de Julien Alaphilippe, el ganador de la Milán-San Remo. El Movistar presenta a Nairo Quintana y a Mikel Landa. Además, el ganador del año pasado, Primoz Roglic, y la presencia en carrera de Kwiatkowski y el mallorquín Enric Mas, que deberán bregar con la subida a Arrate del penúltimo día, o las ascensiones a Azurki y Karakate de la jornada final del sábado 13 de abril, con otros cuatro kilómetros de cemento, antes de bajar a la meta de Eibar. 784 kilómetros en seis etapas diseñadas por Pedro Horrillo. La carrera, de la máxima categoría UCI World Tour, comienza al revés. Habrá que ver cómo termina.
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