50.000 euros de deuda entre Aranda y Bravo por el amaño del Valladolid-Valencia

Nuevos indicios sobre el supuesto amaño del último partido de LaLiga que disputaron el Real Valladolid y el Valencia. Un documento policial al que ha tenido acceso EL PAÍS revela que uno de los presuntos cabecillas de la trama, Carlos Aranda, tenía una deuda de 50.000 euros con el otro líder de la red, Raúl Bravo, precisamente por el fraude en el partido disputado en el estadio José Zorrilla y que permitió al equipo valenciano clasificarse para la próxima edición de la Champions tras ganar 0-2. Siempre según este documento policial, esa cantidad corresponde “o bien al abono de las apuestas realizadas y anticipadas por Raúl Bravo o bien como parte del pago por el amaño”. Bravo fue, precisamente, quien contactó con el entonces capitán del Real Valladolid, Borja Fernández —ya imputado en la causa— “para proponerle un amaño en la última jornada de la Primera División”.

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No es el único avance de la investigación. El primer análisis de la documentación y del contenido de los dispositivos electrónicos —teléfonos móviles, tabletas y ordenadores— intervenidos a los principales implicados han permitido a la Policía detectar los primeros indicios de que el fraude no se limitó a los tres partidos hasta ahora investigados —además del Valladolid-Valencia, el Huesca-Nàstic de la temporada pasada y un partido de Tercera entre dos equipos aragoneses, Sariñena-Cariñena, de hace un año—, sino que hubo más encuentros amañados.

Por el momento, los imputados en la causa son 21. Junto a Bravo y Aranda, ya retirados del fútbol profesional, figuran seis jugadores en activo. En documentos del sumario se cita a Borja Fernández —que se retiró el día del partido presuntamente amañado—, Carlos Caballero (Fuenlabrada), Carlos Martín Briones (Sariñena), Borja Gómez (en el equipo indio East Bengal), Samuel Sáiz (Getafe) e Íñigo López (Deportivo). Los otros tres imputados que han trascendido son directivos de la SD Huesca, entre ellos el que era su presidente, Agustín Lasaosa.

Además, han sido citados a declarar por la Policía jugadores de los dos equipos que concentran las sospechas: Huesca y Real Valladolid. De este último, ya ha declarado Sergio Gontán, Keko, que negó ante los agentes cualquier implicación en el fraude, según fuentes cercanas a la investigación. Sin embargo, en las grabaciones realizadas por la Policía a Aranda se cita a este jugador, según adelantó ayer El Mundo. En estas escuchas, el cabecilla de la trama hace referencia a que en el fraude “había siete jugadores comprados, nada más” y que se cerró el acuerdo en casa de Keko.

En otro momento, siempre según estas transcripciones, Aranda da más detalles: “Mira, hermano, que gana primera y segunda parte el Valencia, ¿vale?”, y llega incluso a aconsejar a una empleada de uno de sus locales de apuestas en Málaga: “Apuesta 10.000 euros y te llevarás 20.000”. Según fuentes cercanas a la investigación, el sonido de estas grabaciones no es de “buena calidad”, lo que está dificultando la identificación de los otros implicados en el fraude. Fuentes policiales detallan que el sonido está recogido en el interior de un vehículo.

La investigación también ha revelado que Aranda y Bravo extremaban las medidas de seguridad y evitaban protagonizar los primeros contactos para acordar el amaño. “En las fases iniciales de captación, en las que el riesgo de denuncia es superior, emplean intermediarios de confianza, algunos de ellos futbolistas profesionales en activo”, detalla el documento policial.

Los agentes concluyen que “excepcionalmente, los máximos responsables de la organización [Bravo y Aranda] la realizan personalmente, pero amparados por una relación personal-futbolística con el otro interlocutor”. Este fue el caso del encuentro entre Bravo y el jugador del Valladolid Borja Fernández, al que presuntamente le entregó el dinero que generó la deuda entre los cabecillas de la trama.