Alexis Sánchez necesita cariño
El delantero del United, que llegó a la Copa América lesionado, ha marcado la misma cantidad de goles en Brasil que en la campaña pasada en Manchester
El escritor y cineasta, Alejandro Jodorowsky, era la personalidad más popular de Tocopilla, una ciudad de 25.000 habitantes al norte de Chile, dedicada principalmente a la industria de la energía. Hasta que apareció el futbolista Alexis Sánchez. A los dos el trabajo los llevó a recorrer el mundo. Jodorowsky se instaló en París, Sánchez en Manchester. El jugador del United nunca pudo salir de Tocopilla ni encontrar las tijeras para cortar el cordón umbilical con su madre. De nombre Martina, la mamá de Sánchez sigue viviendo en la misma esquina en la que Alexis pasó su infancia. Tiene vínculo indestructible con su madre, capaz de mandarle un coche en barco desde el Reino Unido como de acompañarla a un concierto de Paul Anka. Con nadie se siente tan seguro como con su madre, como en ningún lugar es tan feliz como en su selección. “Llegue con cosas internas, pero acá me reencuentro con el fútbol. La selección me pone contento, es lo más bonito que me ha pasado”, explicó Alexis Sánchez. Chile buscará este lunes en el Maracaná ante Uruguay liderar el grupo C.
La temporada no comenzó bien para Alexis en el United. Antes de que Ole Gunnar Solskjaer reemplazara a Mourinho en el banquillo del United en enero, el chileno sumaba un gol en la campaña. “Puede ser un buen momento para que puede cambiar la dinámica”, alertó el técnico noruego pasó a administra Old Trafford. Nada cambió para Alexis. Cerro el curso con dos goles en 27 partidos, 13 como titular. Le ha costado a Sánchez aclimatarse a Manchester. Después de brillar en el Calcio y tras cambiar buenas y malas en el Barcelona, el chileno encontró su lugar en la Premier. En el Arsenal firmó 80 goles en 166 partidos. Una tentación para Guardiola (City) y Mourinho (entonces en el United). Sánchez optó por el dinero del United antes de que volver a trabajar con Guardiola (ya lo había tenido como entrenador en el Barça).
En el invierno del curso pasado se mudó al United. Y se apagó. “Siempre he tenido las ganas de jugar, en Inglaterra me dieron pocas oportunidades, pero esas son decisiones del entrenador”, reveló Sánchez. Tampoco lo ayudaron las lesiones. En la campaña 2018-2019, estuvo 124 días de baja y se perdió 20 partidos. De hecho, a la Copa América llegó tocado en el tobillo derecho. “Sabemos que ha sido un semestre y un año difícil para Alexis. Hablamos con él en Manchester y a pesar de que terminó lesionado vamos a esperar a su rehabilitación”, alertó Reinaldo Rueda antes del estreno de Chile frente a Japón.
La Roja goleó a Japón por 4-0, Alexis anotó su nombre en el marcador. Firmó el segundo tanto en la victoria de su selección ante Ecuador, que certificó el pase de Chile a los cuartos de final. Pero, de nuevo, asomó el fantasma de la enfermería. “Me volví a doblar el tobillo. Creo que tengo un esguince y espero que no sea tan grave. Jugué con dolor. En el vestuario me vendé el tobillo y me tomé una pastilla”, reveló después de marcar su segundo gol en la Copa América, los mismo que gritó en toda la temporada con el Manchester United.
El técnico Rueda apeló a las emociones para rescatar a Alexis, el máximo goleador de la historia de Chile (43). Es el décimo mejor artillero de las selecciones sudamericanas, una lista que lidera Pelé con 77 dianas. “El afecto que le ha dado el equipo ha servido para que se brinde así. Es un joven con una calidad humana especial, todo el grupo lo quiere. El cariño que tiene en Chile no lo tiene en Manchester”, subrayó el preparador del equipo chileno. Y concluyó Alexis: “Me he reencontrado con Chile y con el fútbol”. Se levanta Sánchez, camina Chile. Alexis necesita cariño, como el que le da su mamá.
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